Los objetos voladores no identificados [ovnis] existen por obra y gracia de Rusia. Es la más reciente y esperpéntica afirmación que lanzan políticos y militares retirados de EEUU, respaldados por El Pentágono que filtró un vídeo y cuyas reacciones comenzaron a explotar como si de una bomba de racimo se tratase. Y lo dicen en serio.
‘Deadline’ para la ‘Inteligencia’ de EEUU
El Comité de Inteligencia del Senado de EEUU ha ordenado al director de Inteligencia nacional que este mes de junio debe presentar un informe a los comités de inteligencia y de servicios armados del Congreso sobre fenómenos aéreos no identificados. El dossier debe incluir un análisis detallado de los datos sobre fenómenos aéreos no identificados y los informes de inteligencia recopilados por o en poder de casi todas las agencias de inteligencia del país.
Entre otras cuestiones, también debe contener la identificación de cualquier incidente o patrón que indique que un potencial adversario pueda haber alcanzado capacidades aeroespaciales revolucionarias que podrían poner en riesgo a las fuerzas estratégicas o convencionales de EEUU.
Un informe que se debe presentar en un contexto en que el Pentágono ha filtrado [para luego ratificar su autenticidad] un vídeo que muestra un objeto volador no identificado sobre las costas de California. El audiovisual en cuestión fue grabado por personal de la Armada de EEUU y está siendo investigado por una unidad especial de su inteligencia naval.
Jeremy Corbell, documentalista que difundió el video en cuestión, afirmó que la grabación se realizó desde el Centro de Información de Combate del buque de combate litoral USS Omaha el 15 de julio de 2019 y que el avistamiento tuvo lugar en las inmediaciones de San Diego. Detalló que luego no se encontró ningún resto o rastro del extraño objeto, de forma esférica.
Desvarío de manicomio
Entonces llegan las noticias de último momento. Personalidades de EEUU anuncian en diferentes medios que los ovnis que han merodeado por el planeta Tierra de forma pertinaz tras la Segunda Guerra Mundial, muy probablemente sean rusos. Y no, no se trata de uno de los capítulos de aquella serie de ciencia ficción de culto de la década de 1990 ‘The X files’.
«Entre medios [de comunicación] serios, pues sólo podría dar lugar a chistes, memes, chascarrillos, y cosas por el estilo», dice al respecto el analista internacional Juan Aguilar.
Entrevistado para el programa estrella ’60 Minutes’ de la cadena CBS, el expiloto de la Armada de EEUU Ryan Graves contó que los miembros de su escuadrón de cazas F/A-18 veían objetos aéreos no identificados en un espacio restringido cerca de Virginia Beach, en la costa atlántica del país, casi a diario entre 2015 y 2017. El militar sostiene que este tipo de objetos representa una amenaza para la seguridad y no descarta que podría tratarse de un intento de vigilancia de otro país, como Rusia o China.
En este sentido, Aguilar advierte que hay un aspecto que sí hay que tomarse en serio. «Está claro que el Estado profundo, que es quien domina en Washington, ha decidido iniciar dos campañas mediáticas terribles: una contra China por el asunto del origen del Covid-19; y la otra es contra Rusia, subliminalmente dejando caer que toda esta fenomenología de los platillos volantes que desde el año 1947 viene siendo una especie de mito urbano, no obedece más que a una serie de armas secretas, primero soviéticas y después rusas, por supuesto, bajo órdenes exclusivas de Vladímir Putin», ironiza el analista.
También se publicaron en el New York Post unas declaraciones del exjefe del Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas del Pentágono, Luis Elizondo, quien avisó que el próximo y mentado informe podría revelar un fracaso de las agencias de inteligencia estadounidenses «al nivel del 11 de septiembre». Asimismo, abrió la posibilidad de que los ovnis sean en realidad «tecnología extranjera adversaria que durante varias décadas ha logrado superarnos y evadir a los 18 miembros de la comunidad de inteligencia».
En este sentido, hay un hecho que debería ser inquietante, tanto para las autoridades de EEUU, como para sus ciudadanos: ¿cómo puede ser posible que un país que gasta por encima de los 750.000 millones de euros en Defensa, tenga tecnologías tan inferiores a un país como Rusia, que gasta menos del 10% de esa cantidad de dinero? Y también se abre otra interrogante: ¿cómo es posible, que si Rusia tuviera esa tecnología, sea EEUU la máxima potencia militar mundial?
«Eso indicaría una falta de credibilidad y de confianza absoluta. […] Todo esto no resiste el mínimo análisis crítico. Pero yo soy pesimista. Creo que se llegará al punto en que la población norteamericana es capaz de creerse cualquier cosa, y deben estar pensando que Putin tiene una flota de platillos volantes debajo del Ártico, o Dios sabe dónde, y que los saca para burlarse de los EEUU, porque para otra cosa no los utiliza: no los utiliza para la guerra en Siria, para nada. No, los utiliza para burlarse de los EEUU. Esto no resiste el mínimo análisis crítico», sentencia Juan Aguilar.