La periodista alemana que sobrevivió a un atentado a balazos en Cali fue expulsada de Colombia por apoyar las manifestaciones antigubernamentales

La reportera y activista Rebecca Linda Marlene Sprößer tiene un amplio registro en sus redes sobre los excesos policiales en la ciudad de Cali, epicentro de las protestas.

Periodista alemana Rebecca Linda Marlene Sprößer

Colombia expulsó a una periodista alemana que abiertamente apoyó las protestas antigubernamentales de ese país y que denunció en las redes un atentado y varias amenazas en su contra, presuntamente por denunciar los excesos policiales y permanecer junto a la ‘primera línea’, un grupo de manifestantes que forma parte de la vanguardia de las movilizaciones, en la ciudad de Cali.

Rebecca Linda Marlene Sprößer, de 34 años, fue expulsada el pasado martes por Migración Colombia. Según un  comunicado, la medida se tomó porque se verificó que, a pesar de que ingresó a territorio colombiano como turista, «se observaron adelantando actividades que no tenían que ver con su condición» y que «afectarían el orden y la tranquilidad ciudadana».

El organismo migratorio llegó a esta determinación «discrecional» para «salvaguardar la integridad» de Sprößer, «así como mantener el orden y la seguridad nacional». Mientras esté vigente la sanción, cuyo lapso no se especifica en el documento pero que podría ser de diez años, la periodista no podrá entrar a Colombia.

Aunque aún Linda, como abrevia su nombre, no ha hecho alguna declaración, la noticia de su expulsión del país ha generado malestar y rechazo en las redes.

Hasta ahora circula en Twitter una imagen de Sprößer junto a dos funcionarios de Migración en el Aeropuerto Internacional del Dorado, en Bogotá, desde donde partirá con destino a Alemania.

¿Quién es Linda?

Linda ha hecho un extenso registro en las redes de sus actividades públicas en Cali, epicentro de las protestas en Colombia, desde que llegó al país y ha denunciado en reiteradas oportunidades la violencia policial. El hecho de ser una extranjera que apoya las manifestaciones ha despertado la curiosidad en los medios colombianos, que la han entrevistado en varias oportunidades.

En su cuenta de Facebook, que es donde ha colgado una suerte de bitácora de su estadía la ciudad colombiana, la también ingeniera industrial y azafata subió videos con actividades realizadas durante las movilizaciones y los puntos de concentración donde permanecían los miembros de la ‘primera línea’. Según afirma, participaba en las actividades de la llamada ‘resistencia’ desde el 3 de mayo, pocos días después de que comenzaran las protestas en Colombia, hasta que dejó de hacerlo por las amenazas que dice haber sufrido.

En sus publicaciones ha dejado constancia de excesos policiales contra quienes protestan y ha recogido testimonios de las personas que denunciaron la violencia de los agentes. Del mismo modo, en sus textos asegura que no es financiada por alguna institución internacional o por la «extrema izquierda», y aclara que se separó de los medios en los que publicaba en Alemania para «trabajar de manera autónoma» y participar de lleno en las manifestaciones «por el bien y el honor de la prensa alemana».

Su viaje a Colombia, desde Fráncfort, se inició el pasado 15 de marzo. Al llegar al país se quedó en Cali, trabajando de voluntaria en una escuela de salsa, que fue cerrada por la pandemia, y en una organización que repartía medicinas y ayudas a los manifestantes, recoge El Espectador.

Entrevista con policías y amenazas

El 21 de junio, Linda grabó una entrevista a un grupo de policías en la que de alguna manera los cuestionaba por la represión contra los manifestantes, mientras que los uniformados afirmaban que eran estos los que los atacaban.

Dos día después, el 23 de junio, según relató en sus redes, empezaron las amenazas anónimas. La primera intimidación ocurrió luego de recibir una llamada telefónica donde le decían que causaba daño a la imagen del Gobierno, que se había metido con la muerteque la estaban «cazando» y que se fuera a la Embajada de Alemania porque su se justificaría como un «falso positivo», es decir, una ejecución extrajudicial.

