¿Cómo forzarías a los habitantes del planeta a aceptar una situación que, en principio, nadie quiere aceptar? Con el arma más eficaz: el miedo. Así arranca el último libro de la escritora sevillana Cristina Martín Jiménez, quien atendió al Ateneo Mercantil de Valencia y a los espectadores en la resentación on line de «La verdad de la Pandemia. ¿Quién ha sido y por qué?». Un ensayo de investigación, que ha tardado casi 20 años en darle forma y que está de enorme actualidad porque responde clara y contundentemente a muchas preguntas generadas en la Pandemia de la Covid19.

¿Por qué una pandemia ahora? ¿Quién tiene interés en secuestrarnos en nuestras casas? ¿Es verdad que el virus viene de China o ha sido un ataque de Estados Unidos que ahora no sabe parar? Todas estas preguntas se han quedado sin respuesta durante los últimos meses, aunque algunas teorías han comenzado a circular por los móviles y en algunos medios de comunicación.

La escritora andaluza ya en libros anteriores advertió de que uno de los últimos mecanismos de control de las élites era la «táctica de la pandemia». Por eso, cuando en los medios empezaron a hablar de la Covid19, Cristina Sabía que habían vuelto a activar el plan. ¿Cómo obligarnos si no a aceptar una situación que nadie está dispuesto a aceptar? Este libro contiene las claves que explican cómo y por qué unos pocos han decidido declarar la guerra y robar la libertad a la gente. El enemigo existe, sin duda, y es invisible. Pero, ¿quién es el verdadero enemigo? Estamos siendo testigos y víctimas de una operación de guerra psicológica diseñada en los laboratorios sociales de la élite para que nos arrodillemos y nos convirtamos en esclavos de su nuevo mundo feliz, que no es más que un Nuevo Orden Mundial deshumanizado y bárbaro. ¿Somos esclavos o nos vamos a rebelar?

Contexto del virus y la pandemia

En diciembre de 2019 fue presentado al mundo la Covid19. El nuevo ‘virus’, supuestamente desconocido hasta entonces, apareció en la ciudad china de Wuhan, causando la muerte a miles de personas en apenas tres meses, según contaron las fuentes oficiales. La Organización Mundial de la Salud declaró la ‘pandemia global’ el 11 de marzo de 2020.

A día de hoy, hay 17 millones de personas contagiadas y el número de fallecidos se acerca a los 700.000. Muchas naciones del mundo
siguen en cuarentena y los daños de todo tipo que este brutal ataque a nuestra salud y a nuestro modo de vida están causando son inconmensurables. Pero lo más grave es que nos han amenazado con que el peligro persistirá y que aún será peor. Los expertos estiman que se producirá una pandemia cada diez años.

«El virus ha comenzado atacando la salud, para seguir con la economía y, finalmente, con el armazón político y nuestro modo de organización social. Nuestros valores y nuestras costumbres están en peligro. El miedo es el motor de cambio más eficaz: nuevas compras de deuda, nuevos préstamos y rescates se avalarán con nuestro futuro y el de nuestros hijos, llevándonos a una esclavitud sin límites».

Pero los sucesos geopolíticos no ocurren aislados; todos están interconectados, suceden en un contexto determinado y siguen unas fases temporales definidas. Cristina Martí, después de tantos años estudiando y analizando el mundo actual —la globalización y las élites—, en su opinión el contexto estaba claro, y no era otro que «la guerra. Una guerra encubierta cuyo objetivo es el control del planeta. El control de todos nosotros».

Según la escritora andaluza la Pandemia Mundial de la Covid19 tiene cuatro pasos marcados y están ocorriendo:

  • Paso 1: crear una gran crisis pandémica.
  • Paso 2: atemorizar y angustiarnos a todos.
  • Paso 3: atacar las economías e industrias para hacer que los países se endeuden.
  • Paso 4: apropiarse de parte de su soberanía, riquezas y recursos.
    Conclusión: una jugada maestra.

