ONU exige a EEUU investigar bajas civiles en sus ataques en Siria

Un helicóptero del Ejército de EE.UU. sobrevuela en la frontera de Turquía con Siria, 8 de septiembre de 2019. (Foto: Getty Images)

Un grupo especializado de las Naciones Unidas insta a EE.UU. a realizar una pesquisa sobre las bajas civiles ocurridas durante ataques aéreos en el país árabe.

La Comisión de Investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Siria comunicó el miércoles una “recomendación a Estados Unidos y a todas las partes para que lleven a cabo investigaciones creíbles, independientes e imparciales sobre los incidentes que conlleven víctimas civiles en los que estén implicadas sus fuerzas”.

Los expertos internacionales sobre crímenes de guerra pidieron también a los países involucrados en la guerra en Siria que lleven ante la justicia a los responsables de las violaciones y que hicieran públicos sus hallazgos.

Además, destacaron la necesidad de suavizar las sanciones impuestas a Siria para mitigar el impacto de embargos en la población civil, que se enfrenta a la escasez y a una inflación “disparada”.

Las operaciones de EE.UU. en el territorio sirio han causado la muerte de miles de civiles en el país levantino. Washington y sus aliados se instalaron en Siria desde 2014, sin contar con la debida autorización del Gobierno de Damasco para ello, bajo el pretexto de combatir al grupo terrorista Daesh.

 

Desde ese entonces, tal y como admitió en su día el expresidente estadounidense Donald Trump, esas tropas han estado en el país levantino por el petróleo. Es más, se han dedicado a apoyar, de diversas formas, a las bandas extremistas presentes en Siria, teniendo como meta final deponer al Gobierno sirio.

El pasado mes de noviembre, el diario estadounidense The New York Times (NYT) informó que dos ataques aéreos consecutivos de aviones de combate de EE.UU., realizados en el 2019, cerca de la ciudad de Al-Baquz, ubicada en la provincia de Deir Ezzor (este de Siria), mataron a al menos 64 mujeres y niños, lo que podría constituir un crimen de guerra.

Tras la divulgación del informe, el Comando Central de Estados Unidos (Centcom, por sus siglas en inglés) confirmó por primera vez los ataques aéreos lanzados, admitiendo solo 80 muertes, entre ellas 60 de civiles.