La ministra de Defensa ha protagonizado un puñado de enfrentamientos dialécticos públicos cruzados con la fuerza morada. Hace un mes, desde UP criticaron los «aspavientos belicistas» tras el anuncio de que España enviaría una fragata al Mar Negro.
Las relaciones internas en el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos han vuelto a protagonizar parte de la actualidad política de esta semana. El debate sobre el envío de armas de forma directa por España a Ucrania, tras el anuncio de Pedro Sánchez el pasado miércoles, ha vuelto a manifestar diferencias de criterio entre los socios de Moncloa. Las acusaciones cruzadas entre ambas formaciones se han producido en varias ocasiones. En este sentido, desde la parte socialista, una de las integrantes del Ejecutivo que mayor visibilidad ha dado a estas críticas de forma pública ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles. La última vez, a cuenta de la guerra en el país ucraniano.
A comienzos de esta semana, Robles tachaba de «desconocimiento» las críticas de Podemos al papel de la OTAN en el conflicto iniciado por Rusia. Se refería la ministra a unas palabras del coportavoz del partido morado, Javier Sánchez Serna, señalando la posibilidad de que la OTAN haya «entorpecido las labores de paz».
La cuestión bélica ya había reflejado hace poco más de un mes algunos desencuentros públicos. UP no compartió el ofrecimiento de Defensa a la OTAN para enviar una fragata al Mar Negro. La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, señaló su apuesta por el diálogo y criticó los «aspavientos belicistas» producidos, según indicó, días antes. Robles contestó: «Si a los aspavientos alguien se refiere al trabajo que hacen los militares en La Palma…».
Belarra y Robles han protagonizado algunos cruces de palabras de relevancia desde que comenzó la legislatura. En noviembre de 2020, la ministra de Defensa criticó, en una entrevista realizada en TVE, al exvicepresidente Pablo Iglesias. «No me gusta que en el ámbito político haya personas que piensen que sirven mejor a los ciudadanos que otro. No hay un catálogo de qué es lo mejor y lo peor», señaló. La respuesta de Belarra fue contundente: «Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con Vox, quizá estés haciendo daño a tu gobierno. Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática», escribió en Twitter enlazando las declaraciones de Robles.
Belarra y Robles han protagonizado algunos cruces de palabras de relevancia desde que comenzó la legislatura
Justo también por esas fechas se produjo otro cruce de palabras tras la presentación de UP, junto a ERC o EH Bildu de una enmienda a los Presupuestos para prohibir los desahucios. Robles lamentó que «algunos miembros» del Gobierno olviden que deben gobernar para todos y no solo para sus votantes. Y Belarra le contestó, también en redes sociales. «Efectivamente, tenemos que gobernar para todos, no sólo para los rentistas, la banca o los fondos de inversión. Por eso es urgente prohibir los desahucios, porque cuando te desahucian no te preguntan a quién has votado».
La monarquía, motivo de disputa
Algunas cuestiones relacionadas con la monarquía también han levantado polvareda entre los socios de Gobierno. En agosto del pasado año, Robles respondía así sobre Belarra: «Pone tantos tuits que no comento ninguno», le afeó a su compañera de Consejo de Ministros. Belarra había criticado, en la red social y con motivo del primer aniversario de la huida del rey emérito a Emiratos Árabes, los escándalos «de corrupción e impunidad» de Juan Carlos I, al tiempo que calificó su huida de España como una «grave anomalía democrática» y un «descrédito de las instituciones».
No era la primera vez que se visualizaban las diferencias entre Belarra y Robles por este asunto. En enero de ese año, con motivo del intento de impulsar una comisión de investigación parlamentaria sobre las actividades económicas de Juan Carlos I, se vislumbraron los roces. Robles salió en defensa del rechazo de PSOE, PP y Vox a la comisión de investigación y advirtió de que no es bueno «cuestionar las instituciones en una democracia sólida y seria».
Belarra le contestaba también en Twitter: «Que el Congreso investigue, como han reconocido sus letrados que puede hacer, las actividades presuntamente ilegales de Juan Carlos, es precisamente defender las instituciones. Proteger los privilegios y alinearse con la derecha y los ultras una vez más es decepcionante».
También la ministra de Defensa ha afeado a los morados otras cuestiones como la querella a Meritxell Batet por el caso del escaño de Alberto Rodríguez, aunque finalmente no se produjo ese paso. Robles, del mismo modo, se sumó a las críticas de otros ministros socialistas hacia Alberto Garzón por unos ataques a la ganadería que no fueron tales.
Críticas cruzadas con Iglesias
Con Iglesias, la ministra de Defensa también ha tenido algún que otro roce público. El más reciente, con motivo de las críticas realizadas en un acto electoral en Castilla y León a cuenta también del escenario en Ucrania y Rusia y el papel de la OTAN. «¿Usted se cree, ministra, que la gente es tonta?», señaló. La respuesta de Robles fue la siguiente: «Pablo Iglesias tiene mucho tiempo libre, yo tengo muchas responsabilidades y no tengo tiempo para las opiniones de Pablo Iglesias».
El ex secretario general de Podemos volvió a contestar a Robles en el podcast de Público, La Base, y la acusaba de dejarse querer por la derecha mediática «que para lo único que trabaja es para hacer caer al Gobierno de coalición».
Robles también cuestionó las formas de Iglesias al salir del Gobierno. Fue en una entrevista realizada en La Sexta. «El anuncio lo hizo el mismo día que Sánchez estaba rindiendo un homenaje en Francia en el que se reunía con personas que se habían tenido que exiliar; la comunicación es importante siempre y me parece que no era el momento más adecuado para poner el foco en irse del Gobierno», señaló. En todo caso, según indican ambas fuerzas, la alianza no está en riesgo y el presidente del Gobierno ha manifestado su intención de agotar la legislatura.