La cifra de residentes de los centros de mayores que han fallecido con un diagnóstico definitivo, tras dar positivo en Covid-19, son únicamente 781. Sin embargo, y tal y como ha reconocido el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, los 3.479 fallecidos restantes presentaban síntomas visibles y palpables de contagio.

Junto a las UCI, las residencias se han convertido en el principal foco de contagio de la región. Las cifras son abrumadoras: el jueves 26 de marzo, la Comunidad de Madrid cifró el número de muertes en 1.065. Después, y pese a la organización en torno al mando único ejercido desde la Consejería de Sanidad o la intervención de la UME, la cifra se ha multiplicado por cuatro aproximadamente en apenas dos semanas.

La virulencia de la situación ha llegado a provocar el malestar de los grupos parlamentarios con representación en la Asamblea de Madrid. Mientras la oposición se queja de la opacidad de la información, Ciudadanos se siente molesto con su socio de Gobierno por la retirada de competencias que ordenó Isabel Díaz Ayuso. Los naranjas recuerdan que dieron la voz de alarma con anterioridad, reclamando la intervención estatal y del ejército cuando avistaron que se reproducía un patrón común en las residencias. Entonces, el PP desechó la idea.

“Las cifras son mucho más altas que un mes ordinario, porque cuando el virus entra en una residencia hace verdaderos estragos. “Por eso es tan importante que las personas mayores se protejan: son el estrato poblacional más vulnerable a esta pandemia, que lamentablemente es letal para ellos. En apenas 24 horas, una persona mayor puede pasar de estar bien a perder la vida. Son datos demoledores contra los que estamos luchando”, ha explicado Ignacio Aguado este miércoles.

Tras la petición pública del Gobierno de España y la evidencia de que la Comunidad de Madrid se mostraba incapaz de hacer un recuento oficial de fallecidos en las residencias, Aguado ha salido al paso confirmando que la administración autonómica proporcionará datos en las residencias dos veces a la semana.

 

Un día más, los datos de fallecidos en las residencias han quedado sin hacerse públicos. Simón ha reconocido que la fecha límite para que las autonomías entregaran los datos de las residencias venció la pasada semana «pero el análisis de las residencias es más complejo que el del resto porque hay muchos más factores que en el resto de grupos. Cuando podamos hacer ese análisis ofreceremos los datos».