“La presencia de Irán en el Atlántico atemoriza a Israel y EEUU”

El jefe del Ejército iraní enfatiza que la presencia de embarcaciones de Irán en el océano Atlántico ha atemorizado a Israel y Estados Unidos.

El comandante en jefe del Ejército de Irán, el general de división Seyed Abdolrahim Musavi, ha destacado este domingo el creciente poderío del país persa, al subrayar que el Ejército de la República Islámica se ha convertido en “símbolo de autosuficiencia” en los sectores de la defensa terrestre, aérea y naval.

En este sentido, ha manifestado que la Flota de la Armada de Irán, batiendo un récord naval y en cumplimiento del derecho internacional, lleva a cabo misiones en el océano Atlántico, a miles de millas de distancia de sus aguas territoriales.

EE.UU. y el régimen sionista están aterrorizados por esta presencia significativa”, ha declarado durante un acto en Teherán (capital iraní).

 

A primeros de este mes de junio, una flota del país persa, compuesta por el destructor Sahand y el buque-base avanzado Makran, llegó por primera vez al océano Atlántico para mostrar la elevada capacitación de Irán en el ámbito de la navegación marítima.

Es más, Teherán, progresando día a día en su defensa marítima, sumó a su flota, el 14 de junio, el destructor de alta tecnología Dena y el cazador de minas Shahin, garantizando así la seguridad marítima de la región de Asia Occidental.

Según el Ejército de Irán, su Armada ha logrado enviar 77 escuadrones a las aguas libres e internacionales, y escoltar más de 4700 buques comerciales y petroleros en zonas peligrosas.

A pesar de todo ello, Irán deja en claro que su presencia en las aguas internacionales se realiza en el marco del desarrollo de la diplomacia marítima y en aras de proteger las líneas de transporte frente a la piratería.

Encuentran en una parada de autobús documentos del Ministerio británico de Defensa sobre el paso de su destructor cerca de Crimea

Los materiales incluyen detalles sobre la travesía del destructor británico HMS Defender, que violó la frontera rusa, así como los planes militares de Reino Unido para Afganistán.

Documentos clasificados del Ministerio de Defensa de Reino Unido, en los que figuran detalles sobre el paso por el mar Negro del destructor británico HMS Defender, que este miércoles violó la frontera marítima rusa, así como planes sobre una posible presencia militar del Reino Unido en Afganistán, fueron encontrados esta semana por una persona detrás de una parada de autobús en Kent (Inglaterra), informan medios locales.

El Ministerio de Defensa del país dijo que un empleado informó sobre la pérdida de los documentos la semana pasada y que el organismo abrió una investigación de los hechos. En respuesta al incidente, el Ministerio dijo que «fue informado la semana pasada de un incidente en el que documentos de defensa sensibles fueron recuperados por un miembro de la población. El departamento se toma muy en serio la seguridad de la información y se ha iniciado una investigación», según The Guardian. «No sería apropiado hacer más comentarios», subrayaron desde el Ministerio.

Una persona que quiso permanecer en el anonimato, se puso en contacto con la BBC cuando encontró las 50 páginas de información clasificada, que incluyen correos electrónicos y presentaciones en PowerPoint.

 

La misión del HMS Defender, apodada ‘Op Ditroite’, fue objeto de discusiones de alto nivel hasta el lunes, según muestran los documentos, que parecen reflejar las especulaciones de funcionarios sobre la reacción de Rusia si barco navegaba cerca de Crimea.

En particular, los documentos afirman que Reino Unido decidió enviar a su destructor cerca de las costas de Crimea con el objetivo de demostrar su apoyo a Kiev y mostrar que Londres no tiene miedo a navegar por aguas que considera ucranianas.

Dos opciones

En la presentación que menciona la BBC, Reino Unido contempló dos opciones para el paso del destructor de Odessa a Batumi. La primera fue descrita como «segura y profesional», incluido el «esquema de separación de tráfico» cerca de la costa de Crimea. Al mismo tiempo, el Ejército británico analizó varias opciones de respuesta de la Flota y la Fuerza Aérea rusas, desde «seguras y profesionales» hasta «inseguras y poco profesionales».

Esta ruta, como se señaló en la presentación, «brindará la oportunidad de interactuar con el Gobierno de Ucrania […] en las aguas territoriales reconocidas por el Reino Unido como de Ucrania».

La segunda versión analizada sugería que el destructor pasaría lejos de Crimea, lo que evitaría la confrontación. Sin embargo, el Ministerio de Defensa temía que Moscú pudiera considerarlo como evidencia de que «Reino Unido teme o huye» y que reconoce la pertenencia de estas aguas a Rusia.

Tras valorar todas estas consideraciones, Reino Unido optó por la primera opción.

