El Gobierno del nuevo presidente brasileño en un evidente giro de relaciones con el régimen de Israel decide cesar a su embajador en la Palestina ocupada.
Mediante un comunicado, la Cancillería brasileña destituyó a su embajador ante Israel, el general Gerson Menandro Garcia de Freitas, que había sido nombrado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, un estrecho aliado del premier israelí Benjamín Netanyahu.
El nombre del nuevo jefe de la misión diplomática en reemplazo del militar Garcia de Freitas, en el cargo desde 2020 sin tener una carrera diplomática, todavía no ha sido divulgado. Pero se espera que el nuevo jefe del Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, elija a una persona con un perfil acorde con el giro diplomático que dará Brasil en relación con Israel.
Durante su mandato, Bolsonaro se aproximó mucho al régimen sionista y muchas veces le dio respaldo ante organismos internacionales, rompiendo el tradicional equilibrio diplomático de los gobiernos brasileños anteriores que mantenían respecto a Israel y Palestina.
Desde la investidura de Lula, el 1 de enero, el Gobierno brasileño ha emprendido un distanciamiento en sus relaciones con Israel. En esta línea, el canciller Mauro Vieira en su discurso al asumir el cargo el 2 de enero, aseguró que Brasilia volverá a tener una postura más “equilibrada y tradicional” en relación con el conflicto entre el régimen de Tel Aviv y Palestina.
También, el 3 de enero, la Cancillería del gigante sudamericano criticó la polémica visita del ministro de seguridad israelí, el extremista Itamar Ben Gvir a la Explanada de las Mezquitas, que alberga la sagrada Mezquita Al-Aqsa, ocurrida ese día.
Es más, la Cartera brasileña se refirió a esa zona con su nombre en árabe, Haram Al-Sharif (o Explanada de las Mezquitas), y recalcó que considera “fundamental” el respeto a los acuerdos de paz de 1994 que establecen que Jordania tiene custodia sobre los lugares santos de Al-Quds (Jordania).
El estatu quo de este recinto, sagrado tanto para Islam como el Judaísmo, establece que la administración les incumbe a los musulmanes, aunque los judíos siempre han rezado sin ser molestados al lado del llamado Muro de los Lamentos, ahora Ben Gvir, un sionista muy extremista, viene desafiando las restricciones judías tradicionales sobre la mezquita, de hecho quiere expandir el control israelí sobre todo el territorio palestino.