Una “misión” ordenada por el ministro Fernández Díaz

La Audiencia Nacional, que exculpa a Cospedal, concluye que el Gobierno de Rajoy activó Kitchen para “sustraer” papeles al juez del ‘caso Gürtel’ y espiar a Bárcenas

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy conversa con el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz durante la presentación del libro de este último, ‘Cada día tiene su afán’.

Corría el verano de 2013 cuando, tras varias insinuaciones, el extesorero popular Luis Bárcenas se disponía a dar el paso que desencadenaría la tormenta perfecta contra el PP, entonces en el Gobierno con Mariano Rajoy. El antiguo responsable de las finanzas del partido conservador, que había llevado de su puño y letra durante 20 años la contabilidad de la caja b, se encontraba cercado por el caso Gürtel y decidió tirar de la manta. El 15 de julio, sentado ante Pablo Ruz, entonces juez de la Audiencia Nacional, relató el sistema de financiación irregular que había nutrido las arcas de su formación; los supuestos sobresueldos entregados durante lustros a los principales cargos del partido, y las donaciones de empresarios nunca declaradas a Hacienda. Un relato explosivo que desató las alarmas en la fuerza política que ocupaba La Moncloa con mayoría absoluta.

Ocho años después de aquel episodio, otro magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, da por finalizada la investigación sobre la Operación Kitchen, el despliegue “parapolicial” de espionaje precisamente urdido en aquella época contra Bárcenas para evitar que llegaran a manos de Ruz más documentos que pudieran implicar a altos cargos del PP, según explica el juez. Un dispositivo irregular ideado en el seno de las instituciones del Estado; que se activó después de que se enviara al extesorero a prisión provisional y solo cuatro días antes de que este acabara confesando en la Audiencia Nacional. Un entramado que señala directamente como máximo responsable a Jorge Fernández Díaz, exministro del Interior y uno de los colaboradores más fieles del expresidente Rajoy.

 

“En una fecha que no se ha podido determinar entre 2012 y 2013, al parecer, Jorge Fernández Díaz, máximo responsable político de Interior, con abuso de sus funciones y conocimiento de su ilicitud, instó a Francisco Martínez —quien fuera primero su jefe de gabinete y desde enero de 2013 secretario de Estado de Seguridad— a poner en marcha una misión encaminada a la obtención de información y documentación que pudiera estar en poder de Bárcenas”, resume García-Castellón, que ha sacado de la ecuación a María Dolores de Cospedal, ex secretaria general del PP. El objetivo lo deja claro: “Sustraer dicho material de la autoridad judicial en la investigación que se llevaba a cabo en el marco de la pieza sobre los papeles de Bárcenas”, revelados por EL PAÍS en enero de 2013.

Una trama para ocultar pruebas de la caja b del PP

Jorge Fernández Díaz Ministro del interior

entre 2011 y 2016

Francisco Martínez

Secretario de Estado de Seguridad

entre 2011 y 2016

José Manuel Villarejo Comisario

Eugenio Pino

Director adjunto operativo (comisario)

Enrique García Castaño

Jefe de la UCAO

(comisario)

Andres Gómez Gordo

Ex director general en el Gobierno de Cospedal en Castilla-La Mancha

(comisario)

Sergio Ríos

Chófer de la familia Bárcenas, captado con ayuda de Andrés Gómez Gordo y confidente de los tres comisarios para localizar la documentación del extesorero del PP

Fondos reservados para la operación de espionaje

El chófer de la familia Bárcenas firmaba cada mes un recibí de 2.000 euros que le pagaron el comisario Villarejo o el inspector Gómez Gordo por su trabajo de confidente

Fuente: sumario de la Operación Kitchen.

EL PAÍS

Planificación y órdenes

A partir de ese momento, según los indicios recogidos por el sumario, el secretario de Estado de Seguridad asumió la “coordinación” de Kitchen, cuya “planificación” se encomendó al comisario Eugenio Pino, máximo mando operativo de la Policía Nacional, señalado también como el presunto muñidor de la policía patriótica y a quien el Ejecutivo conservador había situado al frente del Cuerpo. Según García-Castellón, tras recibir las órdenes de la cúpula del Ministerio, Pino “encargó” la materialización de la operación a un grupo de comisarios liderados por José Manuel Villarejo, que contó con la colaboración en un primer momento de Marcelino Martín Blas, al frente de la Unidad de Asuntos Internos; y posteriormente de Enrique García Castaño, jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), grupo encargado de las operaciones encubiertas.

A ellos se sumó, además, el inspector jefe Andrés Gómez Gordo —ascendido posteriormente a comisario—, que conocía desde hacía tiempo a Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas. Entre todos, captaron al conductor como confidente, quien llegó a sustraer presuntamente tres dispositivos móviles al extesorero, que entregó a García-Castaño en un restaurante para que sus agentes descargaran su contenido en un ordenador. A cambio de sus revelaciones, la trama pagó a Ríos un sueldo mensual de 2.000 euros que salía de los fondos reservados, le facilitaron una pistola y amañaron su entrada después en la Policía, según detalla el juez.

