Ganó Lula, ganó la democracia en Brasil, ganó una América Latina más progresista. La única sombra de esta histórica es que el ‘bolsonarismo’ sigue vivo.
Ganó Lula, ganó la democracia en Brasil, ganó una América Latina más progresista. La única sombra de esta histórica es que el ‘bolsonarismo’ sigue vivo.