Violación de la frontera rusa

El miércoles de esta semana, el destructor británico HMD Defender se adentró 3 kilómetros en aguas territoriales de Rusia cerca de Crimea, que abandonó después de que la Armada rusa realizara un disparo de advertencia, según el Ministerio ruso de Defensa. Moscú consideró la maniobra del buque como una flagrante violación de la convención de la ONU e instó a Londres a investigar con detenimiento las acciones de su nave.

El destructor fue avisado en un primer momento de que se recurriría al uso de armas en caso de producirse una violación de la frontera rusa, pero «no reaccionó a esa advertencia», indicó el miércoles el Ministerio ruso.

No obstante, un periodista de la BBC realizó una llamada a bordo del buque británico y confirmó que, pese a las advertencias rusas, el HMS Defender siguió navegando por la misma ruta, que atravesaba las aguas territoriales de Crimea –»estuvimos a menos de 12 millas e incluso vimos la costa»-, antes de regresar a aguas internacionales con rumbo a Georgia.

Un día después del incidente, el Ministerio de Exteriores de Rusia envió una nota de protesta a la embajadora británica en Moscú, Deborah Bronnert.

La Cancillería rusa considera que las acciones de la nave británica, además de «provocadoras y peligrosas», constituyeron un «desacato flagrante de la convención de la ONU sobre el derecho de mar de 1982″.

 

 

El 25 de junio, el periódico The Telegraph publicó —citando a una fuente del Ministerio británico de Defensa— que la decisión final sobre el paso del destructor británico HMS Defender por aguas territoriales rusas cerca de las costas de Crimea fue tomada por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson y fue comunicada al mando del barco dos días antes del incidente,

Según esta fuente, la idea de enviar al HMS Defender a través de esa ruta por el mar Negro fue la causa de una disputa entre el ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, y el secretario de Defensa, Ben Wallace, quien habría propuesto el recorrido. El ministro de Exteriores mostró su preocupación por el hecho de que Moscú pudiera usar el incidente a su favor, apunta el artículo.

Documentos relativos al Afganistán

Además de los documentos sobre el destructor Defender, en la parada en Kent también se encontró información oficial sobre los planes de presencia de personal militar británico en Afganistán tras la retirada del contingente militar de la OTAN prevista para el 11 de septiembre de este año.

En particular, los materiales discuten la cuestión de la conveniencia de una mayor presencia de personal militar británico en Afganistán cuando se ultime la retirada de las tropas de la OTAN del país centroasiático. En este sentido, los documentos señalan que Londres puede minimizar su presencia en Afganistán debido al hecho de que la situación en el país se está volviendo más peligrosa a la luz de la reducción observada en el número de tropas de los países de la Alianza Atlántica. Al mismo tiempo, la BBC aclaró que no publicará extractos detallados de este informe, ya que esto «podría poner en peligro la seguridad del personal militar británico en Afganistán».

Vocera de la Cancillería rusa sobre los documentos del HMS Defender: «¿Para qué necesitamos ‘hackers rusos’ si hay paradas británicas de autobús?»

La documentación con la información clasificada sobre el paso del buque de guerra británico en el mar Negro cerca de Crimea fue hallada esta semana por una persona anónima en una parada de autobús en Reino Unido.

La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, reaccionó este domingo a la noticia del hallazgo en una parada de autobús en Kent (Inglaterra) de documentos del Ministerio británico de Defensa sobre su destructor HMS Defender, que este miércoles violó la frontera rusa en el mar Negro, afirmando que «Londres ha demostrado otra provocación y un montón de mentiras para encubrirla».

«Los agentes 007 ya no son lo que eran. Y ahora una pregunta misteriosa para el Parlamento británico: ¿Para qué necesitamos ‘hackers rusos’ habiendo paradas de autobús británicas?», se preguntó con ironía la diplomática en su cuenta de Telegram.

La misión del destructor HMS Defender, apodada ‘Op Ditroite’, fue objeto de discusiones de alto nivel hasta el lunes, según muestran los documentos hallados, que parecen reflejar las especulaciones de funcionarios británicos sobre la reacción de Rusia si barco navegaba cerca de Crimea.

En particular, los documentos afirman que Reino Unido decidió enviar a su buque de guerra cerca de las costas de Crimea con el objetivo de demostrar su apoyo a Kiev y mostrar que Londres no tiene miedo a navegar por aguas que considera ucranianas.

Dos opciones

En la presentación que menciona la BBC, Reino Unido contempló dos opciones para el paso del destructor de Odessa (Ucrania) a Batumi (Georgia). La primera fue descrita como «segura y profesional», incluido el «esquema de separación de tráfico» cerca de la costa de Crimea. Al mismo tiempo, el Ejército británico analizó varias opciones de respuesta de la Flota y la Fuerza Aérea rusas, desde «seguras y profesionales» hasta «inseguras y poco profesionales».

