La periodista española y cofundadora del partido de extrema derecha Vox, Cristina Seguí, ha conseguido ser reiteradamente ‘trending topic’ en Twitter durante los últimos tres días por sus desagradables comentarios aludiendo a la situación de Afganistán y, en concreto, a las lúgubres perspectivas a las que se enfrentan sus mujeres y niñas.
El tuit que ha levantado las mayores críticas e indignación se refería al ofrecimiento del Gobierno de las Islas Baleares para acoger mujeres y niñas refugiadas afganas, al que la periodista ha respondido: «¿Necesitáis niñas para los puteros de la isla, Francina Armengol?», en alusión directa a la presidenta de esta región española.
La barbaridad espetada por Seguí ha sido contestada, además de por multitud de ciudadanos anónimos, por periodistas, políticos, activistas y otras personalidades, como Esteban Navarro, Gonzalo Boye o Julián Macías Tovar.
Algunas de las palabras más repetidas al comentar esta publicación han sido «vergüenza» o «asco», incluso algunas personas, como el periodista y profesor Antón Losada, no ha dudado en asegurar que Seguí ha cometido varios delitos, como calumnia y acusación falsa.
Seguí no solo ha mantenido la publicación y no se ha retractado, sino que ha reafirmado su postura en numerosas publicaciones posteriores a las que ha añadido nuevas polémicas, igualmente censuradas por numerosos usuarios.
En los sucesivos tuits no ha dudado en mostrar su desconocimiento geográfico y social calificando a la sociedad afgana, así como a otras como la pakistaní o la indonesia, de «moras», término popular con connotaciones peyorativas que habitualmente se usa para designar a las personas naturales del Magreb. Así, no se sabe si, de manera intencionada, confunde etnia, cultura, religión e ideología, cubierto de una pátina de xenofobia.
Además, la exmilitante de Vox (abandonó la formación ultraderechista en 2014) ha agregado a la acusación vertida hacia Armengol otra de iguales características contra la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, otra de las regiones españolas que se ha ofrecido al acogimiento de refugiadas afganas.
«Deplorable» y «miserable» han sido otros de los calificativos que le han dedicado políticos de otros partidos y otras muchas personas.
Lo cierto es que la de Cristina Seguí no ha sido una actitud aislada, sino que desde que se produjo la toma de Kabul por los talibanes el pasado domingo, tras la salida de las tropas estadounidenses, en España la ultraderecha no ha parado de utilizar la situación afgana para atacar al Gobierno y, más en concreto, al movimiento feminista.
Así, el primer día fue tendencia por este motivo la ministra de Igualdad, Irene Montero, a la que se acusaba de no hacer nada por la situación de las mujeres en el país asiático. A partir de ahí, se comenzaron a publicar múltiples tuits preguntándose dónde estaban las feministas y que hacían para paliar la situación de mujeres y niñas afganas.
Esta última corriente acabó siendo contrarrestada por un alud de tuits que se preguntaban por el papel de las feministas en cualquier ámbito a modo de ironía, utilizando el humor tan propio de esta red social.