Esta semana hemos conocido que al menos, tres cargos públicos de la Asamblea de Madrid ha cobrados ayudas sociales para familias vulnerables. El portavoz del Gobierno de Ayuso, Enrique Ossorio, lo ha cobrado porque, pese a tener el patrimonio más abultado y la cartera más llena del Ejecutivo, considera que merece un descuento de la factura entre el 25 y el 65% durante 2023 solo por pertenecer a una familia numerosa. Y si usted tiene envidia de él, tenga familia numerosa, ha dicho el consejero con su habitual empatía. Es un hombre que, sin duda, huele el dinero a distancia, no así la pobreza y desigualdad del territorio que gobierna, que no encuentra por ningún lado pese a los reiterados informes de alerta de Cáritas.
El secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, ha confesado él mismo que también lo cobra y que el suyo es aún más cuantioso que el de Ossorio, porque cobra el bono destinado a los consumidores vulnerables severos, es decir, que le descuentan un 40% de la factura y hasta un 80% durante 2023 si cumple los requisitos. Sabemos a ciencia cierta que Serrano cobra 82.000 euros. Vulnerable no parece, pero lo de vulnerable severo es un insulto a los y las madrileñas que realmente lo son.
La portavoz de Más Madrid, Mónica García, también ha admitido que ha cobrado el llamado bono térmico, como Ossorio y Serrano. Dice que se enteró cuando salió la noticia y que si supiera lo suyo, no habría pedido la dimisión de Ossorio horas antes. Reconoce el error y dice que tratará de devolver la cuantía recibida. Al menos, Mónica García sí ha rectificado, aunque la suya es una equivocación -si lo es- muy grave: de la derecha que preside Ayuso, a la que le parece bien que su hermano se lucre con dinero de la propia administración madrileña que ella gestiona en plena emergencia sanitaria y social; de la derecha que lidera Ayuso, que considera adecuado que se apruebe un protocolo para encerrar a los y las mayores enfermos de covid para morirse en las residencias … De esa derecha, la de la Púnica o la Gürtel, no se puede esperar nada, ninguna solidaridad, justicia social, … nada. Pero de la izquierda que pide empatía a la derecha, sí, sus votantes, simpatizantes, militantes, no esperan, desde luego, lo que ha hecho Mónica García, tuviera constancia o no.
El bono que han cobrado Ossorio, Serrano y García no siendo vulnerables, llamado bono social térmico, no se obtiene por generación espontánea, que no te engañen: para acceder al bono social térmico, previamente había que haber solicitado otro bono también para vulnerables, el bono social eléctrico, que sí requiere requisitos. Es decir, los tres cargos públicos que han recibido la ayuda social han pedido previamente otra ayuda, siendo conscientes de que ni son vulnerables ni les hacía falta. Siendo conscientes de que los recursos públicos son finitos y alguien que los necesite, algún día, dejará de percibir una ayuda por su culpa.