El presidente de Bolivia, Luis Arce, ofreció una entrevista a RT, luego de su primera intervención en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.
En sus declaraciones, el mandatario se refirió a la situación de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo «andar, comportamiento y conducta» es cuestionado por varios países de América Latina.
«El potenciamiento de la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños] es una alternativa y, por lo tanto, enterrar la OEA», señaló Arce, como una de las opciones que se baraja frente a este organismo regional. «Es un organismo que justamente nace de la vida política para reemplazar a la OEA», añadió.
La Celac, dijo, «marca la posibilidad de poder acordar» sobre los «intereses y necesidades comunes» de los países de la región.
Arce insistió en que a la OEA, actualmente, lo que más se le cuestiona es la conducta de su secretario general, Luis Almagro, quien, indicó, «es el que le está poniendo un sello negativo», «le ha dado un tinte político» e «injerencia» a la organización.
Reiteró que bajo su liderazgo se apoyó el golpe de Estado en Bolivia, luego que la OEA presentara un informe preliminar de los comicios de 2019, que no estaba en el acuerdo firmado con el entonces gobierno de Evo Morales, «donde se insinuaban irregularidades»; anomalías «que nunca después se demostraron», pero que, sin embargo, «a partir de eso estallaron todos los hechos, inclusive de violencia», en el país suramericano, que dejaron 38 muertos y la instalación de un gobierno de facto, que encabezó Jeanine Áñez.
«Una mercancía más»
El mandatario boliviano también se refirió a la pandemia del coronavirus, sobre la cual dijo que, lamentablemente, ha mostrado que «la salud es ahora una mercancía más». «Una mercancía que, bajo el sistema capitalista actual, ha mostrado una total deshumanización«, enfatizó.
En este sentido, criticó «el hecho de que las empresas tengan la propiedad intelectual» y que no se ofrezca la fórmula para fabricar las vacunas contra el covid-19 a los países que puedan producirla y acelerar, así, el proceso de vacunación a la población. Aún con ello, aclaró, las compañías «siguen ganando».
«Queda clara la enseñanza para la humanidad: la salud no puede ser una mercancía, los avances científicos que apuntan al mejoramiento de la salud de las personas no pueden ser una mercancía»
Arce considera que el retraso en la vacunación, especialmente en los países más pobres, está generando que no se pueda superar la pandemia del coronavirus.
«Entonces, queda clara la enseñanza para la humanidad: la salud no puede ser una mercancía, los avances científicos que apuntan al mejoramiento de la salud de las personas no pueden ser una mercancía», enfatizó.
En particular, sobre la lucha contra la pandemia en Bolivia, informó que el gobierno de facto, que entregó el poder en noviembre de 2020, «no compró una sola vacuna» contra el coronavirus. Por ello, su administración fue la que logró los acuerdos para el suministro y actualmente tienen cerca de un 55 % de la población vacunada.
Modelo económico exitoso, sin FMI
Por otro lado, Arce señaló que desde 2006, la política económica de Bolivia no contempla ningún programa financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), puesto que, justificó, lo que generan los acuerdos con este organismo «son condicionalidades» con las que el Gobierno boliviano no está de acuerdo.
Esa política de no firmar acuerdos con el FMI se rompió, dijo, solo durante el gobierno de facto, que «se estaba comprometiendo a devaluar la moneda» en un contrato de crédito con el organismo.
Recordó que, por esa razón, una vez que tomó la Presidencia, Bolivia devolvió 351,5 millones de dólares al FMI, que eran parte de ese crédito solicitado en abril de 2020 por Áñez.
«Tenemos nuestro propio modelo económico que ha sido exitoso» y «está dando buenos resultados para el país», comentó el mandatario, e indicó que su propia política ha contribuido con la reducción de los índices de pobreza, desigualdad y desempleo, y ha permitido crecimiento a Bolivia.
Señaló que actualmente están escribiendo el Tomo II del Modelo Económico Social, Comunitario y Productivo, que incluye «industrialización con sustitución de importaciones, incremento de productividad, diversificación del aparato productivo» y profundizar «la distribución del ingreso en el país».
Durante la entrevista, Arce también resaltó la buena relación de Bolivia con Rusia, con acuerdos en diferentes materias; y celebró el diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela en México, el cual ve «con ojos positivos».