La Residencia El Salvador, en Lagartera, un municipio de Toledo a poco más de 150 kilómetros de Madrid, está viviendo una situación dramática en el marco de la pandemia de coronavirus, que recuerda a lo vivido en este tipo de centros durante la primera ola en España, todo ello después de que sus residentes hubieran recibido la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.
En este geriátrico, gestionado por la organización sin fines de lucro Mensajeros de la Paz, siete internos han fallecido en los últimos días. Del resto de residentes, 71 en total, todos excepto uno están infectados por el SARS-CoV-2. Cuatro de ellos, además, se encuentran hospitalizados.
Síntomas seis días después de la primera dosis
El pasado 13 de enero, tanto los residentes como los trabajadores de este centro recibieron la primera dosis de la vacuna de Pfizer. A los seis días comenzaron a manifestarse los primeros síntomas en diez de los ancianos, pero en un primer momento se atribuyó a los efectos secundarios del fármaco.
Además, días antes, también los trabajadores comenzaron a mostrar síntomas. Actualmente, los 33 empleados del centro evolucionan positivamente, pero no se incorporarán a sus puestos de trabajo hasta presentar una PCR negativa.
La tragedia ha sucedido después de que este centro de Lagartera consiguiera permanecer libre de covid durante las dos primeras olas, mientras que, sobre todo en la primera, el virus hizo estragos en los geriátricos, que albergan la población más vulnerable al nuevo coronavirus.
El comunicado que la residencia de mayores ha mandado a los medios de comunicación señala que la segunda dosis de la vacuna está previsto que sea administrada el próximo 3 de febrero y que dos días después, el 5, está programada una nueva PCR.