Al respecto, el Kremlin está tratando de aumentar su proporción de operaciones en monedas nacionales desde hace varios años, aseveró el canciller ruso.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó este martes que los éxitos de China en el marco del sistema financiero mundial han sido la causa del deterioro de sus relaciones con EE.UU.
«Quienes crearon el actual sistema monetario y financiero del mundo decidieron de repente que estaban descontentos con la forma en que otros países, en particular la República Popular China, estaban usando este sistema, que, una vez más, fue creado por Occidente. Y la República Popular China simplemente está venciendo a Occidente en su propio terreno. Es por eso que ahora vemos tal reacción de Estados Unidos», dijo el canciller ruso durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo chino, Wang Yi, en Guilin (China).
«Es imposible hacer negocios en el mundo mediante ultimátums, mediante sanciones, obligando a los países a realizar cualquier comportamiento esperado», resaltó el ministro.
Al ser preguntado sobre la política de Moscú hacia los sistemas de pagos financieros controlados por Occidente, Lavrov aseveró que el Kremlin está tratando de aumentar su proporción de operaciones en monedas nacionales desde hace varios años.
«Este trabajo se lleva realizando durante mucho tiempo. […] Tenemos nuestro propio sistema de mensajería financiera. […] Con respecto a nuestras relaciones con la República Popular China, hemos tratado durante varios años de convertir una parte cada vez mayor de nuestro comercio en liquidaciones en monedas nacionales. […] Probablemente, este sea el imperativo de los tiempos», dijo el ministro, agregando que Rusia desarrolla también mecanismos similares en el comercio con sus otros «grandes socios».
Al respecto, el analista político Carlos Puente Martín destacó que, mientras la Unión Europea apoya la política de EE.UU. en los conflictos con Rusia y China, su economía es la que más sufre. El experto asimismo agregó que el desarrollo de Moscú y Pekín limita las posibilidades de Occidente para ejercer presión.
El ministro subrayó que cuando una conversación a nivel diplomático o político adquiere el carácter de ultimátum, en busca de presionar a la contraparte para que «reconozca sus errores» y acepte las demandas planteadas, esto no es diplomacia. «Tan pronto como nuestros socios occidentales (que utilizan tales métodos) se enfrentan a una oposición comedida, inmediatamente recurren a las sanciones», lamentó.
«En general, hoy en día es incorrecto castigar a cualquier actor de la palestra internacional, y tratar de aplicar esta medida a Rusia o China es simplemente imprudente», sostuvo.
Lavrov insistió en que este tipo de conducta es habitual para los representantes de EE.UU. «Comenzó [en los tiempos de] Barack Obama, continuó durante 4 años, cuando el presidente Trump fue inquilino de la Casa Blanca. Ahora estamos viendo los mismos «rasgos», mostrados por la nueva administración estadounidense», agregó.
¿Cómo resistir al régimen de sanciones?
Al mismo tiempo, destacó la necesidad de reducir el impacto de sanciones mediante el fortalecimiento de la independencia tecnológica, pasando a monedas nacionales o alternativas al dólar en saldos recíprocos, e instó a rehusar los sistemas de pago internacionales controlados por Occidente.
Desde su punto de vista, los países occidentales «están promoviendo su agenda ideologizada destinada a mantener su dominio, frenando el desarrollo de otras naciones. Esta política va en contra de la tendencia objetiva y, como se suele decir, está en el lado equivocado de la historia», puntualizó. En estas circunstancias Rusia se vio obligada a tomar «una línea de desarrollo económico y social de tal manera que no dependamos de esos ‘caprichos’ de nuestros socios», explicó.