El Gobierno norcoreano ha criticado al secretario general de la ONU por sus comentarios en apoyo a la desnuclearización total del país.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, mantuvo el viernes una reunión con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, donde manifestó su “compromiso claro” con la desnuclearización de Corea del Norte y lo calificó como un “objetivo fundamental” para la paz, estabilidad y seguridad de toda la región.
En reacción, el viceministro de organizaciones internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Kim Son Gyong, ha dicho este domingo que el programa nuclear del país es una “elección inevitable” en defensa de su propia seguridad.
“La desnuclearización completa, verificable e irreversible de Corea del Norte, pregonada por Estados Unidos y sus fuerzas vasallas, es solo una violación de la soberanía del país, ya que exige el desarme unilateral”, ha dicho al respecto.
Tras acusar a Guterres de mostrar “simpatía” por las políticas hostiles de Washington a Pyongyang, el titular ha aconsejado al secretario general tener cuidado con las palabras y los hechos tan peligrosos como “echar gasolina al fuego”.
En este sentido, Kim ha indicado que Guterres no debe solicitar, ni aceptar órdenes del gobierno de un país específico, y debe abstenerse de realizar cualquier acto que pueda menoscabar su posición como funcionario internacional.
Pyongyang, que es objeto de duras sanciones por sus pruebas de misiles, ha asegurado en varias ocasiones que sus arsenales nuclear y balístico no representan ninguna amenaza para otros países, solo apuntan a “un enemigo: Washington”, y su aliado cercano, Seúl, capital surcoreana, por sus hostilidades y ejercicios militares conjuntos.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha asegurado que su país continuará el desarrollo de sus “formidables” capacidades de ataque para garantizar su seguridad ante amenazas imperialistas.