PABLO IGLESIAS carga contra FELIPE GONZÁLEZ y el SILENCIO de MÁS PAÍS sobre los AUDIOS de FERRERAS

Estoy de acuerdo con lo de Pablo Iglesias. Yo sólo he votado na vez y fue por correo ya que vivía desde 1996 en otro País. Yo se que me representaba sólo escuchando su argumento lleno de verdades. En 2020 regrese a éste País mío y alucino ya no del linchamiento mediático a ésta persona, sino también el desprecio que tiene ésta sociedad mayoritaría de nuestro País en cuanto a su persona. Se ve que el establishment hace bien su trabajo, y el pp también.

La Unión Europea, por su dependencia de EEUU, se dirige al precipicio

Alastair Crooke
Gleichschaltung (control totalitario nazi) de la UE: «No nos importa lo que pienses: todo será regulado o limitado hasta la muerte»

Bueno, por si hay alguien, en algún lugar, que no se haya dado cuenta, Europa está en crisis. Hace seis meses, los líderes europeos estaban ansiosos de que sus planes de dejar de comprar gas y petróleo rusos, y sancionar absolutamente todo lo ruso, harían explotar la economía de Rusia y, además, «eliminarían» al presidente Putin al mismo tiempo.

El avance rápido hasta hoy provocó que ya son «seis de cada 10 empresas en Reino Unido que enfrentan el cierre debido al aumento de los costos de energía»; «se avecina un frío invierno para Europa»; «diez terribles inviernos por venir»; «inflación récord en la zona euro», y las opciones energéticas de Alemania disminuyen. Pero anímate: a los líderes europeos no les importa lo que pienses. ¡Agárralo! “Apoyaremos a Ucrania hasta el final”, advierten.

Es simplemente extraordinario: la UE sigue pegándose un tiro en el pie; y luego lo hace de nuevo. Primero imaginó el colapso financiero de Rusia; luego imaginó que la incompetencia militar de Rusia y su tambaleante desempeño permitirían a Zelensky humillar a Rusia en el campo de batalla. Y ahora, en lugar de dejar de cavar más profundo, la UE presenta su «plan B»: después de sancionarlo todo (con consecuencias predecibles), ahora planea «tocar el precio» de todo, con consecuencias adversas igualmente predecibles.

El viernes de la semana pasada los ministros de finanzas del G7 acordaron continuar con su plan para limitar el precio de las exportaciones de petróleo ruso. Esta iniciativa no reemplazará los embargos separados de los países del G7 sobre el petróleo ruso, pero se implementará en paralelo: el 5 de diciembre para el crudo y el 5 de febrero de 2023 para los productos refinados.

Este límite se activará a través de la «prohibición integral de servicios» que impiden el transporte marítimo de crudo y productos derivados del petróleo rusos. Esos servicios, que incluyen seguro de envío, solo se permitirán si los productos se compran a un precio igual o inferior al que establecerá una “amplia coalición de países”. Un esquema que es esencialmente creación de la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen.

En su visión, el precio se fijaría por encima del nivel de precios que Rusia requiere para equilibrar su presupuesto nacional (y, por lo tanto, incentivar a Rusia a seguir bombeando petróleo), pero por debajo del precio requerido para mantener la prosperidad de las economías occidentales, y lo suficientemente bajo como para recortar profundamente en los ingresos petroleros de Rusia, debilitando así (se espera) su economía y su esfuerzo bélico.

El límite teórico no está determinado, pero se estima en alrededor de $ 50 – $ 60 el barril. El presupuesto ruso se basa en el petróleo al equivalente de $44, durante 2022. La implementación de la UE requerirá que los estados miembros acepten por unanimidad enmendar el sexto paquete de sanciones que detalla el embargo del bloque sobre el crudo ruso, incluso ajustando su prohibición sobre los servicios de seguros.

Incluso este componente clave del seguro que sirve como el «mecanismo operativo» del tope es discutible: Lloyds’ of London es una de las principales aseguradoras marítimas. ¿Cómo, en la práctica, van a determinar las compañías de seguros qué cargas se transportan a qué precio inicial? ¿Van a reclutar un ejército de inspectores? ¿Por qué estos ministros del G7 asumen que solo se contratarán los servicios de seguros del G7? India ya está proporcionando seguros para los cargamentos rusos, al igual que Rusia y China. Lo más probable es que signifique un cambio de los servicios de seguros marítimos de Londres a Asia, otra pérdida de ventaja económica occidental heredada.