Cristina destacó el papel de Bill Gates en toda esta estrategia. «Gates predijo el coronavirus hace diez años, y hace unos meses, en plena pandemia, anunció que tuviésemos esperanza porque su fundación conseguiría la vacuna para todos. Qué casualidad que los artículos de los científicos de la OMS, ya en los años setenta del siglo pasado, aconsejaran vender la esperanza de un futuro mejor a través de las vacunas…»

Según escuchamos en los medios de comunicación, cuando la OMS encuentre una vacuna, para lo cual cuenta con la inestimable ayuda de Gates, habremos superado la crisis. Pero de los efectos esa vacuna nadie sabe nada concreto. La incertidumbre como arma de control. Y la vacuna como gran objetivo salvador.

Manipulación: Una Sociedad Domesticada

La escritora, además, puso el foco de atención, en el papel que juegan los medios de comunicación controlados por los grandes directores de los medios que a su vez están dominados por el establishment global. «La estructura de poder de las élites hace que los medios de comunicación ofrezcan un mensaje unificador que convierte en enemigos el análisis y el pensamiento crítico. En la llamada Era de la Información, la gran mayoría de la población se informa a través de medios controlados o susceptibles a la presión de intereses de poder, lo que significa que, a pesar de que un ciudadano acceda a distintos canales de comunicación, el mensaje recibido será siempre el mismo». El objetivo del establishment global no es que los ciudadanos piensen, sino que acaten y se resignen a su ideología.

Las élites globalistas han diseñado y programado, gracias a los laboratorios de manipulación social y a los enormes avances tecnológicos de las últimas décadas, la ‘táctica de la pandemia’ y las directrices de la llamada ‘nueva normalidad’.

La ‘Plandemia’: Convencer y Persuadir

Llegados a este punto de la Historia, Cristina observa que la humanidad nunca se ha enfrentado a un ataque tan agresivo, violento y omnímodo. Es una situación nueva. El desarrollo tecnológico de la Cuarta Revolución Industrial lo ha propiciado. No están atacando al que denominaron ‘Tercer Mundo’, ni a naciones aisladas, sino al planeta entero.

«No es una Pandemia es una ‘Plandemia’, una coacción, una extorsión. Es una gran mentira y un caos planificado. El virus existe, pero es la excusa para conducirnos a la aceptación de las reglas de una nueva sociedad para cuya implantación llevan décadas trabajando. ¿Cuál es la principal objeción de la escritora a ese nuevo gobierno mundial? Pues que abandona los valores por el camino. Se focaliza en la producción, en el mercado y, en el fondo, está manejado por la codicia y la psicopatía de la élite que trabaja para implantarlo. Somete a la población, en el sentido espiritual de la palabra, pues considera al ser humano un simple productor y consumidor, un número, un esclavo».

¿Somos tan manipulables como creen?

El poder está comprobando cuál es la reacción de la población ante la aparición de un enemigo invisible que justifica todo tipo de restricciones. Apelan a nuestra ‘responsabilidad’ como ciudadanos cuando, en realidad, el objetivo es que dejemos de sentirnos ciudadanos libres y controlar nuestros movimientos e incluso nuestros sentimientos. Es una auténtica distopía, provocada por bárbaros. ¿Vamos a permitirla?

Pero tienen un problema porque ya no logran engañar a todo el mundo. Las personas tienen inteligencia y hay quienes, con actitud crítica y rebelde, se mueven en Internet y crean redes, y no solo en España, sino en todo el mundo. Las respuestas contestatarias en las redes no cesan y desafían a la condena de censura y silencio a la que nos han sentenciado.

«El mundo necesita rebeldes que luchen contra el poder establecido. En las redes sociales están surgiendo numerosos rebeldes de verdad, sin vinculaciones con partidos políticos, ONG, sindicatos, fundaciones u organismos internacionales que puedan controlarlos. Rebeldes que son libres para expresarse y ser escuchados por otros igualmente libres. Y difundimos la verdad sin más interés que el de darla a conocer».

Cuando Cristina detectó la táctica de la pandemia, no se lo imaginó, pero acaba de llegar la guerra silenciosa, la que será la 3ª Guerra Mundial, una pandemia mundial que provocará cambios económicos. «Tras muchos años trabajando en recoger información y con los temas de actualidad que aparecían acabé concluyendo que la táctica de la pandemia había sido un arma de guerra global. Algo que había arrancado con el cambio climático provocado por el hombre, que ya estaba cambiando la sociedad y las economías, ahora sigue con esta pandemia mundial. La República Popular China y Estados Unidos peleán por ser la potencia económica mundial y Rusia está al acecho», finalizó.