Es uno de los grandes compromisos del acuerdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, y también del Gobierno con la Unión Europea, pero su futuro parece, a día de hoy, muy incierto. La reforma fiscal va camino de convertirse en la eterna promesa del Ejecutivo, y desde UP piden al socio mayoritario abrir «ya» el debate de una reforma que juega con el calendario en contra y corre el riesgo de quedarse fuera de esta legislatura.
Las señales que se han mandado sobre este asunto desde la parte socialista del Gobierno en el último año han encendido todas las alarmas del espacio confederal. La última, que tuvo lugar el martes en el Congreso, tiene un carácter simbólico y ningún efecto práctico, pero es interpretada por Unidas Podemos como una pista que refuerza su idea sobre cuál es la intención de los de Pedro Sánchez.
El Grupo Socialista votó en contra de una propuesta del espacio confederal para desplegar un impuesto a las grandes fortunas y durante el debate trasladó la sensación de que la anhelada reforma fiscal seguirá metida en el cajón por tiempo indefinido.
Esta reforma acumula ya un gran número de retrasos desde que comenzó la legislatura, en enero de 2020. La pandemia de la covid y el contexto económico provocado por la invasión de Rusia a Ucrania han sido dos de los argumentos utilizados por el ala socialista del Ejecutivo para no abrir este melón, pero no el único.
En abril del pasado año, el Ministerio de Hacienda creó un grupo de expertos para que desarrollaran un documento que marcara la senda de la reforma fiscal. Durante todo 2021, el departamento dirigido por María Jesús Montero apeló a la finalización de los trabajos de este foro para abordar los cambios necesarios en el sistema tributario y, aunque Unidas Podemos llevó la reforma fiscal a la negociación de los Presupuestos de 2022 (los vigentes), no hubo ningún acuerdo en este sentido y, de nuevo, la reforma se aplazó hasta que los expertos concluyeran sus trabajos.
Este momento llegó el pasado mes de marzo, casi un año después de la constitución del grupo. Los expertos entregaron su Libro Blanco a la ministra de Hacienda que, según denuncian desde Unidas Podemos, «se limitó a meterlo en un cajón».
El tema central de la negociación de los Presupuestos
El espacio confederal quiere abordar ya el debate sobre la reforma, pero tiene claro que seguramente el momento clave para hacerlo llegue, como en otros años, con la negociación de los Presupuestos Generales de 2023. La baza que pueden jugar está directamente relacionada con el compromiso del presidente del Gobierno de elevar el gasto militar para cumplir con la exigencia de la OTAN.
Unidas Podemos está en contra de esta subida, y así se lo ha trasladado al ala socialista del Ejecutivo, pero sabe que Sánchez lo llevará a la negociación presupuestaria bajo la categoría de compromiso ineludible. El espacio confederal podría elevar la reforma fiscal a esta categoría, y no se descarta en UP que si el presidente y la ministra de Hacienda se niegan de nuevo a realizar cambios de calado en el sistema tributario se pueda poner en serio riesgo la aprobación de unos PGE para 2023.
Unidas Podemos avisa, además, de que la subida del gasto militar no puede recaer en los servicios públicos, y rechaza de forma tajante reducir partidas sociales para elevar la de Defensa. En este sentido, algunas voces del espacio apuntan a que si Sánchez quiere más inversión militar, deberá hacerla recaer sobre los ricos con un impuesto a las grandes fortunas, como sucedió en países como Estados Unidos a la hora de sufragar guerras.
Mientras en el PSOE apelan a la complicada situación económica para enfriar las expectativas sobre una reforma de calado, en UP aseguran que es precisamente esta situación (que ha obligado a desplegar importantes partidas y fondos en escudos sociales y medidas anticrisis) la que obliga a reformar el sistema tributario para que «la crisis no la paguen los de siempre«.
«Fuentes del espacio confederal recuerdan que «según la revista Forbes, las cien fortunas mayores de España aumentaron su capital un 14,7% en 2021. Que colaboren un poco más con las arcas del Estado no es solo necesario y urgente, es sentido común».
«España ha mantenido de forma estructural y hasta 2019 una brecha de recaudación de entre siete y nueve puntos porcentuales del PIB con la Unión Europea. Si nuestro país recaudase con la eficacia con la que recaudan los restantes países de la UE, España tendría –de acuerdo a su tamaño económico– aproximadamente 87.000 millones de euros adicionales cada año«, concluyen estas mismas fuentes.
La negociación de los Presupuestos de 2023 se abrirá, previsiblemente, después del verano, y la reforma fiscal va a ser el asunto clave que marcará su futuro. Con todo, su desarrollo (que debe pactarse con las comunidades autónomas) y su despliegue juegan ya contra el reloj de una legislatura que llegará a su fin el próximo año.