Bueno, la primera y más obvia laguna en este esquema es que depende de la disposición de los grandes importadores de petróleo ruso, incluidos India y China, para aceptar el esquema. Y ambos han dicho ‘no’. Rusia ha advertido que simplemente detendría las exportaciones a cualquier estado que participe en el esquema.

Luego, días después de que la UE amenazara a los comerciantes de productos básicos con una «intervención de emergencia» para aplastar los precios de la energía, Gazprom (¿pura casualidad?) anunció que «detendría por completo» todo el tránsito de gas por el Nord Stream 1 debido a una «fuga de gas».

La noticia provocó el desplome de los mercados bursátiles mundiales y amenazó con hacer que los precios europeos del gas y la energía vuelvan a subir a máximos históricos, además de obligar a Suecia a seguir a Austria y Alemania en el «rescate» de sus compañías energéticas por una suma de miles de millones de euros.

La UE (habiendo «trabajado sin parar durante el fin de semana»), a última hora del domingo, propuso «intervenciones históricas» en el mercado de la energía, incluido un impuesto sobre las ganancias excesivas (las que estén ¡por encima del 20% de ganacias extraordinarias!, https://lahaine.org/gB91) de las empresas de electricidad y energía. Y desde topes en el precio del gas a una suspensión del comercio de derivados de energía, «mientras el bloque se esfuerza por responder a los últimos acontecimientos en la profundización de la crisis».

O, en una palabra, ahora todos los demás mercados de productos básicos están a punto de ser regulados o limitados hasta la muerte.

El defecto clave de toda esta construcción es que Europa, los grandes consumidores, después de haber perdido el control de los precios de las materias primas frente a los productores de energía, ahora quiere, con la ayuda de EEUU, recuperarlo. Y nadie, fuera de Occidente, quiere eso. La OPEP+ ciertamente no quiere eso. De hecho, la OPEP+ está recortando la producción , lo que hará subir los precios. Los productores naturalmente quieren precios altos. No les interesa castigar a Rusia a expensas de sus ingresos.

Y la India y China están bastante contentas con comprar petróleo ruso con descuento (y gas licuado en el caso de China) y después de ‘transformarlo’, venderlo de alguna manera a los europeos con una buena ganancia. Ninguno de los estados tiene ningún interés en antagonizar a Moscú innecesariamente: no son fanáticos del intervencionismo occidental «basado en reglas».

La “intervención prevista de la UE debe diseñarse de manera que evite un aumento en el consumo de gas o ponga en peligro los esfuerzos para reducir la demanda de gas. Debería ser simple de implementar y coordinar en todo el bloque y «ser consistente con los objetivos climáticos del bloque”, dijo la Presidencia de la UE en el borrador del documento.

«¿Simple de implementar?» Aquí es donde estalla la risa: ¿Por qué? Porque, como incluso Goldman Sachs escribió el viernes, nada de lo que haga Europa conducirá a precios más bajos y, en todo caso, hará que los precios suban mucho más, lo que sugiere que los planes «históricos» de Europa funcionan en teoría y colapsan en la práctica.

Ucrania se desliza hacia una guerra real

Aunque las fuerzas rusas hayan estabilizado el frente y están ganando batallas en el Donbass, ahora, de facto, existe un estado de guerra entre Rusia y la OTAN

Una característica recurrente de la Guerra Fría fue que EEUU siempre le dio mucha importancia a la publicidad mientras que Moscú siempre optó por concentrarse en el resultado final.

La Crisis de los Misiles en Cuba es el ejemplo más conocido en el que el desenlace fue publicitado como un abandono del despliegue soviético de misiles en Cuba y un acuerdo para que EEUU no invadiera la isla. Lo que medios occidentales han ocultado, y lo que más le dolió al imperialismo, es que también se acordó el desmantelamiento de todos los misiles balísticos Júpiter que EEUU habían desplegado en Turquía, cerca de la frontera soviética.

El patrón de comportamiento sigue siendo el mismo en Ucrania. Según la narrativa occidental, Rusia está a punto de ser “derrotada” en la región de Járkov. Curiosamente, en los círculos oficiales de Washington, existe una abierta reticencia a tocar los tambores del triunfo, presumiblemente por que las fuerzas ucranianas solamente han vuelto a ocupar áreas que los rusos habían planeado evacuar de antemano.

