La ONU reconoce a Maduro como representante legítimo de Venezuela

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprueba reconocer al Gobierno del presidente Nicolás Maduro como representante legítimo de Venezuela.

Según informó este lunes el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, el organismo internacional aprobó reconocer las credenciales del Gobierno del presidente, Nicolás Maduro, como representante legítimo de la República Bolivariana de Venezuela.

“Hoy la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó reconocer las credenciales del Gobierno del presidente Nicolás Maduro como representante legítimo de la República Bolivariana de Venezuela. Una victoria del pueblo soberano contra las agresiones coloniales de EEUU”, señaló Moncada a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

Según el diplomático solo 16 de 193 países se negaron a reconocer a Maduro.

El texto, habitualmente un mero trámite, fue respaldado por el plenario de este órgano, en el que se sientan los 193 Estados miembros de Naciones Unidas.

La delegación de Maduro ha sido en todo momento la que ha representado a Venezuela ante la ONU durante la crisis en el país, a pesar de que casi 60 gobiernos reconocen como presidente interino al opositor Juan Guaidó.

Los que se negaron a reconocer a Maduro como presidente legítimo de Venezuela son Colombia, Australia, Brasil, Canadá, Ecuador, El Salvador, EE.UU., Georgia, Guatemala, Honduras, las Islas Marshall, Israel, Paraguay, Reino Unido y Corea del Sur.

Tras la reelección de Maduro en 2018, algunos países resolvieron desconocer al mandatario venezolano, tras considerar que los comicios carecían de legitimidad y transparencia. En su lugar, estos gobiernos dieron su respaldo al exdiputado Juan Guaidó, quien en enero de 2019 se autoproclamó “presidente encargado”.

En ese entonces, más de 50 países expresaron su apoyo a Maduro, mientras Caracas exigió “respeto a la soberanía nacional, el derecho a la autodeterminación de los pueblos, a la integridad territorial y a la no injerencia en asuntos internos, así como a la obligación de no amenazar la paz y la seguridad”.

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