Los comerciantes de Vigo y su área de influencia, preocupados por el futuro del comercio local y de cercanía de nuestra ciudad y también por el de los ayuntamientos limítrofes (Baiona, Gondomar, Nigrán, Ponteareas, Porriño, Mos, Redondela, Moaña y Cangas, Bueu…), nos unimos en la Plataforma Por el Comercio Local, No al megacentro denominado Porto Cabral. Un proyecto que pretende implantar en las afueras de Vigo uno de los mayores centros comerciales de Europa, promovido por Eurofund Investments, un fondo de inversión radicado en Luxemburgo y que repercutirá muy negativamente en el comercio local de toda la zona, en las formas de consumo y socialización de nuestros ayuntamientos y barrios, y en el modelo de ciudad sostenible que deseamos.
Este grupo inversor está utilizando informaciones de dudosa credibilidad, en las que promete miles de empleos, millones en inversiones y un teórico empuje económico para Vigo y su área de influencia. Informaciones tras las cuáles se esconde un modelo de negocio y de ciudad muy distante del que todos queremos. Y para eso, en un intento de dividir al comercio local, cerró acuerdos económicos con algunas asociaciones que consideramos una compra encubierta de voluntades y una estrategia para vender un apoyo de los comerciantes a Porto Cabral que no es tal. Somos una gran mayoría de este sector (80{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} en estos momentos), y de otros indirectamente afectados, los que nos unimos en esta plataforma y nos manifestamos en contra de este proyecto.
No es cierto que Porto Cabral vaya a crear empleo. Al contrario. Son muchos los estudios sobre la incidencia de grandes áreas comerciales que demuestran que la apertura de este tipo de complejos implica el cierre de numerosos establecimientos del comercio local. Las estadísticas indican que por cada 2 empleos que se crean en centros comerciales, se destruyen 3 en el comercio local, por lo que la puesta en marcha de Porto Cabral destruiría miles de empleos en toda la zona (unos 6.000). Como ejemplo más próximo, el caso de A Coruña: En la última década, un total de 4.000 pequeños establecimientos cerraron en A Coruña, destruyendo 6.000 puestos de trabajo, mientras aterrizaban en la ciudad centros como Marineda City o Dolce Vita (este último cerrado ya).
Además, sus visitantes no pisarán Vigo, ya que allí tendrían todo lo necesario para pasar un día completo. Por lo tanto, los beneficios de este gran centro apenas repercutirán en su entorno. Será un mínimo porcentaje de ese dinero el que regresaría a Vigo y su área, mientras que de los beneficios del comercio local, un 50{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} retorna a la economía de su zona.
El impacto de esas miles de visitas previstas (20 millones al año, según los promotores de Porto Cabral) afectará negativamente a los negocios de distintos sectores. Pero no solo al pequeño comercio sino también a los centros comerciales ya existentes en la ciudad (Gran Vía, Camelias, Plaza Y, Travesía, A Laxe). Como sucedió en A Coruña, corren el riesgo de cerrar y contribuir así la destrucción masiva de empleo.
Trasladar nuevas opciones de ocio y comercio en las afueras implica que la vida de Vigo, de nuestros barrios, y también de nuestros municipios limítrofes se verá muy afectada. Así, se convertirá poco a poco, en una ciudad vacía y fantasma, desertizando la mayoría de sus barrios y zonas de ocio. Esto pondrá en peligro la seguridad del vecindario y hará más peligrosa la vida en Vigo, en sus barrios y en los ayuntamientos vecinos.
Afectará negativamente a la sostenibilidad ambiental en la ciudad y su área, ya que aumentará la dependencia del vehículo privado y, con eso, provocará un mayor nivel de contaminación. Alejándonos así del objetivo de la reducción progresiva de CO2 y del estilo de “Ciudad de distancias cortas” en el que vayamos hacia un modelo donde se priorice la reducción del tráfico motorizado.
Esta nuevo área comercial destruirá 600.000 de m2 de monte (300.000 metros cuadrados de área comercial y de ocio) en la corona verde que rodea el ayuntamiento de Vigo. Actuación que va en contra del aprovechamiento sostenible del monte y de su valor natural.
Ponen en peligro la vida futura de los vecinos del barrio de la parroquia de Cabral, Becerreira, con el riesgo de destrucción de 70 viviendas que afectaría a 200 personas, en un posterior desarrollo urbanístico de esa zona.
A nivel de consumo de energía, este macrocentro no va en la línea del Vigo que deseamos, en el que se debe apostar por reducir sus construcciones a un tamaño manejable en un mundo de limitaciones energéticas.
El proyecto también tendrá un impacto negativo en la vida cultural, de ocio y de convivencia en la ciudad y en los ayuntamientos del área. Y, en paralelo, provocará una uniformidad del mercado entre la población, desarraigo del propio, desculturización y una progresiva pérdida de identidad con su entorno, haciendo una sociedad más frágil y vulnerable.
Sobre las garantías de futuro, este tipo de negocios igual que llegan, se van. Sus márgenes de beneficios y pérdidas son muchos más estrechos, y en cuanto las cuentas no salen, cierran y buscan nuevos oportunidades en otras zonas. Todo lo contrario que el comercio local, que está totalmente involucrado en el tejido social y económico de su entorno, porque es el suyo.
POR TODO ELLO
Pedimos tu apoyo porque creemos que no se trata simplemente de oponerse a un proyecto como Porto Cabral, con el impacto negativo que tendrá sobre todos nosotros, sino en empezar a trabajar por fomentar otro modelo de ciudad, otros modelo de consumo, más ligados a la vida de nuestros barrios y a los productores de nuestra tierra. Y solicitamos a las autoridades competentes en este asunto, Xunta de Galicia, Ayuntamiento de Vigo y otros ayuntamientos del área, que no apoyen esta iniciativa y que, con nuestra colaboración, reflexionemos juntos sobre la ciudad y área metropolitana que queremos los que aquí vivimos y trabajamos. Y no asumir un modelo que nos impone una multinacional extranjera.
Es bueno administrar priorizando nuestro comercio local.