Moscú vuelve a dejar la propaganda de guerra casi en su totalidad a manos de los periodistas occidentales, mientras el Kremlin se concentra en el resultado final, con tres dimensiones conocidas: una, completar la evacuación desde la dirección Balakleysko-Izyum sin pérdida de vidas; dos, atacar a las fuerzas ucranianas que abandonaron sus posiciones bien fortificadas para dedicarse a desplazamientos en campo abierto en la región de Járkov; y, tres concentrarse en la operación en Donetsk.

Este última aspecto se está volviendo muy sensible para Moscú, ya que una parte importante de los «corresponsales de guerra» rusos (que no se muevgen de Moscú) publicaron informes que parecen un apocalipsis. Incluso políticos como Gennady Zyuganov, secretario general del Partido Comunista –una voz poderosa en la Duma estatal- están preocupados.

Zyuganov declaró en la primera reunión plenaria de otoño de la Duma estatal que la «operación especial» se ha convertido en una guerra en toda regla y que la situación en el frente ha «cambiado drásticamente».

En un fragmento de su discurso, publicado en la web del Partido Comunista, Zyuganov explica: “toda guerra requiere una respuesta. En primer lugar, requiere la máxima movilización de fuerzas y recursos. Exige cohesión social y una priorización clara”.

Aunque pretende ser una crítica constructiva, la opinión de Zyuganov seguramente será pasada por alto por el Kremlin. El portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov, se apresuró a responder: “En este momento, una movilización total o parcial no está en la agenda”.

La base de apoyo del presidente Putin sigue siendo sólida. Las recientes elecciones regionales y locales rusas se convirtieron en un “referéndum” sobre la situación de Ucrania. Y el hecho de que el partido gobernante obtuviera uno de los mejores resultados de su historia al ganar alrededor del 80 por ciento de los curules demuestra un voto de confianza al liderazgo de Putin.

Dicho esto, los “patriotas enojados” suponen un quebradero de cabeza para el Kremlin. Por eso la situación en torno a la región de Bakhmut en Donetsk adquiere una importancia particular. Bakhmut es el eje de toda la fortificación militar que Kiev erigió en Donbass en los últimos 8 años. Es un cruce de comunicación estratégica con carreteras en muchas direcciones (Lysychansk, Horlivka, Kostiantynivka y Kramatorsk) y el control de la ciudad es vital para establecer la supremacía total sobre la región de Donetsk.

Las tropas rusas y las milicias de Donetsk y Lugansk habían estado intentando desde el 3 de agosto penetrar las defensas ucranianas en dirección a Bakhmut-Soledar, con un éxito muy irregular. Ahora llegan informes de que los rusos han entrado en la ciudad de Bakhmut y han tomado el control de la zona industrial en la parte noreste. Algunos de estos informes dicen que las fuerzas rusas conocidas como el Grupo Wagner se han desplegado en Bakhmut. Se trata de ex militares altamente capacitados.

Las apuestas son extremadamente altas. Para Kiev, toda la logística de las operaciones en Donetsk puede desmoronarse si pierden el control de Bakhmut. En cuanto a los rusos, el avance en esa dirección despejará el principal obstáculo para una ofensiva decisiva hacia el eje Slavyansk-Kramatorsk al oeste, el último conglomerado de fuerzas ucranianas en Donetsk (Bakhmut está a solo 50 km de Slavyansk-Kramatorsk).

¿Que piensa el Pentágono?

Hablando sobre la “contraofensiva” ucraniana el pasado fin de semana, el general Mark Milley, presidente de los Jefes de Estado Mayor estadounidenses, expreso algunas opiniones muy sugestivas:

– Ucrania ha acumulado una gran cantidad de poder de combate. Cómo lo usen ahora será el factor determinante. Las cosas se aclararán “en los próximos días y semanas”.

– El ejército ucraniano hasta ahora ha luchado extraordinariamente bien en la línea de defensa.

– Ahora Ucrania se está moviendo hacia operaciones ofensivas donde es fundamental integrar el poder de fuego en las maniobras para lograr la superioridad.

