La marcha en apoyo al expresidente ultraderechista pide una intervención militar para derrocar a Lula da Silva, ganador de las últimas elecciones.
Imágenes de los seguidores de Bolsonaro asaltando el Congreso brasileño. — EVARISTO SA / AFP
Centenares de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro han asaltado este domingo el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo, y la Corte Suprema, después de haber invadido el Congreso Nacional en actos golpistas contra el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, contra el que piden una intervención militar para derrocarle tras ganar las elecciones.
El grupo, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al tejado de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y algunos entraron dentro de la sede legislativa.
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso.
También destruyeron barreras de protección y armados con palos se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.
Los campamentos de los bolsonaristas radicales se han multiplicado en todo Brasil
Lula, que asumió la Presidencia de Brasil el pasado día 1, se encuentra este fin de semana de viaje en la ciudad de Araraquara, en Sao Paulo. Centenares de bolsonaristas radicales están acampados frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día posterior a las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro.
Los campamentos de los bolsonaristas radicales, que se han multiplicado en ciudades de todo el país, comenzaron a ser desmontados el viernes en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, donde ocurrieron algunos disturbios.
El sábado, el ministro de Justicia, Flávio Dino, autorizó la actuación de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de élite de los cuerpos de Policía de todo el país, que se moviliza para misiones especiales.
Desde el triunfo de Lula en la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, con el 50,9 % de los votos válidos frente al 49,1% de Bolsonaro, los simpatizantes de este se han concentrado en las afueras de los cuarteles del Ejército.
Antes de la invasión del Congreso, Dino se pronunció en las redes sociales y dijo que los opositores deberán esperar hasta 2026, cuando se celebren las próximas elecciones presidenciales, así como el actual Gobierno esperó entre 2018 y 2022.
En un comunicado, Dino manifestó que el Ministerio de Justicia convocó una reunión de emergencia con los organismos de seguridad para hacer frente a las manifestaciones.