Rusia dice que la inteligencia ucraniana planea realizar un ataque de falsa bandera con material radioactivo en Járkov (Ucrania) e inculpar a Moscú.
“El Servicio de Seguridad de Ucrania [SBU, por sus siglas en inglés], junto con los militantes del batallón Azov, están preparando un ataque de falsa bandera con posible contaminación radiactiva en el área cercana a la ciudad de Járkov”, afirmó el Ministerio ruso de Defensa en un informe publicado el domingo.
La Defensa rusa explicó que los nacionalistas ucranianos minaron un reactor en una instalación nuclear experimental en el Instituto de Física y Tecnología de Járkov.
De hecho, prosigue el informe, los combatientes ucranianos planean hacer explotar el reactor y acusar a las Fuerzas Armadas de Rusia de haber lanzado un ataque con misiles contra una instalación nuclear experimental.
El informe también se refirió a la llegada de un grupo de los periodistas extranjeros a Járkov el 6 de marzo, destacando que su tarea será “documentar las consecuencias de la provocación con la posterior acusación a la Federación de Rusia de la creación de una catástrofe ecológica”.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, ya había advertido el pasado viernes de los esfuerzos que realizan los nacionalistas ucranianos para realizar un ataque de bandera falsa con la participación de periodistas occidentales en Járkov.
Konashénkov dijo en aquel entonces que el objetivo del ataque de bandera falsa es provocar el fuego de represalia de la artillería rusa sobre el sector residencial de Járkov, mientras todo esto se filme con cámaras y se transfiera posteriormente a los periodistas occidentales.
Rusia anunció el pasado 24 de febrero el inicio de una operación militar especial en el este de Ucrania, según las autoridades rusas, en reacción a la conducta agresiva de Kiev en la región de Donbás (este de Ucrania) y al acto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de ignorar siempre las demandas de seguridad de Moscú.
El Gobierno ruso ha reiterado, no obstante, en varias ocasiones que no hay amenaza alguna para la población civil y que sus ataques sólo apuntan la infraestructura militar ucraniana.