– Por tanto, “está por ver” qué ocurre en las próximas semanas. “Es una tarea muy, muy difícil la que han emprendido los ucranianos”, al iniciar una ofensiva combinada con guerra de maniobras.

La ofensiva ucraniana en Kharkov fue planeada como un ataque para rodear y destruir las agrupaciones rusas en el área de Balakleya, Kupyansk e Izyum. Pero el comando ruso se anticipó a este intento, reduciendo su agrupación militar en esta línea del frente. Por eso el número de fuerzas ucranianas superó a las rusas casi 8 veces.

Tambien, en previsión de la ofensiva ucraniana, los civiles fueron evacuados en convoyes militares. Usando tácticas de defensa móvil al amparo de unidades especialmente organizadas, los rusos finalmente lograron replegar todas sus unidades militares.

En efecto, el plan de EEUU y la OTAN en la región de Kharkov de rodear a las tropas rusas se vio frustrado. Los rusos tuvieron pérdidas mínimas. Por su parte el alto mando ucraniano ha admitido que los rusos infligieron importantes pérdidas a sus tropas (una gran parte de estas son mercenarios pertenecientes a países de la OTAN).

Pero el ejército ruso también cometió errores. Inexplicablemente sus posiciones avanzadas no fueron defendidas con minas; la recopilación de inteligencia de primera línea fue deficiente; y las tropas rusas residuales (reducidas a un tercio de la fuerza total) no estaban equipadas con suficientes armas antitanque.

El resultado de los últimos acontecimientos es que el conflicto está asumiendo la naturaleza de una guerra en toda regla. Zyuganov no se equivocó cuando habló ante la Duma:

“La operación político-militar… se ha convertido en una guerra en toda regla. Ha sido declarada contra nosotros por los estadounidenses, la OTAN y la Unión Europea. Una guerra es fundamentalmente diferente de una operación especial. Una operación especial es algo que anuncias y algo que puedes elegir cuando ponerle fin. Una guerra es algo que no puedes detener aunque quieras. Tienes que luchar hasta el final. La guerra tiene dos resultados posibles: victoria o derrota”.

Llegó el momento que Putin debe tomar una decisión. Porque, aunque las fuerzas rusas hayan estabilizado el frente y se estén transfiriendo reservas al campo de batalla, ahora, de facto, existe un estado de guerra entre Rusia y la OTAN.

Las recientes llamadas telefónicas a Putin, en rápida sucesión, por parte del presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz , después de un intervalo de meses, indican que puede haber surgido una necesidad de volver a atraer al líder del Kremlin.

Ayuso contradice a Feijóo y dice que el impuesto a las eléctricas que perfila la UE es una “ocurrencia de última hora”

La presidenta de Madrid, que se ausentó de buena parte de la primera jornada de la Interparlamentaria del PP en Toledo, pone límites a su apuesta por dirigir la región: “hay que saber estar el tiempo necesario porque esto es muy sacrificado”

El PP apoya gravar a las energéticas en Europa mientras lo rechaza en España

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la celebración de la Interparlamentaria Popular en Toledo.La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la celebración de la Interparlamentaria Popular en Toledo. Gustavo Valiente – Europa Press

“Ocurrencia de última hora”. Así califica la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la propuesta de la Unión Europea para gravar los beneficios extraordinarios que las eléctricas están consiguiendo gracias a la guerra de Ucrania. En una entrevista en el diario La Razón, Ayuso dice que es “partidaria de no gravar nada” y que “todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaño”. La líder del PP regional apuntala así su perfil propio al margen de la dirección del partido que ha potenciado desde 2019 y que recupera a pocas semanas de la convención ideológica que prepara para el mes de octubre.

Ayuso señala a Feijóo como la alternativa a los "hombres blandengues" que personifica en Pedro Sánchez

Ayuso señala a Feijóo como la alternativa a los «hombres blandengues» que personifica en Pedro Sánchez

La entrevista se publica este domingo, cuando Feijóo tiene previsto ofrecer el discurso de cierre de la XV Interparlamentaria que el PP ha celebrado este fin de semana en Toledo. En la jornada inaugural, Ayuso ya dedicó su intervención a perfilar su figura estatal y a colocarse como antagónica a Pedro Sánchez. Cuando terminó su alocución, la presidenta regresó a Madrid, pese a que estaba previsto que liderara la mesa redonda sobre el proyecto económico del PP.

