El ex alto cargo de la inteligencia saudita, Saad al Jabri, ha descrito al príncipe heredero de la monarquía, Mohamed bin Salmán, como un «psicópata sin empatía» que pretende matarlo por los secretos que mantiene sobre él y su entorno.
Al Jabri es el antiguo asesor del depuesto príncipe heredero Mohamed bin Nayef y permanece exiliado en Canadá desde 2017, luego de que el rey Salmán destituyera al último y eligiera en su lugar a su hijo Mohamed bin Salmán. En reiteradas ocasiones, el exespía ha acusado al nuevo heredero al trono de conspirar para asesinarlo.
«Estoy aquí para dar la alarma sobre un psicópata, asesino en Oriente Medio, con recursos infinitos, que representa una amenaza para su gente, los estadounidenses y el planeta», expresó Al Jabri en una entrevista concedida a CBS News.
El exfuncionario calificó a Bin Salmán de «psicópata sin empatía», que «no siente emociones, [y] nunca aprendió de su experiencia», mientras que, asegura, Al Jabri y otros «han sido testigos de atrocidades y crímenes cometidos por este asesino».
Asimismo, el hombre asegura que el príncipe heredero mantiene en cautiverio a dos de sus hijos y a su yerno, tratando de usarlos como moneda de cambio para que regrese a Riad.
Por otra parte, Al Jabri mencionó que durante una reunión con Bin Nayef en 2014, que él también presenció, Bin Salmán afirmó que podría envenenar al entonces rey Abdalá para despejar el camino al trono para su padre, el rey actual. El exjefe de inteligencia asegura que existen al menos dos grabaciones de aquella reunión y que él conoce dónde se encuentran.
El rey Abdalá murió en 2015 debido a causas naturales, dejando el trono al rey Salmán. Su hijo Mohamed bin Salmán goza de amplias facultades de poder, siendo vice primer ministro, ministro de Defensa, presidente del Consejo de Asuntos Políticos y de Seguridad y presidente del Consejo de Asuntos Económicos y de Desarrollo.
El príncipe heredero se ha mostrado como un político altamente controvertido: ha relajado algunas de las más estrictas leyes religiosas en el reino, permitiendo a las mujeres conducir autos y abriendo cines, entre otras medidas. Al mismo tiempo, ordenó el arresto de cuantiosos miembros de la familia real leales a Bin Nayef, a los que conllevó a ceder parte de su riqueza. Riad también continuó la campaña militar en Yemen, manchada de acusaciones sobre ataques indiscriminados y causar una crisis humanitaria en la nación.
«Este hombre no se calmará hasta que me vea muerto»
Muchos medios occidentales señalan la responsabilidad de Bin Salmán en el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018. El crítico del régimen saudita fue desmembrado durante su visita al consulado saudita en Estambul por un grupo de sicarios que llegó a Turquía desde Arabia Saudita.
Al Jabri asegura que le aguardaba la misma suerte pero logró escapar luego de que uno de sus excompañeros de trabajo le advirtiera sobre el peligro.
«La advertencia que recibí fue no estar cerca de cualquier misión saudita en Canadá. No ir al Consulado ni a la Embajada. Pregunté: ¿por qué? Y dijo: ‘Desmembraron al hombre, le asesinaron. Estás a la cabeza de la lista‘«, recuerda Al Jabri.
En agosto de 2020, el exjefe de inteligencia presentó una demanda en Washington (EE.UU.) acusando al príncipe heredero de enviar un grupo de agentes a Canadá para matarlo, unas dos semanas después del asesinato de Khashoggi. Los agentes presuntamente intentaron ingresar al país de manera encubierta, pero despertaron sospechas, por lo que los agentes fronterizos les negaron la entrada.
Al Jabri indica que Bin Salmán tiene miedo a la información que el exfuncionario posee y, afirma, que cuenta con más secretos. «Creo que me matarán algún día porque este hombre no se calmará hasta que me vea muerto», señaló antes de advertir que se ha encargado de preparar materiales que se revelarán en caso de su asesinato.