Las empresas del grupo que dirige en Galicia la hermana del todavía presidente de Galicia ganaron varios concursos ofertando el mismo precio que el de la licitación en procedimientos en los que en teoría no podían saber que no tenían competidores que pujaran más bajo
El análisis de los cerca de 140 expedientes de contratación que ha firmado la Xunta con las empresas del Grupo Eulen desde que Feijóo es presidente de Galicia apuntan a que éstas contaban con información privilegiada en numerosos procedimientos de adjudicación, que acabaron ganando frente a sus competidoras.
Eulen está dirigida en la comunidad por Micaela Núñez Feijóo, hermana del candidato a presidir el Partidio Popular. Desde que Feijóo accedió al poder en Galicia, se multiplicaron las adjudicaciones a las sociedades del grupo por parte de fundaciones, empresas públicas y otras entidades instrumentales dependientes de la Administración gallega.
El estudio pormenorizado de los procedimientos también apunta a que Eulen obtuvo trato de favor, tanto es así que, con el paso del tiempo, en algunos concursos se ha convertido en la única empresa que concurre a las adjudicaciones. En otros, éstas coinciden con ceses y nombramientos a dedo en las administraciones que los convocan. Y en otros, la Xunta no facilita toda la documentación completa relativa a los procedimientos que está obligada por ley a ofrecer en su plataforma de contratación pública.
Uno de los casos más llamativos es el del contrato que en el 2019 adjudicó a Eulen Servicios Sociosanitarios el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, para la gestión de varios centros de día de atención a mayores y dependientes en la comarca de Ferrol.
En la anterior adjudicación, en el 2014, Eulen se había llevado el concurso pese a no tener la mejor oferta económica gracias a la valoración subjetiva de su propuesta técnica. Entonces se habían presentado cinco empresas y en esta ocasión sólo lo hicieron tres. El precio de licitación -el máximo que la Administración ofrece a pagar por un bien o servicio- se elevó a 2,025 millones de euros, y la empresa de Micaela Núñez presentó una oferta de 2.023.950,24 euros.
Expresamos la cantidad íntegra, céntimos incluidos, porque es exactamente igual a la propuesta económica de una de sus competidoras, que también oferta, insistimos, 2.023.950,24 euros. La tercera empresa, con una propuesta más barata (1.968.688,80 euros) no se llevó el contrato, que sí ganó Eulen gracias a la valoración subjetiva de su propuesta técnica.
¿Es normal que dos empresas liciten exactamente la misma cifra, céntimos incluidos, sólo un 0,6% por debajo del precio de licitación en un contrato de más de dos millones de euros?
«No, no es normal en absoluto», asegura Eva Belmonte, codirectora de Civio, una fundación dedicada a la investigación periodística sobre transparencia y contratación pública. «No estamos hablando de cifras redondas, lo que hace que sea bastante sospechoso. Habría que ver cómo han calculado sus costes y qué desglose hacen para ver de dónde sale esa cifra, eso sí. Pero que coincidan en cifras tan precisas llama mucho la atención. Yo no suelo encontrarme algo así”, añade la experta.
Eulen, que trabaja en Galicia a través de varias sociedades, suele ofrecer precios muy competitivos y bastante por debajo del precio de licitación. Por eso llama la atención que eleve su oferta justo en los concursos en los que no tiene competidores. En teoría no puede ni debería saberlo hasta el momento en que la Administración da a conocer las ofertas e inicia la valoración de las mismas. Pero en varios procedimientos, todo parece indicar que sí lo sabía.
Es el caso del contrato que obtuvo en el 2018 de la Fundación Deporte Galego, dependiente de la Secretaria Xeral para el Deporte y adscrita directamente a la presidencia de la Xunta, es decir bajo el mando directo de Feijóo. La Fundación llevaba desde el año 2010 adjudicando sistemáticamente a Eulen los contratos de gestión estival del complejo deportivo de Monterrei, con instalaciones y pistas de atletismo, pádel y tenis en el municipio de Pereiro de Aguiar, a escasos kilómetros de la ciudad de Ourense.
En los años anteriores, Eulen se llevó todos los contratos con ofertas entre un 6% y un 8% por debajo del precio de licitación. Pero en el año 2018, justo el único en el que no tiene competidores, hizo una oferta de 72.983,57 euros, sólo 43 céntimos de euro por debajo del precio de licitación. Es decir, un 0,0005% menos.
«Una rebaja tan mínima, si no hay competidores y si en otros años se han hecho ofertas mucho más bajas habiendo competidores, es, como mínimo, sospechosa», afirma Eva Belmonte. «Sería una bandera roja, algo que llama la atención y que, por ejemplo, cuando investigamos contratación en Civio, nos alertaría para ir más allá en ese contrato e intentar entender qué ha pasado».
«Eso no significa que sea ilegal o que tuviera información privilegiada necesariamente», advierte la experta. «Puede haber otros factores: aumento de costes, mejoras en la oferta técnica…».
