La médico Rosa Valdeón niega que se fomente la natalidad porque te hagan una ecografía y que -como dice el presidente- esto se aplique desde hace varios años.
Alfonso Fernández-Mañueco y Rosa Valdeón. — Público
Rosa Valdeón nunca tuvo el perfil de política del PP, pero ejerció el poder en Castilla y León como vicepresidenta (el cargo que hoy ocupa Juan García-Gallardo de Vox) y consejera de Familia. Como médico -es inspectora-, conoce bien la realidad sanitaria. Incluso antes de su etapa política llegó a dirigir un hospital en Salamanca. Por eso, se lleva las manos a la cabeza con la nueva idea de imponer el «latido fetal» a las mujeres que piensen en abortar. Sabe que no se aplicará y que no podrán hacerlo, y desmiente a Alfonso Fernández-Mañueco cuando este sábado en Zaragoza ha confirmado que, en realidad, «las medidas antiabortivas van en línea de lo que se viene aplicando desde hace varios meses y años» para fomentar la natalidad.
Rosa Valdeón señala a Público que Mañueco «no sabe ni lo que dice». Aclara, además, que «no se fomenta la natalidad porque te hagan una eco».
Implicada hasta la médula con el pueblo saharaui -donde acude como voluntaria para intervenciones-, Valdeón hoy sufre, como se puede ver en su cuenta de Twitter, ante la falta de «rumbo coherente» que lleva su comunidad desde que Mañueco llegó al poder y, especialmente, cuando lo ha hecho con la ultraderecha.
Ecografías 4D
La exvicepresidenta de Castilla y León con el moderado Vicente Herrera como presidente, aclara también a nuestro medio que «las ecografías 4D no se hacen en todos los centros sanitarios públicos y, desde luego, no con ese fin ni en ese momento del embarazo».
Y, aunque sabe que estas medidas anunciadas por el ultraderechista García-Gallardo no puede aplicarlas, le preocupa la imagen que se está dando de su comunidad y, como destacó en sus redes sociales: «Castilla y León no puede soportar más imbecilidad de sus dirigentes. Por acción y por omisión. Basta ya».
Pero Valdeón remite, para saber lo que hay de verdad en este asunto, a las declaraciones que estos días ha hecho el presidente en Castilla y León de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Javier Martínez-Guisasola. Ambos facultativos coinciden en que la ecografía 4D no aporta nada a lo que recoge la ecografía rutinaria, de blanco y negro, que es la que ya se está haciendode manera habitual.
En declaraciones a El Mundo, el doctor Guisasola, ante el plan antiaborto anunciado por García-Gallardo, aclara que «si nos van a obligar a poner el latido cardiaco por debajo de la semana doce de gestación, mientras las guías de salud nos dicen que no se recomienda, salvo que sea por ley, no debemos de hacerlo».
Igualdad
Mientras García-Gallardo consigue estos días todo el protagonismo con su descabellado plan, y Mañueco va a rebufo, mientras el presidente primero calla, luego apoya, luego matiza y, finalmente, declara cosas incoherentes para quienes conozcan el plan que se desarrolla con las mujeres que quieren abortar, desde el Ministerio de Igualdad, como ya anunció Público, dicen: «Nos preocupa profundamente esta medida propuesta por el señor Gallardo, que podría constituir una vulneración del derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, ya que coartan su capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos, poniendo en riesgo su salud y devolviéndolas a situaciones de inseguridad sanitaria y de dificultades de acceso a una atención eficaz».
Las propuestas planteadas por Vox pueden, en la práctica, para el ministerio de Irene Montero, «suponer coacciones a las mujeres a la hora de poder decidir sobre la interrupción voluntaria del embarazo y, también, a los sanitarios y sanitarias en el ejercicio de sus funciones y, además, podrían implicar una desigualdad entre territorios que obligaría a las castellano leonesas a tener que trasladarse muchos kilómetros lejos de sus residencias para ejercer un derecho».
Lo cierto es que pocos creen que este plan anunciado por García-Gallardo tenga recorrido alguno. Mientras, el ultraderechista, desde el Gobierno de Castilla y León, sigue eclipsando la figura de un presidente cuestionado por los suyos y con serios problemas por su presunta financiación ilegal del PP en las primarias de Mañueco.