La decisión de YouTube de restringir el acceso a un vídeo sobre españoles sobrevivientes del Holocausto nazi ha suscitado controversia en España. Desde la plataforma aseguran que su contenido no es aceptable para menores.
En RT hemos podido conversar con el autor del material, el periodista y escritor Carlos Hernández de Miguel, autor del libro ‘Los últimos españoles de Mauthausen’, quien tuvo la oportunidad de entrevistar a supervivientes de los campos de exterminio nazis.
Cuenta que está desconcertado por cómo YouTube censura sus vídeos, pero permite la apología del nazismo o del machismo.
«YouTube tienen un criterio muy diferente a la hora de valorar los videos y es muy tolerante con videos de la ultraderecha y con videos que hacen apología del nazismo y del racismo y que además atacan, entre otras cosas, a la dignidad de las mujeres. Y sin embargo parece que es profundamente estricto cuando se habla de videos antifascistas», opina el literato. Y confiesa que la decisión de la plataforma «ha sido una verdadera sorpresa.
«Lo que ha ocurrido es que YouTube ha censurado, ha restringido el acceso a los videos que tenía ya colocados en esa plataforma desde hacía varios años, en los que daba voz a los últimos supervivientes españoles de los campos de concentración nazis que se limitaban a contar su historia«, criticó.
¿Doble estándar?
En palabras del autor del material, la única respuesta que le brindó el servicio de alojamiento de videos fue que el contenido «infringía las normas de la comunidad«. Y a pesar de haber apelado la medida restrictiva, su solicitud fue rechazada.
«Son videos de supervivientes del Holocausto. Son videos que se exhibe a día de hoy en los centros educativos. Son videos que me consta que hay muchos profesores españoles que los ponen en clase para sus alumnos menores de 18 años», insiste.
Y lamenta que los videos dejarán de estar visibles en las páginas web que los tengan enlazados ni podrán ser vistos por menores de 18 años ni tampoco por quienes no estén registrados en YouTube.
«A mí me sorprende especialmente, porque cualquiera que visite esa plataforma se encuentra con videos donde neonazis, fascistas están impunemente lanzando sus discursos a todas horas, donde hay también una humillación constante, por ejemplo, a las mujeres, donde hay un hay fomento del odio hacia el inmigrante o de racismo puro y duro», subraya Hernández de Miguel.
El poder de las empresas privadas
Al mismo tiempo, «los videos que precisamente son imprescindibles para que los jóvenes conozcan lo que fue el horror del nazismo, el horror de los campos de concentración nazis, están siendo eliminados, están siendo restringidos».
El autor cree que este hecho de censura «debería de servir como una alerta más sobre el poder tremendo que tienen estas empresas privadas y a los que le hemos entregado nuestra vida. Ellos tienen la llave para decirnos qué podemos ver y qué no podemos ver».
«Eso es algo peligrosísimo cuando son empresas privadas que no están sometidas a ningún tipo de control. A mí me parece que puede constituir ya a corto plazo, pero sobre todo a medio plazo, una gran amenaza para la democracia», concluye.