Hay más fundaciones de la Xunta que dan adjudicaciones a Eulen en condiciones parecidas. La Fundación Semana Verde de Galicia, que gestiona el recinto ferial de Silleda (Pontevedra) y que nunca había contratado con Eulen hasta la llegada de Feijóo, al menos según la información pública de la plataforma de contratos del Gobierno gallego, empezó a adjudicar a las empresa del grupo de su hermana la limpieza de oficinas, la seguridad del recinto y la recogida de residuos tras las ferias.
Eulen ganó una decena de contratos para esos tres servicios sólo entre el 2009 y el 2015, con ofertas sensiblemente por debajo del presupuesto licitado que, aunque no siempre eran mejores que las de su competencia, le permitieron hacerse con ellos gracias a las valoraciones subjetivas. En el caso de la limpieza de oficinas, se los llevó sucesivamente en tres ocasiones ofertando un 12,5%, un 14,5% y un 8,8% menos que el precio de licitación. Justo en el concurso para el 2013, cuando sus competidores parecen haber advertido que es imposible hacerse con él y renuncian a concursar, Eulen puja sólo 48,50 euros por debajo del precio de licitación. Apenas un 0,16% menos.
Esa forma de actuar se repite en otras fundaciones, como la que gestiona la Cidade da Cultura, el macrocomplejo cultural del monte Gaiás, en Santiago. Entre el 2014 y el 2018, la Fundación Cidade da Cultura adjudicó a Eulen contratos para su servicio de atención e información al público con pujas un 7,4% (2014), un 10,36% (2016) y un 11,16% (2018) por debajo del precio de licitación. En el concurso del 2019 para el servicio de apoyo técnico y mantenimiento para actividades y eventos institucionales, al que ya sólo se presenta Eulen, la puja está sólo un 4,3% por debajo del presupuesto, con un valor estimado sin IVA de más de 215.000 euros.
En algunos procedimientos, ni siquiera es fácil saber si Eulen cuenta o no con competencia, porque la Xunta no cumple con la obligación legal de proporcionar toda la documentación sobre ellos.
En el año 2012, por ejemplo, se hizo con dos contratos por valor de 100.300 euros para el servicio de atención al consumidor del Instituto Galego de Consumo (IGC) en A Coruña (70.800 euros) y Pontevedra (29.500 euros). El precio que ofertó para el primero es idéntico al de licitación, y el de Pontevedra, sólo 697 euros menos. En ambos expedientes sólo figura un único documento, la resolución final que asegura que el IGC ha invitado a otras empresas a participar, pero sin información alguna sobre cuáles son, ni sobre sus ofertas ni las valoraciones sobre las mismas.
En otras ocasiones es fácil deducir que la competencia de Eulen ha acabado por entender que es inútil concursar para determinados contratos y acaba desistiendo de participar.
La Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama), empresa pública mixta gestora de la recogida y tratamiento de residuos en la comunidad, ha adjudicado a las empresas del grupo contratos plurianuales que suman más de 3,5 millones de euros desde el 2011, encargándole sus servicios de enfermería y cuidado y mantenimiento de jardines en adjudicaciones con irregularidades como que no aparezcan en el expediente las justificaciones a una oferta considerada como anormal o desproporcionadamente baja.
Al concurso para la enfermería de Sogama se presentaron seis empresas en el 2011 y cinco en el 2014, pero al del 2019 sólo concurrió Eulen. En el caso de la jardinería, en el 2012 fueron dieciséis las empresas que optaron al contrato, que Eulen se llevó pese a que los técnicos declararon que su oferta era un baja desproporcionada. Al del 2016 concurrieron nueve competidoras, y al del 2020, sólo tres, dos de las cuales fueron excluidas por defectos técnicos.
Algo similar ocurrió con la gestión de los centros de día del Consorcio Galego de Servicios de Igualdade e Benestar en la provincia de Lugo, en un concurso similar al citado más arriba sobre los centros de la comarca de Ferrol.
Al concurso de Lugo, por 1,44 millones de euros, se presentaron cinco empresas y lo ganó Eulen con la cuarta peor oferta económica. Al del 2019 ya sólo concurrieron dos: Eulen y, curiosamente, la misma empresa que ofertó la misma cifra que ella, céntimos incluidos, para el sospechoso contrato de los centros para mayores y dependientes de Ferrol y su comarca. El concurso para lo de Lugo en el 2019 también lo ganó la empresa que dirige en Galicia la hermana de Feijóo.
El Partido Popular rechazó este miércoles en el Parlamento de Galicia una propuesta del Bloque Nacionalista Galego para solicitar al Consello de Contas de Galicia que investigue las adjudicaciones de la Xunta a Eulen desde el 2009, propuesta que sí contó con el apoyo del PSOE.
Público ha pedido a Eulen y a la Presidencia de la Xunta su valoración sobre el aumento de los contratos de la Administración gallega con Eulen y el hecho de que en muchos procedimientos existan sospechas de trato de favor e información privilegiada. Eulen ha declinado hacer valoraciones, y la Xunta ni siquiera ha contestado a la solicitud de este diario.