Cables desclasificados de 1976 revelan que el entonces embajador en Buenos Aires, Robert Hill, fue una figura central de la implicación estadounidense en el golpe militar contra Isabel Perón.
El Gobierno de Estados Unidos conocía en 1976 los planes de militares argentinos liderados por el general Jorge Rafael Videla de perpetrar un golpe de Estado contra Isabel Perón, que dio paso a una dictadura que asesinó a 30.000 personas, de acuerdo a documentos desclasificados en Washington, se informó este martes (23.03.2021).
Los cables, publicados por la organización Archivo Nacional de Seguridad (NSA, en inglés), señalan que el entonces embajador estadounidense en Buenos Aires, Robert Hill, fue una figura central de la implicación estadounidense y estuvo en contacto con los golpistas desde principios de ese año.
En concreto, Hill recibió al almirante golpista Emilio Eduardo Massera, uno de los líderes de la Junta Militar de Videla.
Los documentos también indican que Hill elaboró un informe con los planes de los golpistas para el entonces secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, a mediados de febrero, un mes antes del golpe del 24 de marzo.
«Posible golpe en Argentina»
El subsecretario de Estado William D. Rogers fue el encargado de informar a Kissinger sobre el contenido del informe enviado por Hill, llamado «Posible golpe en Argentina».
«Es de esperar que (el gobierno militar) sea amistoso con Estados Unidos. Sin embargo, al intensificar la lucha contra la guerrilla, es casi seguro que un gobierno militar argentino incurrirá en violaciones de derechos humanos que generen críticas internacionales», dijo Rogers según los cables desclasificados.
Militares sabían que serían reconocidos por Washington
Otro de los 14 documentos desclasificados señala que funcionarios en el Departamento de Estado de Kissinger describieron los planes de los golpistas como un «gobierno militar durante un período prolongado y de una severidad sin precedentes».
El embajador también aseguró que «la embajada ya ha indicado discretamente y a través de terceros a los militares que el Gobierno de los Estados Unidos reconocerá un nuevo Gobierno en Argentina».
Embajador abandonó el país una semana antes
Según los documentos, el propio embajador estadounidense decidió abandonar Argentina el 17 de marzo, una semana antes del golpe, para evitar que le vincularan con el alzamiento: «El hecho de que esté fuera del país cuando el golpe realmente suceda sería, creo, un hecho a nuestro favor que indique la no participación de la embajada y el Gobierno de los Estados Unidos».
Otro de los cables diplomáticos revela una comunicación de Hill con el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca en la víspera del golpe instándole a estar preparado para entrar en contacto con los militares.