Un cambio en el horario del programa (la mesa de Ayuso pasó de la mañana a la tarde) fue la justificación de la ausencia, pero la presidenta no se quedó siquiera a la comida que Feijóo celebró con diferentes dirigentes nacionales y territoriales del partido. Fuentes del PP de Madrid y del PP nacional restan importancia a lo ocurrido, aunque el mismo miércoles la dirección anunció la participación de Ayuso en la Interparlamentaria. Desde la Puerta del Sol explican que se informó “el jueves”, y desde Génova dicen que “desde el minuto 1”.

El PP de Feijóo ve así como su bandazo en lo referente al impuesto a las eléctricas tiene contestación interna. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ha planteado un tributo especial y temporal a los beneficios de las eléctricas y los bancos. Una idea que la derecha ha atacado desde el primer momento, hasta que la Comisión Europea que preside Ursula Von der Leyen (del PP Europeo) ha movido pieza y ha defendido un gravamen para las empresas energéticas.

El cambio de paso de Europa dejó á Feijóo fuera de juego y tuvo que girar. El líder del PP pasó en 24 horas de votar en contra si quiera de debatir el impuesto en el Congreso a defender la decisión de la Comisión Europea, que deberá ratificar los países de la UE en los próximas días.

Pero Ayuso va por libre y ha atacado duramente el impuesto. “Soy partidaria de no gravar nada y hay intervenciones en el libre mercado que luego tienen efectos más perjudiciales”, dice en la entrevista. Asume como mal menor la propuesta europea, técnicamente diferente de la española, pero deja clara su contrariedad. “No me gusta ninguna”, apunta. Y concluye: “Mi posición es que todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaños, que benefician más al Gobierno que al ciudadano”.

Ayuso tampoco acepta ningún tipo de intervención en la cadena alimentaria y defiende a las grandes multinacionales de la distribución con la excusa de los pequeños agricultores. “Intervenir los precios sólo sirve para dispararlos y para llevarnos al modelo cubano”, apunta. El PP también se opuso al tope a los precios de las mascarillas durante la pandemia, aunque sus predicciones apocalípticas nunca se cumplieron.

La presidenta madrileña huye de defender una subida del SMI, pero tampoco se atreve a negarla, plantea endurecer la Ley del Menor y el Código Penal y dice que lo primero que tiene que hacer el PP al llegar a la Moncloa es legislar contra la ocupación.

En el plano interno, Ayuso defiende a Feijóo, a quien tilda de “buena persona”. Y apunta a que su paso por la Comunidad de Madrid tiene fecha de caducidad, sin significar que vaya a dejar pronto la política: “Soy consciente de que hay que saber estar el tiempo necesario porque esto es muy sacrificado”.

Un cambio en el horario del programa (la mesa de Ayuso pasó de la mañana a la tarde) fue la justificación de la ausencia, pero la presidenta no se quedó siquiera a la comida que Feijóo celebró con diferentes dirigentes nacionales y territoriales del partido. Fuentes del PP de Madrid y del PP nacional restan importancia a lo ocurrido, aunque el mismo miércoles la dirección anunció la participación de Ayuso en la Interparlamentaria. Desde la Puerta del Sol explican que se informó “el jueves”, y desde Génova dicen que “desde el minuto 1”.

El PP de Feijóo ve así como su bandazo en lo referente al impuesto a las eléctricas tiene contestación interna. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ha planteado un tributo especial y temporal a los beneficios de las eléctricas y los bancos. Una idea que la derecha ha atacado desde el primer momento, hasta que la Comisión Europea que preside Ursula Von der Leyen (del PP Europeo) ha movido pieza y ha defendido un gravamen para las empresas energéticas.

El cambio de paso de Europa dejó á Feijóo fuera de juego y tuvo que girar. El líder del PP pasó en 24 horas de votar en contra si quiera de debatir el impuesto en el Congreso a defender la decisión de la Comisión Europea, que deberá ratificar los países de la UE en los próximas días.

Pero Ayuso va por libre y ha atacado duramente el impuesto. “Soy partidaria de no gravar nada y hay intervenciones en el libre mercado que luego tienen efectos más perjudiciales”, dice en la entrevista. Asume como mal menor la propuesta europea, técnicamente diferente de la española, pero deja clara su contrariedad. “No me gusta ninguna”, apunta. Y concluye: “Mi posición es que todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaños, que benefician más al Gobierno que al ciudadano”.