Un operativo del que nunca se informó al instructor que investigaba a Bárcenas y que incluyó la entrada irregular en un estudio de la mujer del extesorero para buscar los papeles que este podía guardar allí. Y que, además, tuvo éxito. “Dicha documentación se habría localizado e incautado en fecha no determinada, pero que puede situarse en octubre de 2013, y se encontraría, al menos, en poder de García Castaño, al que Villarejo habría reclamado insistentemente una copia”, concluye el juez.

¿Por qué el Gabinete de Castillo genera polémica?, analiza Roca

El presidente de Perú, Pedro Castillo, tiene una potencia enorme como representante de la gente marginada, pero la designación de sus ministros genera polémica.

Tan solo un día después de haber asumido la jefatura del Estado para el período 2021-2026 con un mensaje de reivindicación, pero también conciliador, Castillo designó el viernes a Guido Bellido como su jefe de Gabinete y, luego, tomó el juramento a sus ministros.

Quedaron pendientes los nombramientos de los ministros de Economía y Justicia, que, en un principio, iban a ser asignados al economista Pedro Francke y al jurista Aníbal Torres, respectivamente.

En una entrevista con HispanTV, el analista de temas políticos David Enrique Roca consideró una “sorpresa” y “muy polémico” el nombramiento de Bellido como jefe del Gabinete de ministros.

De acuerdo con el experto, Bellido es una persona que se ha caracterizado por posturas muy complicadas y tiene una investigación por apología del terrorismo.

Esto ha generado preocupación, incluso entre los sectores que apoyan a Castillo, y le da argumentos a la derecha para socavar más al presidente”, advirtió Roca.

El investigador peruano puso de relieve que la negativa de Francke a asumir la cartera de Economía tiene que ver con el nombramiento de Bellido.

La renuncia de Francke, lamentó el entrevistado, ha generado un problema serio, ya que “se había constituido en el garante, el hombre que tranquilizaba a los sectores económicos, a pesar de ser de izquierda tiene un discurso pragmático”.

Con todo, Roca subrayó que Castillo tiene una potencia enorme, como representante de la gente que ha sido marginada durante años, pero está en un partido que no es suyo, él está como invitado en Perú Libre, un partido que no tiene sus mismas ideas”, adujo.

Entonces, remarcó el experto, “no sabemos quién está gobernando, si el presidente Castillo o el jefe del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón”, cuestionado por casos de corrupción.

De acuerdo con los medios locales, Perú vive días cruciales que definirán la gobernabilidad, puesto que, en conformidad con la Constitución, Bellido deberá recibir el voto de confianza del Congreso, para lo cual necesita 66 votos a favor de entre los 130 parlamentarios, de los que solo una treintena pertenecen a la bancada oficialista. Si el Legislativo rechaza este nombramiento, el conjunto ministerial deberá presentar su renuncia y Castillo elegir a otro.

“Nicaragua jamás volverá a estar cargando yugo del imperio yanqui”

Presidente de Nicaragua subraya que la nación jamás volverá a estar cargando imperio yanqui y adueñarse del país quedó enterrada en basurero de la historia.

“Nunca jamás el pueblo nicaragüense volverá a estar cargando el yugo del imperio yanqui”, aseguró el viernes el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en un discurso con motivo de celebrar el 42 aniversario de la Fuerza Aérea del país.

Asimismo, hizo hincapié que quienes se han creído con el derecho de adueñarse del territorio nicaragüense, eso ya no volverá, “esa historia quedó enterrada en el basurero de la historia”.

De acuerdo con el jefe de Estado nicaragüense, a pesar de que los servidores del imperio yanqui tratan de paralizar la economía de Nicaragua, no lo pueden, subrayando que, al contrario, se multiplica la atención médica, los servicios sociales en el país y se fortalecen las instituciones del pueblo para la defensa de la soberanía.

 

En otra parte de sus declaraciones, Ortega denunció la existencia de una conspiración contra las elecciones presidenciales de Nicaragua que están previstas para el 7 de noviembre venidero.

No obstante, enfatizó que el pueblo saldrá victorioso de esa coyuntura, además, seguirá defendiendo la paz, la estabilidad y su derecho a construir, tal como lo ha hecho en distintos momentos de la historia frente a enemigos tan poderosos y brutales como el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo.

Anteriormente, el mandatario había acusado al embajador estadounidense, Kevin Sullivan, de realizar actos de injerencia en los asuntos internos del país, detallando que “anda de arriba para abajo vendiendo sus candidatos”.

Es más, la radioemisora nicaragüense Primerísima divulgó en 2020 un documento de 18 páginas sobre los nuevos intentos orquestados por Washington para impedir que Ortega salga victorioso en presidenciales de 2021.

