La visita de Biden a Riad muestra la incapacidad del líder demócrata para atajar la crisis política interna causada por el aumento récord del precio de gasolina.
El presidente estadounidense, Joe Biden, tiene programado visitar a mediados de este mes los territorios ocupados palestinos y Arabia Saudí con “una amplia agenda”, que va desde los intentos de promover “la paz” entre Riad y el régimen de Tel Aviv, la guerra en Yemen, la formación de una supuesta alianza militar regional contra Irán, hasta la producción de petróleo.
Sin embargo, muchos analistas opinan que el tema energético es un asunto trascendental en la polémica visita de Biden al reino árabe, con la que el inquilino de la Casa Banca trata desesperadamente de recuperar su popularidad, caída al suelo por el aumento récord del precio de la gasolina.
Los precios de la energía empeoraron en Estados Unidos como consecuencia del embargo occidental impuesto al petróleo ruso por la operación militar que lleva a cabo Rusia desde febrero en Ucrania. Un aumento de la producción petrolera entre Arabia Saudí y sus aliados petroleros del grupo OPEC+ podría ayudar a Biden a estabilizar los mercados globales y bajar los precios para los consumidores estadounidenses.
Visita de Biden a Riad muestra hipocresía de EEUU en DDHH
La visita a Riad contrasta con las promesas que Biden hizo en campaña. En 2020, el entonces candidato demócrata a la presidencia declaró su intención de convertir al reino árabe en un Estado “paria”, por la implicación directa del príncipe heredero saudí, Mohamad bin Salman (MBS), en el brutal asesinato de Yamal Jashoggi columnista de The Washington Post en el consulado saudí en Estambul en octubre de 2018.
Biden también acusó entonces más de una ocasión a Arabia Saudí de “asesinar niños” por liderar desde 2015 una campaña de bombardeos contra el empobrecido vecino yemení. Para obtener el apoyo de los votantes críticos con Riad, el entonces aspirante demócrata a la Presidencia se comprometió a hacer que Arabia Saudí “pague el precio [del asesinato] y convertirlos en el paria que son”.
No obstante, Biden, con su decisión de visitar la monarquía saudí, ha ignorado todas sus promesas, anteponiendo los intereses económicos de EE.UU. a los derechos humanos. Esa, además, cuán hipócrita es EE.UU. en la defensa de los derechos humanos.
Biden en Riad ¿mensajero de paz o qué?
La agenda de visita de Biden en Riad y los territorios ocupados incluye también, según afirma la Casa Blanca, promover la “paz”, facilitando un acuerdo de normalización de relaciones entre Arabia Saudí e Israel.
Sin embargo, un artículo de la revista Foreign Policy opina que, los responsables israelíes y árabes aceptarán la propuesta de mediación de Biden, “pero son muy conscientes de la disminución de su peso político y han comenzado a mirar más allá de él hacia el regreso del ex presidente de EE.UU. Donald Trump”.
EEUU lleva 40 años sin poder formar una alianza militar regional contra Irán
El viaje de Biden se centra, además, en unir a los Estados árabes para formar una alianza militar regional con la participación del régimen de Israel dirigida a Irán. Con esa propuesta Washington persigue dos objetivos, primero aumentar la venta millonaria de armas a las monarquías árabes del Golfo Pérsico, y segundo, crear un supuesto paraguas de seguridad para los aliados de Washington en la zona.
Sin embargo, Foreign Policy ve esa idea como un objetivo lejos de alcanzarse, diciendo que Washington ha estado presionando por un sistema de defensa aérea integrado del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) durante 40 años, pero nunca lo logró.
El jueves, la agencia británica Reuters reveló citando a fuentes no identificadas que algunos países árabes como Irak, Catar y Kuwait se oponen a la creación de una alianza militar árabe-israelí, primero porque tienen relaciones estrechas con Irán, y segundo, por rechazar cualquier vínculo con el régimen de ocupación de Israel.