Moscú critica al Occidente por no reaccionar ante la implicación de agentes estadounidenses en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise.
Según informaron el lunes medios estadounidenses, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. confirmó que al menos uno de los detenidos por las autoridades haitianas en relación con el magnicidio de Moise trabajó como “fuente confidencial” de esta agencia. En el asesinato del presidente haitiano, de acuerdo con las autoridades del país caribeño, participaron al menos 28 personas, muchas de ellas mercenarios colombianos contratados a través de una empresa de seguridad con sede en el estado de Florida (sureste de EE.UU.).
Al respecto, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, ha denunciado este martes que el Occidente hace la vista gorda ante las injerencias de EE.UU. y sus medidas hostiles en otros países.
“¿Dónde están las sanciones? ¿Dónde están las declaraciones del G-7? ¿Por qué los activistas de derechos de EE.UU. aún no se han puesto nerviosos? De hecho, existe una razón terrible para todas esas cosas”, ha manifestado Zajárova mediante un mensaje emitido en su canal de Telegram.
La vocera rusa ha señalado también que ha partido hacia Haití una delegación interinstitucional norteamericana para analizar la situación en torno a la empresa militar privada estadounidense cuyos empleados están acusados de haber participado en el asesinato del presidente haitiano.
En este sentido, “la noticia principal”, conforme a Zajárova, es el hecho de que varios detenidos en relación con el homicidio de Moise eran informadores de las fuerzas del orden estadounidenses, incluido el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de EE.UU.; “pero eso es algo diferente”, ha agregado la portavoz rusa.
Tras el asesinato de Moise en su residencia en Puerto Príncipe (capital haitiana) el pasado miércoles, cada día se revelan más aristas de la implicación de EE.UU. y su aliado colombiano en lo sucedido, pese a que Washington alega estar preocupado por la crítica situación en Haití.
Mientras tanto, varios expertos alertan que el asesinato de Moise podría convertir Haití en una base militar de EE.UU. y un puente aéreo para lanzar ataques contra otros países de la región.