Misiles rusos destruyen la Casa de Oficiales en Vínnitsa, al momento que edificio albergaba una reunión entre fuerzas ucranianas y proveedores de armas extranjeras.
“El 14 de julio, misiles Kalibr de alta precisión lanzados desde el mar alcanzaron el edificio de la Casa de Oficiales de la Guarnición en la ciudad de Vínnitsia (centro de Ucrania)”, ha informado este viernes el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov.
Ofreciendo más información sobre el ataque, ha detallado que en el momento del ataque se estaba celebrando en las instalaciones militares una reunión del mando de las fuerzas aéreas ucranianas con representantes de proveedores de armas extranjeros.
Según Konashenkov, el encuentro tenía como objetivo acordar “la transferencia a las Fuerzas Armadas de Ucrania del próximo lote de aviones y armas, así como la organización de la reparación de la flota de aviación ucraniana”.
El ataque se llevó a cabo con misiles de alta precisión y largo alcance Kalibr y liquidó a todos los participantes de la reunión, ha indicado el vocero.
Desde el 24 de febrero, fecha de inicio de la operación militar rusa en Ucrania, el gigante euroasiático ha inutilizado 203 aviones, 131 helicópteros, 1211 drones, 339 sistemas de misiles antiaéreos, 3558 tanques y otros vehículos blindados de combate, 524 lanzacohetes múltiples, 1958 piezas de artillería de campaña y morteros, así como 3623 unidades de vehículos militares especiales.
De acuerdo con las autoridades rusas, Moscú tiene como objetivo “desmilitarizar” y “desnazificar” el país europeo, así como evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., lo convierta en una base antirrusa.
Es más, el Gobierno ruso ha reiterado en varias ocasiones que no hay amenaza alguna para la población civil y que sus ataques solo se dirigen a las infraestructuras militares ucranianas.