«Frente al peor Gobierno de la democracia, de la mentira a los electores y los pactos oscuros con enemigos del orden constitucional y de la unidad de la nación, estamos en el mejor lugar que podíamos estar», ha proclamado este sábado en Madrid el líder de Vox, Santiago Abascal, en la manifestación contra el Gobierno convocada bajo el lema Por España, la democracia y la Constitución.

Pese a que la protesta ha contado con el apoyo del PP y Ciudadanos, el dirigente de Vox ha sido el único líder nacional que ha acudido al acto, donde se mostró «convencido» de «la necesidad de una movilización permanente y masiva hasta la expulsión del autócrata Pedro Sánchez del poder».

El vicesecretario de Organización del Partido Popular, Miguel Tellado, ha criticado la incompetencia y soberbia del presidente de Pedro Sánchez y le ha recordado que «no todo vale para seguir en el Gobierno», además de criticar la ley del solo sí es sí.

Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, ha señalado como objetivo «revertir todo lo que se ha hecho» en los últimos años por el Gobierno para «desarmar el Estado de derecho». La dirigente de Ciudadanos, cuyo partido también estuvo representado por Inés Arrimadas, reivindicó tres palabras: «España, Democracia y Constitución».

Convocada por más de un centenar de asociaciones y colectivos, la madrileña plaza de Cibeles albergó este mediodía una protesta contra el «Gobierno de la mentira y los pactos oscuros» y contra «la deriva política que ha tomado España». A ella se sumaron la exdirigente de UPyD Rosa Díez, el expolítico del PP Aleix Vidal-Quadras, el filósofo Fernando Savater y el escritor Andrés Trapiello.

La Delegación del Gobierno en Madrid ha cifrado la participación en 31.000 manifestantes, quienes gritaron «Sánchez, traidor», «Gobierno, dimisión», «separatistas, fuera de aquí» o «democracia sí, dictadura no». Los organizadores, el Foro España Cívica y la Fundación Foro Libertad y Alternativa, mostraron su «rechazo a la deriva política que ha tomado España».

Durante la manifestación se leyó un manifiesto que abogaba por «no permanecer impasible ante la grave erosión de nuestras instituciones, el deterioro de nuestra democracia y el debilitamiento de nuestro Estado», con referencias al soberanismo catalán, a la lucha contra la corrupción y a una reforma del Código Penal «por la puerta de atrás».