El obispo de Cáceres, responsable de recolocar al párroco, asegura que este ya cumplió la pena, ha pasado por un proceso religioso de rehabilitación y dispone del certificado negativo de delitos sexuales que emite el Ministerio de Justicia.
La diócesis ha asegurado en un comunicado que el sacerdote ya cumplió la pena judicial, ha pasado por un proceso religioso de rehabilitación y dispone del certificado negativo de delitos sexuales que emite el Ministerio de Justicia.
Así ha respondido en un comunicado a la información publicada este sábado por el diario El País, que dice que el obispo, Jesús Pulido, ha recolocado en esas dos localidades cacereñas al sacerdote, que fue condenado a 16 meses de cárcel, pero que no tuvo que entrar en prisión al ser la pena inferior a dos años y no tener antecedentes.
«Hace más de 20 años» el sacerdote cometió «un delito consistente en intercambio de material fotográfico de contenido sexual de menores por internet» y el caso «nunca se ha ocultado a la opinión pública», ha destacado la fuente en la nota.
«No hubo contacto ni comunicación con los menores» y por ese delito «fue juzgado y sancionado con arreglo a la legislación civil. Y cumplió las condenas y las penas impuestas», ha precisado.
Actualmente, el sacerdote dispone de certificado negativo de delitos sexuales emitido por el Ministerio de Justicia. «En el Registro Central de Delincuentes Sexuales no consta información penal relativa a I.L.O.», ha resaltado la diócesis de Coria-Cáceres.
Por ello, indica que el obispado «considera al sacerdote I.L.O. apto para ejercer el ministerio sacerdotal, después de un proceso de rehabilitación y acompañamiento de la diócesis, y tal y como ha demostrado en su paulatina reinserción de los últimos años».
Como «esta situación puede causar inquietud y perplejidad en la comunidad cristiana», la diócesis «ha tomado las medidas pertinentes para que todas las parroquias sean un espacio seguro para los menores», se afirma en la nota.
«Concretamente en las encomendadas al sacerdote I.L.O., las responsables de la labor catequética son seglares», ha asegurado el obispado, que ha agregado que se está haciendo un seguimiento de la situación y que se mantendrá diálogo con los fieles que lo deseen.
Por último, la diócesis de Coria-Cáceres ha lamentado profundamente las «acciones» que llevó a cabo el sacerdote y ha mostrado su «firme compromiso en la lucha contra el abuso de menores y con la reparación a las víctimas de esta lacra en la sociedad y en la Iglesia».
Este sacerdote fue detenido en febrero de 2002 cuando tenía 29 años y era párroco de la localidad cacereña de Casares de las Hurdes.
Fue uno de los nueve arrestados en una operación policial practicada en España, Argentina y México que permitió desarticular una red de pornografía infantil.