Militares rusos destruyen con misiles de alta precisión un centro de reunión y adiestramiento de los mercenarios extranjeros en Novograd-Volinski, al oeste de Kiev.
“Como resultado de un bombardeo con misiles de alta precisión lanzados desde el aire contra el área del asentamiento de Novograd-Volinski, en la región de Yitomir, ha sido destruido un centro de entrenamiento de las Fuerzas Armadas ucranianas donde los mercenarios extranjeros eran entrenados y recibían coordinación”, ha informado este jueves el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov.
Ofreciendo detalles de los objetivos golpeados, Konashenkov ha dado a conocer que las fuerzas rusas han lanzado ataques contra dos puestos de mando cerca de la localidad de Razolovka, un almacén de municiones en los alrededores de Paraskovievka y 23 áreas de concentración de personal y equipamiento militar en otras zonas del país, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
En este marco, ha estimado que, como resultado de estas operaciones, el Ejército ucraniano sufrió en las últimas 24 horas alrededor de 500 bajas, perdió 12 carros de combate y blindados, cuatro lanzacohetes múltiples, 12 sistemas de artillería, un avión Su-25, 13 drones y 24 vehículos militares.
En total, 189 aviones, 129 helicópteros, 1114 drones, 330 sistemas de misiles antiaéreos, 3416 tanques y vehículos blindados, 1778 piezas de artillería y morteros y 3419 vehículos de Ucrania fueron destruidos desde el 24 de febrero, fecha del inicio de la operación rusa.
De acuerdo con las autoridades rusas, Rusia tiene como objetivo “desmilitarizar” y “desnazificar” el país europeo, así como evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., lo conviertan en una base antirrusa.
De hecho, el país euroasiático denuncia que la Alianza Atlántica está luchando contra Rusia con las manos del país europeo, pese a que niega su participación directa en el conflicto entre Moscú y Kiev.