Libertad, muertos y unas cañas | Ana Pardo de Vera

No hace mucho tuve que acudir a urgencia hospital público de Madrid después de varias horas esperando sale la doctora y nos comenta que va a descansar y cenar una hora a lo que la gente comenzo a empezó a protestar ,todos los que estábamos allí éramos humilde trabajadores ,jubilados etc, en eso me levanté yo y les comenté que no tenemos derecho a recriminar a la doctora por irse a cenar y descansar ,que ella no tiene la culpa de no tener relevo ,que los culpables somos nosotros que preferimos tener abiertos los bares que las urgencias que eso es lo que habíamos votado,se hizo el silencio en la sala .