Un juez federal estadounidense condenó este martes a cadena perpetua por delitos de narcotráfico a Juan Antonio Hernández, exdiputado hondureño y hermano del presidente de ese país, Juan Orlando Hernández.
Además, el juez Kevin Castel, de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, ordenó que ‘Tony’ Hernández devuelva 138,5 millones de dólares, que presuntamente obtuvo por sus actividades de narcotráfico.
El Gobierno estadounidense acusa a ‘Tony’ Hernández de ser «un violento traficante de cocaína de proporciones épicas», que enviaba toneladas de droga desde Honduras con la ayuda de una red construida por el Estado, policías, militares y políticos corruptos.
Acusación
El 23 de noviembre de 2018, ‘Tony’ Hernández fue detenido por autoridades estadounidenses en el aeropuerto de Miami (Florida). Según declaró el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, el excongresista estuvo involucrado en todas las etapas del tráfico de cocaína de Honduras a EE.UU., además de haber pagado coimas a funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, con el objetivo de obtener información confidencial y proteger los envíos de drogas.
En concreto, las autoridades estadounidenses acusaron a ‘Tony’ de participar en el «procesamiento, recepción, transporte y distribución de cargas de varias toneladas de cocaína que llegaban a Honduras a través de aviones, embarcaciones rápidas y, en al menos una ocasión, en un submarino». Posteriormente, el excongresista presuntamente participó en el traslado de estos cargamentos hasta EE.UU.
Tras ser encarcelado, el jurado le encontró culpable en octubre de 2019 de los cuatro delitos que se le imputaban: tráfico de drogas con destino a EE.UU.; soborno; posesión ilegal de armas y dispositivos destructivos; y de hacer declaraciones falsas a agentes federales.
Reacción de Juan Orlando
La mañana de esta martes, el presidente hondureño expresó un mensaje dirigido a su familia, en el que señaló que la noticia que se espera de Nueva York será «dolorosa«.
Además, el mandatario cuestionó el desarrollo del caso judicial contra su hermano: «¿Y qué más se puede decir de un juicio en el que el testimonio del principal ‘cooperador’ de los fiscales ahora queda expuesto por las grabaciones secretas de la propia DEA [Agencia Antidrogas de EE.UU.] como una mentira?», tuiteó.
No obstante, la Fiscalía de Nueva York también señala que el presidente hondureño es «co-conspirador» del presunto narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez.
De acuerdo con el excabecilla de la organización criminal los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, quien fue testigo durante el juicio contra Fuentes Ramírez, el actual presidente hondureño recibió en 2012 unos 250.000 dólares como pago para garantizar que tanto él como su hermano, Javier Rivera, no fueran detenidos por la «Policía militar ni por la Policía preventiva», así como asegurar que Hernández seguiría entregándoles «contratos para lavar dinero del narcotráfico».
Además, de acuerdo con los fiscales estadounidenses, Rivera Maradiaga se reunió con ‘Tony’ Hernández en 2014.
«Durante una parte grabada en video y audio de esa reunión, Hernández acordó ayudar a Rivera para que entidades del Gobierno hondureño pagaran dinero adeudado a algunas empresa fantasma de los Cachiros, a cambio de un soborno para Hernández de 50.000 dólares que le habrían sido entregados en la reunión», refiere la acusación.
En su defensa, el mandatario hondureño ha señalado que los narcotraficantes ganan beneficios en EE.UU. proporcionando «falsos testimonios» durante los juicios.