Convocadas por la Marea Blanca, los manifestantes han apoyado la huelga que están llevando a cabo los profesionales de la atención primaria y pediatría a la par que han exigido una mayor financiación de la sanidad pública en la región.
Manifestación esta mañana en Madrid por la defensa de la sanidad pública. — Borja Sánchez-trillo / EFE
Las reivindicaciones por una sanidad pública y de calidad en Madrid no cesan. Esta mañana, cerca de 20.000 personas según la Policía Nacional y 30.000 según Delegación del Gobierno han recorrido los escasos metros que separan el Ministerio de Sanidad, en el Paseo del Prado, de la plaza del Museo Reina Sofía, donde al término de la movilización miles de manifestantes ni siquiera han podido acceder. Convocada por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, Marea Blanca, la marcha ha centrado sus mensajes en contra de las políticas sanitarias defendidas desde el Ejecutivo regional, presidido por Isabel Díaz Ayuso.
Pasaban pocos minutos de las 12.00 horas cuando una gran sábana contra los recortes en sanidad y servicios público se desplegaba. Detrás de ella, miles de personas llegadas de diferentes puntos de la Comunidad de Madrid. «Esto se va cada vez más de las manos, a pesar de las alertas que llevamos haciendo durante más de una década», ha dicho Carmen Esbrí a Público. Ella es portavoz del colectivo convocante, ente que cuenta con 97 manifestaciones de este tipo a sus espaldas en los 11 años de existencia. La movilización, además, ha coincidido con la huelga que los profesionales de atención primaria y pediatría están llevando a cabo en la Comunidad para mejorar sus condiciones laborales y, también, las condiciones en las que se ven obligados atender a los pacientes.
Los convocantes han hecho gran hincapié en la situación en la que se encuentra la atención primaria en la región: «Desde hace más de tres años, hay unos 200.000 ciudadanos que carecen de médico asignado, porque su médico se jubiló, está de baja o en excedencia, y no han cubierto dichos puestos de trabajo, por lo que se está vulnerando la Ley de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid», ha comentado Esbrí durante la marcha.
En esta movilización, en la que apenas han participado jóvenes, se han escuchado cánticos como «Ayuso dimisión», «nada para la privada» y «recortar en sanidad es un acto criminal». En ella también han participado representantes políticas de izquierda, como Mónica García, líder de Más Madrid en la Comunidad, y Alejandra Jacinto, coportavoz del grupo parlamentario Unidas Podemos en la cámara regional. Las dos han reivindicado a la presidenta Isabel Díaz Ayuso que cese su ataque constante a los profesionales sanitarios.
En este sentido, según recoge Europa Press, García ha calificado de «chapuza» la gestión del Gobierno de la Comunidad y ha denunciado la situación de «ataque constante» que vive la sanidad pública, la cual considera «uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad».
Una hora después de su inicio, la manifestación enfilaba sus últimos metros, encarando ya el Museo Reina Sofía, cuya plaza ha terminado abarrotada. Ante miles de personas, diferentes miembros de la Marea Blanca han tomado la palabra: «Yo defiendo la sanidad pública porque, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todos los seres humanos son iguales, sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición», han recalcado a los allí presentes, quienes han respondido con un sonoro aplauso.
La región más rica que menos financia la sanidad
«Yo defiendo la sanidad pública porque los presupuestos en la sanidad pública deben alcanzar inversiones de al menos el 7,5% del PIB, y de ellos un 25% dedicados a la atención primaria, para cumplir con el modelo sanitarios que se perfiló en la Ley General de Sanidad en 1986, aún vigente», han reivindicado también, no sin añadir la situación que viven los 212.258 niños y niñas que según la Asociación Española de Pediatría no tienen pediatra asignado ni médico de familia que realice dichas funciones.
Las derivaciones, otro tipo de privatización
La misma Esbrí ha compartido con los presentes cómo, desde octubre de 2021, la Consejería de Sanidad de la Comunidad ha dejado sin asistencia sanitaria a 30.000 personas, sin comunicación previa y sin plazo de reacreditación, según sus palabras. Por ello, han pedido la derogación del Real Decreto Ley 16/2012 y que se permita el acceso a una sanidad plenamente universal en todo el territorio y a todas las personas, independientemente de sus circunstancias administrativas. La atención hospitalaria ha sido otro de los puntales en los que se han detenido desde la Marea Blanca. Estas son las palabras que les ha dedicado: «Seguimos con largas listas de espera que ejercen presión sobre los usuarios y producen demorar vergonzosas e inadmisibles; muy eficaces para que los pacientes se vean forzados a acudir a la sanidad privada».
También se han mostrado en contra de las derivaciones, que han denominado como una «privatización silenciosa que no perciben los usuarios, pero día tras día los pacientes derivados hacen que se multipliquen los millones de euros que se desvían desde la sanidad pública a los bolsillos de accionistas de las empresas privadas», en sus propios términos. Es en este punto cuando han mencionado a Elliott, uno de los fondos buitre «más agresivos del mundo», que opera en hospitales de la Comunidad de Madrid y que se lleva uno de cada dos euros presupuestados en al sanidad pública, tal y como han recordado desde el colectivo convocante.
Asimismo, la cifra que manejan desde la Marea Blanca en cuanto al beneficio económico que diferentes empresas mercantiles y especuladoras que obtienen de la sanidad pública supera los 30.000 millones de euros. «Más del 40% de los recursos públicos en sanidad van a parar a manos privadas», han incidido.
Apoyo unánime a la huelga indefinida de sanitarios
La huelga de profesionales sanitarios de la atención primaria y pediatría no ha pasado desapercibida. Dora Bejarano es miembro del comité de huelga y delegada del sindicato Amyts para el sector de atención primaria: «Luchamos por un control efectivo de la demanda de la sobrecarga que sufrimos médicos de familia y pediatría. Nada más que 10 minutos por adulto y 15 por niño, para poder atenderles como se merecen».
Dora Bejarano: «Lo que nos ofrecen ni siquiera se aproximan a nuestras reivindicaciones»
Bejarano también se pronuncia sobre las plazas de pediatría y medicina de familia que están sin cubrir. «Queremos que estas plazas sean los suficientemente atractivas y competitivas para evitar que esos profesionales terminen en otros ámbitos sanitarios e, incluso, en otras regiones de España», dice esta sanitaria miembro del comité de huelga. También exigen las demandas que ya se aprobaron en un paro anterior, realizado en 2020, pero cuyos avances no se llegaron a efectuar por parte de la Consejería de Sanidad, liderada por Enrique Escudero. «Lo que nos ofrecen ni siquiera se aproximan a nuestras reivindicaciones, entre las que se encuentra una mejoría de nuestras retribuciones, porque un médico de familia o pediatra recién salido de la universidad, sin complementos, tienen un salario absolutamente ridículo», ha añadido esta profesional en huelga.
Mientras la manifestación llegaba a su término con algunos discursos por parte de otro sanitario en huelga y del Sindicato de Estudiantes, que ha reivindicado una huelga general de los profesionales de los servicios públicos, miles de personas aún continuaban en la calle Atocha, sin poder entrar en la atestada plaza del Museo Reina Sofía. «Sin sanidad pública cada día hay más desigualdad y nuestra patria necesita a todos con salud o estaremos dilapidando nuestro futuro por unos cuantos buitres», han clausurado la movilización justo antes de escucharse gritos que pedían la dimisión de Ayuso.