La iniciativa contempla provocar acciones vandálicas antes, durante o después del 2021 con la ayuda de la sociedad civil, los medios de comunicación, los empresarios y estudiantes, con el fin de crear tres escenarios, primero, aupar una nueva crisis política, económica y sanitaria, segundo, instrumentalizar el caos para presionar a unas elecciones anticipadas y tercero, hacer que las fuerzas contrarias al Gobierno actual ganen tales comicios.

«EEUU se ve derrotado en todos los frentes» y «la OTAN está guiada por un auténtico mono loco»

El mismo día en que Rusia presentaba ante la ONU un proyecto de convención contra la ciberdelincuencia, el presidente de EEUU, Joe Biden, declaraba sin pruebas que el país euroasiático está interfiriendo en las elecciones de medio mandato de EEUU de 2022, y que eso podría derivar en una guerra real.

Universos paralelos

El martes 27 de julio tuvieron lugar unos acontecimientos antagónicos. Mientras Rusia se convertía en el primer país del mundo en presentar ante el comité especial la ONU, un proyecto de convención universal sobre la lucha contra los delitos relacionados con la información, el inquilino de la Casa Blanca daba rienda suelta –en el mejor de los casos– a su imaginación, o a la de los servicios de Inteligencia estadounidenses. En el peor de los casos, a la desinformación.
Como si estuviera en pleno rodaje de ‘Volver al futuro’, y ataviado con el vestuario del Dr. Emmett L. Brown, aquel científico excéntrico, declaró que Moscú, mediante ciberataques, ya está interfiriendo en las elecciones legislativas de medio mandato que tendrán lugar en 2022. Sólo actuando en una película como esa, podría tener una línea en el libreto que dijera lo que dijo: «Miren lo que Rusia está haciendo con las elecciones de 2022 y la desinformación. Es una violación a nuestra soberanía». Es decir, Rusia ya está en el futuro, Biden viajó hacia allí, y paradójicamente pudo ver lo que Rusia está haciendo en este momento.
Entonces Biden, quien esta semana confundió a Trump con Obama, disparó: «Creo que es probable que terminemos en una guerra, una guerra con tiros de verdad […] Va a ser una consecuencia de los ataques informáticos, de grandes consecuencias».
Para el analista internacional Eduardo Luque, cualquier dirigente político debería guardarse de hacer este tipo de declaraciones a la ligera: «Solamente gente que tiene un nivel intelectual bajo, y un conocimiento muy pobre de la realidad, es capaz de hacer semejantes afirmaciones contra países que están armados con armas de destrucción masiva de forma importante».
«Todas estas declaraciones revelan la flaqueza, la pobreza en el argumentario de EEUU que se está viendo derrotado en todos los frentes, y está en un retroceso importante como potencia imperial», apunta el analista.

La otra cara

Las declaraciones de Biden contrastaban con las que realizaba el mismo día el embajador de Rusia en EEUU, Anatoli Antónov: «Rusia está abierta a una cooperación honesta y mutuamente beneficiosa, sin politización ni agendas ocultas. Adoptamos un enfoque responsable de los problemas de ciberseguridad». En este sentido Luque advierte que «la posición de Rusia es responsable».
El mismo Antónov que por estos días también manifestaba que desde el año 2015 Moscú ha enviado a Washington seis propuestas de diálogo en materia de seguridad informática, pero no ha obtenido respuesta a ninguna.
Unos términos muy parecidos a los de Rusia utilizó China este jueves, pero desde otro eje, al acusar a EEUU de politizar la seguridad cibernética para mantener a las empresas tecnológicas chinas fuera del mercado internacional y advierte que las políticas abusivas de seguridad nacional de Washington amenazan el futuro del comercio mundial.
Tras mencionar el reciente escándalo que sacudió a la UE y que implicaba a Dinamarca como facilitador del espionaje por parte de la inteligencia estadounidense a líderes europeos, el portavoz del Ministerio de Defensa del gigante asiático, Wu Qian, afirmó que EEUU ha llevado a cabo ciberespionaje, vigilancia y ataques a gran escala contra Gobiernos, empresas e individuos extranjeros durante años, lo que a su juicio deja claro que EEUU es considerado en todo el mundo como «el imperio de la piratería y el robo de secretos».
«El mayor país que daña la ciberseguridad es especialmente EEUU, seguido de Canadá y de Reino Unido», afirma Eduardo Luque al respecto.

Rusia y China ensamblados

En este contexto, esta semana China ha realizado ejercicios militares en el mar de China Meridional, pero además Pekín y Moscú han anunciado la celebración de ejercicios militares conjuntos en territorio chino este mes de agosto con la participación de unos 10.000 soldados. De acuerdo a Luque, estas maniobras son todo un mensaje para EEUU, la OTAN y Occidente en general.
A mencionar las incursiones de buques destructores de Reino Unido, tanto en el mar de China Meridional, como en el mar Negro, lo que ha incluido la violación de aguas territoriales en unas estrategias de presión de la Alianza Atlántica, Eduardo Luque se expresa de forma contundente: «Parece que la OTAN está guiada por un auténtico ‘mono loco'».