Esta ruta, como se señaló en la presentación, «brindará la oportunidad de interactuar con el Gobierno de Ucrania […] en las aguas territoriales reconocidas por el Reino Unido como de Ucrania».

La segunda versión analizada sugería que el destructor pasaría lejos de Crimea, lo que evitaría la confrontación. Sin embargo, el Ministerio de Defensa temía que Moscú pudiera considerarlo como evidencia de que «Reino Unido teme o huye» y que reconoce la pertenencia de estas aguas a Rusia.

Tras valorar todas estas consideraciones, Reino Unido optó por la primera opción.

Snowden anuncia el «fin del caso contra Assange» tras la confesión de un testigo clave de que mintió

Sigurdur Ingi Thordarson hizo creer a las autoridades de EE.UU. que Assange le pidió que ‘hackeara’ ordenadores para acceder a las grabaciones de las conversaciones privadas de parlamentarios.

Un testigo clave en el proceso del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Julian Assange, Sigurdur Ingi Thordarson, ha confesado en una entrevista concedida al periódico islandés Stundin que mintió en sus declaraciones utilizadas por las autoridades norteamericanas para armar el caso contra el fundador de WikiLeaks. «Esto es el fin del caso contra Julian Assange», escribió el excontratista de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) Edward Snowden en referencia a estas revelaciones.

Sigurdur Ingi Thordarson era un voluntario de WikiLeaks convertido en el primer informante conocido del FBI dentro de la organización a cambio de unos 5.000 dólares e inmunidad de la persecución judicial. Ahora, Thordarson ha admitido que su afirmación previa de que Assange le pidió que ‘hackeara’ los ordenadores de los parlamentarios para acceder a las grabaciones de sus conversaciones telefónicas privadas es falsa y que nunca lo solicitó.

El hombre ha explicado que, en realidad, recibió unos archivos de terceros que le dijeron que habían grabado a los parlamentarios y propuso compartirlos con Assange sin comprobar su contenido.

La Justicia británica decidió no extraditar a Assange a EE.UU. por temor a que se suicide, un país donde afronta hasta 175 años de prisión por 18 cargos en su contra, a raíz de la publicación de documentos secretos en su portal WikiLeaks. Lo acusan de violar la Ley de Espionaje y conspirar para cometer una intromisión informática y acceder a ordenadores gubernamentales con información clasificada.

Sin embargo, ahora la veracidad de la información en la que se basa la acusación formal estadounidense ha sido desmentida por el testigo principal, cuyo testimonio ha sido clave. Si bien la corte británica se guió por motivos humanitarios al fallar en contra de la extradición de Assange, la argumentación del equipo legal de EE.UU. incluyó la afirmación de que el acusado y su informador, Thordarson, trataron de descifrar juntos un archivo robado de un banco islandés.

Thordarson ha aclarado a Stundin que el incidente descrito fue bien conocido y el archivo encriptado fue filtrado del banco y compartido en Internet entre los entusiastas que trataron de descifrarlo por motivos de interés público en un intento de descubrir los motivos de la crisis financiera en Islandia, y que nada confirma que el archivo fuera «robado» en algún momento, ya que se presume que lo divulgaron los propios empleados del banco.

Otro punto expuesto en el mencionado proceso judicial fue que Assange «utilizó acceso no autorizado» otorgado por Thordarson «para acceder a un sitio web gubernamental» destinado a rastrear vehículos policiales. Entrevistado por Stundin, el informante ha precisado que los datos del ‘login’ eran sus propias identificaciones y no fueron obtenidos por medios ilícitos.

Thordarson ha contado que tenía acceso a aquella página web debido a su trabajo como socorrista cuando era voluntario en un equipo de búsqueda y rescate, y que el fundador de WikiLeaks nunca le pidió los datos de acceso.

«Tejer una telaraña para atrapar a Assange»

El entonces ministro del Interior de Islandia, Ogmundur Jonasson, opina que los estadounidenses trataban de utilizar las cosas en su país y sus ciudadanos «para tejer una red, una telaraña que atrapara a Julian Assange» y recordó el momento exacto cuando el FBI contactó con las autoridades islandesas por primera vez el 20 de junio de 2011 para advertirles de una inminente intrusión en las computadoras gubernamentales, ofreciendo su ayuda que fue aceptada.

En opinión de Jonasson, el objetivo que EE.UU. perseguía de verdad era atrapar a Assange y no ayudar a Islandia, y en aquel entonces sus agentes ya estaban sentando las bases para conseguir su propósito final.

Lo que el exministro del Interior islandés sigue preguntándose desde aquel entonces es si todo empezó con la aceptación de la ayuda estadounidense y el establecimiento de cooperación «que podrían haber utilizado como pretexto para visitas posteriores«.