RTVE licita un estudio para averiguar por qué la ven tan pocos españoles

La audiencia de la corporación se encuentra en mínimos históricos. Ha licitado un contrato para averiguar la percepción de los españoles sobre sus programas

Carlos Franganillo y Ana Blanco. RTVE
ACTUALIZADO 

Los responsables de RTVE quieren saber la opinión de los ciudadanos con respecto a los contenidos que ofrece la televisión pública. Por esta razón, han iniciado una licitación para encontrar una empresa que les ayude a responder algunas preguntas al respecto. Entre ellas, la relacionada con la percepción de este servicio público por parte de los ciudadanos y con los aspectos que les interesan y les hastían.

Esta decisión la han adoptado en el momento más complicado de la historia de la corporación, cuando sus audiencias se encuentran en mínimos absolutos y cuando el estreno de cualquier programa está cargado de incertidumbres. Sin ir más lejos, el pasado miércoles se iniciaron las emisiones del espacio de entretenimiento Enred@d@s, producido por Mediapro (Jaume Roures), y su audiencia fue del 3,6%. El jueves fue de 5,3 puntos. A esa hora, El Hormiguero logró el 16,6% de la cuota de pantalla.

Esta situación también ha afectado a los programas más veteranos de la parrilla. Los noticiarios de La 1 son terceros, con una audiencia que diariamente equivale a la mitad de la que registran los informativos de Antena 3 Noticias.

Por otra parte, espacios como Cuéntame cómo pasó (9,8%) y Maestros de la costura (10,9%) cosechan una audiencia mucho menor de la que obtenían en sus mejores tiempos. Y apuestas de la actual Dirección, como el programa de cocina de los hermanos Torres o el debate conducido por Javier Ruiz apenas si llegan al 5% de cuota de pantalla.

RTVE echó a rodar un convoy hace unos meses, dentro de un proyecto denominado La gran consulta, con el que pretendía conocer la opinión de los ciudadanos de varias ciudades españolas sobre la corporación. Convocó una encuesta que, según sus fuentes, ha sido respondida por 120.000 personas, y cuyos resultados todavía no se conocen.

Pese a que este proceso no ha finalizado, sus directivos han decidido gastar 24.000 euros -el presupuesto de la licitación- en un estudio paralelo con el que conocer la percepción de la población sobre RTVE. Y, claro, saber el porqué cada vez menos televisores sintonizan las imágenes de La 1, La 2, Canal 24 Horas, Clan y Teledeporte.

El objeto del contrato de RTVE

“La profunda transformación que está teniendo lugar en el mercado audiovisual requiere de cambios en las estrategias de gestión, en la estructura empresarial y en la producción y distribución de contenidos de los servicios públicos audiovisuales”, detalla el pliego del concurso.

Después, añade: “En esta coyuntura se vuelve imprescindible conocer con mayor exactitud el beneficio o el valor que el servicio público genera tanto a los individuos como a la sociedad en su conjunto, con el fin de establecer nuevas y mejores estrategias orientadas a incrementar la calidad de su servicio público de radio televisión y de poder elaborar otros indicadores complementarios de rendimiento o valor del servicio público audiovisual. Esta cuantificación del valor e impacto del servicio público viene a completar otras investigaciones que se realizan de forma recurrente desde la Dirección de Audiencias”.

Hay que recordar que la autoridad audiovisual estatal es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y que se encarga de realizar informes periódicos sobre el grado de cumplimiento del servicio público por parte de RTVE.

El 17 de marzo del año pasado, aprobó el estudio correspondiente a 2018. En el documento, puso la lupa sobre el porcentaje de producción interna de los contenidos informativos que realiza TVE, que era del 94,8%, cuando la ley -Mandato Marco– le obliga a que sea el 100%.

“RTVE debe potenciar el uso de sus recursos internos y volver a programar el número de horas semejantes a las de ejercicios anteriores”, expuso el estudio.

Una televisión muy grande

Unos años antes, la CNMC señaló las dificultades de la corporación para competir en el mercado audiovisual actual, dado el elevado porcentaje de recursos que dedica a sufragar los costes fijos del servicio público. Sin ir más lejos, su gasto en personal asciende a más del 40% de su presupuesto.

El pasado diciembre, el regulador audiovisual anunció su intención de afinar la metodología con la que analiza la labor de RTVE para tratar de aplicar los criterios que emplean otras instituciones europeas similares.

Sea como sea, la aceptación que tiene la televisión pública española entre la audiencia es muy inferior a la de sus homólogas británica, francesa o italiana.