Organizaciones de derechos humanos y periodistas denuncian el robo de órganos de cadáveres palestinos

Fosa común en la franja de Gaza — Euro-Med Human Rights Monitor

Cabe resaltar que el robo de cadáveres palestinos ha sido una política israelí constante y tiene dos propósitos: transformar los cadáveres en moneda de cambio para obtener ganancias políticas y castigar colectivamente a las familias palestinas afligidas privándolas de la capacidad de enterrar adecuadamente a sus seres queridos


La organización independiente, Euro-Med Human Rights Monitor, ha informado de su preocupación por el hecho de que el régimen israelí hubiera  robado órganos de cadáveres palestinos, citando a profesionales médicos que han documentado la evidencia de este “posible robo de órganos por parte del ejército israelí”, que incluiría “cócleas y córneas” que se han reportado “perdidas”, además de otros órganos vitales como “hígados, riñones y corazones” de cadáveres palestinos devueltos por el ejército israelí al sur de Gaza.

Los cadáveres a los que faltan órganos fueron robados de las proximidades de los hospitales Al-Shifa y The Indonesian en Gaza, como informaron médicos y periodistas el 18 y 20 de noviembre. Según Euro-Med Human Rights Monitor, “el ejército israelí también desenterró y confiscó los cuerpos de una fosa común establecida hace más de diez días en uno de los patios del Complejo Médico Al-Shifa”.

Aunque el ejército israelí ha devuelto muchos de los cadáveres robados al Comité Internacional De la Cruz Roja, decenas de ellos siguen bajo custodia israelí. Cabe resaltar que el robo de cadáveres palestinos ha sido una política israelí constante y tiene dos propósitos: transformar los cadáveres en moneda de cambio para obtener ganancias políticas y castigar colectivamente a las familias palestinas afligidas privándolas de la capacidad de enterrar adecuadamente a sus seres queridos. La legalidad de estas prácticas necroviolentas ha sido confirmada tanto por el gobierno israelí como por la Corte Suprema.

Los informes sobre robo de órganos israelíes no son escasos. En 2009, The Guardian informó que “Israel admitió que patólogos extrajeron órganos de palestinos muertos y de otras personas sin el consentimiento de sus familias” (Ver también CNN, NBC News, etc.)

Aunque el ejército israelí ha devuelto muchos de los cadáveres robados al Comité Internacional De la Cruz Roja, decenas de ellos siguen bajo custodia israelí

Euro-Med Monitor cita ‘Over their dead bodies’, un libro de la doctora israelí Meira Weiss, en el que se revela que “los órganos extraídos de palestinos muertos fueron utilizados en investigaciones médicas en las facultades de medicina de las universidades israelíes y fueron transplantados a los cuerpos de pacientes judíos-israelíes”.

Euro-Med Monitor señala que “Aún más preocupantes son las confesiones de Yehuda Hess, exdirector del Instituto Abu Kabir de Medicina Forense de Israel, sobre el robo de tejidos humanos, órganos y piel de palestinos muertos durante un período de tiempo sin el consentimiento o aprobación de sus familiares”.

La serie de televisión de investigación israelí “Orly and Guy return with answers” transmitió un episodio sobre el Instituto Israelí de Medicina Forense que trataba en detalle la sustracción ilícita de órganos de los cuerpos de “palestinos, inmigrantes y trabajadores extranjeros” muertos. (Ver la transcripción aquí)

Quienes hemos sacado a la luz este tema, me incluyo, hemos sido continuamente objeto de acoso y castigo y acusados de “difamación de sangre”. Un ejemplo de esto es el caso de un maestro del condado de Montgomery a quien se le puso  en licencia por publicaciones en las redes sociales en las que denunciaba la necroviolencia israelí. Nicole Asbury, del Washington Post, informó sobre este incidente y afirmó falsamente que “no hay evidencia de sustracción de órganos” a pesar de la amplia evidencia al respecto.

Eur-Med Human Rights Monitor ha pedido “La creación de un comité internacional independiente de investigación sobre sospechas de robo de órganos”.


Este artículo es una traducción al castellano del siguiente tuit del periodista y escritor Mohammed El-Kurd, corresponsal para Palestina de The Nation: