En particular, Yevguén Karás, quien lidera el movimiento C14 desde 2009, mencionó a Hungría, cuyas relaciones con Ucrania se han tensado por el trato que recibe de las autoridades ucranianas la minoría étnica húngara.
Yevguén Karás, líder del movimiento de ultraderecha ucraniano C14 (ahora, denominado ‘La base del futuro’), afirmó que Ucrania generará problemas a muchos países si los nacionalistas llegan al poder; así lo sostuvo el pasado sábado durante una conferencia dedicada a Stepán Bandera, líder nacionalista ucraniano que colaboró con los nazis durante la II Guerra Mundial.
Al comentar la militarización de Kiev, en medio de las especulaciones mediáticas sobre una supuesta invasión inminente de Rusia, el nacionalista declaró: «Nos han dado tantas armas ahora, no porque seamos buenos […], sino porque cumplimos con las tareas de Occidente, porque somos los únicos que estamos listos para cumplirlas ya que nos divertimos, para nosotros es divertido matar y es divertido guerrear».
«Y por eso surgió esta nueva alianza […], donde están Turquía, Polonia, Gran Bretaña, Ucrania. Somos el buque insignia aquí, porque estamos iniciando una guerra que no se ha visto en los últimos 60 años», continuó Karás y supuso que en el futuro Ucrania puede aumentar aún más su potencial bélico.
«Imagínense cuántas armas tenemos, cuántos veteranos tenemos. Ahora imagínense que Rusia está desapareciendo, se está desmoronando […]. ¡Qué ojos se le quedarán a Budapest!», afirmó el ultraderechista, en referencia a la tensión que existe entre Ucrania y Hungría por el trato que recibe de las autoridades ucranianas la minoría étnica húngara en el oeste de Ucrania.
«Si los nacionalistas llegan al poder, Ucrania se convertirá en un problema no solo para los países de la UE […], sino también para muchos países del mundo», enfatizó Karás.
12 años de impunidad
Fundada en 2009, la C14 (también conocida como Sich en ucraniano) reúne en sus filas a radicales ultraderechistas, muchos de los cuales han participado en el conflicto en el este de Ucrania. Asimismo, la organización ha estado involucrada en varios ataques contra activistas de izquierda, periodistas, así como contra la comunidad romaní.
En 2015, dos activistas de C14 fueron acusados por el asesinato del escritor y periodista Olés Buziná. Sin embargo, los dos sospechosos todavía están en libertad.
La Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado de Estados Unidos, en un informe del 2018 sobre los derechos humanos en Ucrania, calificó al C14 y al Cuerpo Nacional como «grupos de odio».
En el 2017, uno de los exmiembros de C14 acusó a Karás en haber colaborado con el Servicio de Seguridad Nacional de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano). Dos años después, el entonces Ministro del Interior del país, Arsén Avákov, confirmó esa afirmación, declarando que los agentes del SBU llevaron material propagandístico a uno de los mítines del movimiento. El propio Karás nunca ha sido arrestado ni perseguido por su actividad.