Del mismo modo, manifestó en una entrevista para Radio Televisión Nacional de Colombia que unos desconocidos fueron a la casa de una amiga para pedirle que borrara el video con los funcionarios policiales. Posteriormente, hizo una transmisión en vivo donde registró cómo la Policía de Cali y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) disparó gases lacrimógenos en una comunidad donde no había movilizaciones. «Yo prefiero no tener miedo, porque lo peor para mí es tenerlo«, dijo en esa oportunidad.

A partir de estos primeros incidentes tuvo que cambiar varias veces de residencia «por el tema de seguridad».

Robos y ataques

El pasado 4 de julio, publicó que fue víctima de un intento de robo y que dos motorizados trataron de arrancarle su teléfono celular y un maletín. Como se resistió, la arrastraron por el pavimento hasta que fue socorrida por los vecinos.

«No puedo opinar si fue un simple robo o ya otra cosa por las amenazas, pero muchos me dicen que si me asaltan es a propósito para intimidarme o para quitarme las informaciones que hay en mi celular», dijo entonces.

Días después, el 23 de julio, reportó en su cuenta un violento ataque armado. Explicó que estaba con amigo en un lugar público y que un desconocido les disparó a corta distancia, «hasta que su arma quedó sin tiros».

«Mi amigo estuvo frente de mí y así me salvó la vida. Él recibió 13 impactos de balas en todo el cuerpo, tres de ellos en la cabeza y varios en el pecho». Según dijo, su acompañante fue trasladado a un hospital donde permanece en condición delicada.

«No podemos decir quién fue, pero estamos en todo el proceso con los derechos humanos. Solamente quedó muy claro que esto no fue ningún robo, esto fue un atentado con el objetivo de matar a sangre fría«, escribió.

Reacciones

Frente a estos hechos, el embajador de Alemania en Colombia, Peter Ptassek, publicó en su cuenta de Twitter que seguía «con preocupación» lo ocurrido con Sprößer. Del mismo modo, la Coalición de Mujeres en el Periodismo, una ONG con sede en Nueva York, exigió que se abriera una investigación.

La versión de la Policía Metropolitana de Cali sobre este atentado fue distinta. El teniente coronel Edwin Lizarazo Suárez leyó un comunicado donde se asevera que no se había recibido ninguna denuncia formal y que, según las indagaciones y testimonios de testigos, el acompañante de Linda «fue víctima de un intento de hurto» y, al resistirse, le dispararon.

Lizarazo Suárez aseguró  que el joven herido presenta dos anotaciones por los delitos de «hurto calificado» y «estafa». Las investigaciones las realiza la Fiscalía.

La permanencia de Linda en Colombia también ha generado repudio en los medios que respaldan al presidente Iván Duque. En las redes circuló un fragmentó de una entrevista radial de La FM, hecha por el periodista Luis Carlos Vélez, que le dijo que era «muy grave» que estuviera en Colombia haciendo «lo que no es capaz de hacer en su país».

Linda escribió en su cuenta de Facebook que esta entrevista se convirtió en «un interrogatorio y una difamación de manera muy degradante» y que se le trató de «asociar con organizaciones terroristas».

En un artículo de opinión, el columnista uribista Eduardo Mackenzie la señaló de participar en «operaciones subversivas» y de formar parte de «una extraña injerencia» en Colombia. Además, escribió lo que ocurrió más tarde: «Un extranjero que hiciera en Alemania lo que hace Rebecca Sprößer en Colombia sería expulsado en cuestión de horas«.

En el informe con sus observaciones , tras su visita de trabajo a Colombia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había advertido sobre la violencia contra los periodistas en el departamento del Valle del Cauca, cuya capital es Cali, que incluía «hostigamientos» , «acosos online principalmente a mujeres periodistas por sus publicaciones» y «diversos ataques».