Las autoridades del Vaticano arrestaron a Torzi el pasado 5 de junio. La investigación se había abierto en relación con una propiedad londinense en la avenida Sloane. La compraventa involucraba a un grupo de empresas en las que estaban presentes algunos funcionarios de la Secretaría del Vaticano.
Gianluigi Torzi, quien fue intermediario financiero en esa compraventa, está acusado de extorsionar la Santa Sede por 15 millones de euros.
Para delitos que se le imputan, la ley vaticana prevé hasta 12 años de reclusión.
«Sin duda, se trata del mayor escándalo de los últimos tiempos, como lo demuestran las cifras reveladas por la investigación: el precio de 300 millones y los sobornos de decenas de millones», observó Don Stefano Caprio, profesor de la historia y cultura rusa del Pontificio Instituto Oriental en Roma, consultado por Sputnik.
Según el profesor, «el Vaticano está lleno desde hace tiempo de asesores financieros como Gianluigi Torzi».
«Hasta que la gestión de finanzas del Vaticano sea absolutamente transparente, habrá muchos personajes así: intermediarios que tratarán de aprovecharse de operaciones no controladas», lamentó.
Mientras tanto, el escándalo sigue creciendo. Según el medio italiano Corriere della Sera, a petición del Vaticano, los tribunales suizos están congelando cuentas millonarias que pertenecen o son gestionadas por los financieros Raffaele Mincione y Enrico Crasso, el dirigente de la Secretaría, Fabrizio Tirabassi, y el propio Torzi.
Don Stefano Caprio expresó su esperanza de que ese escándalo cambie la situación y haga la gestión de finanzas en el Vaticano más transparente.
«Ha habido muchos escándalos en los últimos años, y este último parece muy grave, pero involucra un número de personas bastante limitado. Incluso podría beneficiar la imagen de la Santa Sede si el Vaticano mostrara un verdadero deseo de poner las cosas en orden esta vez», comentó.
El profesor recordó que el papa Francisco ha estado en el cargo por más de siete años, y «hasta ahora no ha sido capaz de cambiar mucho los mecanismos de la curia, incluyendo la esfera financiera. Esta podría ser la última gran oportunidad para él de influir seriamente en la gestión de la máquina del Vaticano».
El Vaticano ha visto muchos escándalos financieros a lo largo de su historia; basta con recordar las extorsiones de los papas a principios del siglo XVI, que conmocionaron tanto al monje alemán Martín Lutero que provocaron una ruptura protestante, señaló el interlocutor de la agencia.
Desde una perspectiva más moderna, el profesor recordó el escándalo del Banco del Vaticano o el Instituto para las Obras de Religión (IOR) durante la época de Paul Marcinkus, presidente del IOR de 1971 a 1989, quien se vio envuelto en un fraude financiero, que llevó a la grave crisis del pontificado del papa Juan Pablo II.
«Desde entonces, las dificultades financieras del Vaticano han sido discutidas constantemente, pero aparentemente no todos los asuntos han sido resueltos», concluyó Don Stefano Caprio.