Ayuso tampoco acepta ningún tipo de intervención en la cadena alimentaria y defiende a las grandes multinacionales de la distribución con la excusa de los pequeños agricultores. “Intervenir los precios sólo sirve para dispararlos y para llevarnos al modelo cubano”, apunta. El PP también se opuso al tope a los precios de las mascarillas durante la pandemia, aunque sus predicciones apocalípticas nunca se cumplieron.

La presidenta madrileña huye de defender una subida del SMI, pero tampoco se atreve a negarla, plantea endurecer la Ley del Menor y el Código Penal y dice que lo primero que tiene que hacer el PP al llegar a la Moncloa es legislar contra la ocupación.

En el plano interno, Ayuso defiende a Feijóo, a quien tilda de “buena persona”. Y apunta a que su paso por la Comunidad de Madrid tiene fecha de caducidad, sin significar que vaya a dejar pronto la política: “Soy consciente de que hay que saber estar el tiempo necesario porque esto es muy sacrificado”.

Un cambio en el horario del programa (la mesa de Ayuso pasó de la mañana a la tarde) fue la justificación de la ausencia, pero la presidenta no se quedó siquiera a la comida que Feijóo celebró con diferentes dirigentes nacionales y territoriales del partido. Fuentes del PP de Madrid y del PP nacional restan importancia a lo ocurrido, aunque el mismo miércoles la dirección anunció la participación de Ayuso en la Interparlamentaria. Desde la Puerta del Sol explican que se informó “el jueves”, y desde Génova dicen que “desde el minuto 1”.

El PP de Feijóo ve así como su bandazo en lo referente al impuesto a las eléctricas tiene contestación interna. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ha planteado un tributo especial y temporal a los beneficios de las eléctricas y los bancos. Una idea que la derecha ha atacado desde el primer momento, hasta que la Comisión Europea que preside Ursula Von der Leyen (del PP Europeo) ha movido pieza y ha defendido un gravamen para las empresas energéticas.

El cambio de paso de Europa dejó á Feijóo fuera de juego y tuvo que girar. El líder del PP pasó en 24 horas de votar en contra si quiera de debatir el impuesto en el Congreso a defender la decisión de la Comisión Europea, que deberá ratificar los países de la UE en los próximas días.

Pero Ayuso va por libre y ha atacado duramente el impuesto. “Soy partidaria de no gravar nada y hay intervenciones en el libre mercado que luego tienen efectos más perjudiciales”, dice en la entrevista. Asume como mal menor la propuesta europea, técnicamente diferente de la española, pero deja clara su contrariedad. “No me gusta ninguna”, apunta. Y concluye: “Mi posición es que todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaños, que benefician más al Gobierno que al ciudadano”.

Ayuso tampoco acepta ningún tipo de intervención en la cadena alimentaria y defiende a las grandes multinacionales de la distribución con la excusa de los pequeños agricultores. “Intervenir los precios sólo sirve para dispararlos y para llevarnos al modelo cubano”, apunta. El PP también se opuso al tope a los precios de las mascarillas durante la pandemia, aunque sus predicciones apocalípticas nunca se cumplieron.

La presidenta madrileña huye de defender una subida del SMI, pero tampoco se atreve a negarla, plantea endurecer la Ley del Menor y el Código Penal y dice que lo primero que tiene que hacer el PP al llegar a la Moncloa es legislar contra la ocupación.

En el plano interno, Ayuso defiende a Feijóo, a quien tilda de “buena persona”. Y apunta a que su paso por la Comunidad de Madrid tiene fecha de caducidad, sin significar que vaya a dejar pronto la política: “Soy consciente de que hay que saber estar el tiempo necesario porque esto es muy sacrificado”.

Un cambio en el horario del programa (la mesa de Ayuso pasó de la mañana a la tarde) fue la justificación de la ausencia, pero la presidenta no se quedó siquiera a la comida que Feijóo celebró con diferentes dirigentes nacionales y territoriales del partido. Fuentes del PP de Madrid y del PP nacional restan importancia a lo ocurrido, aunque el mismo miércoles la dirección anunció la participación de Ayuso en la Interparlamentaria. Desde la Puerta del Sol explican que se informó “el jueves”, y desde Génova dicen que “desde el minuto 1”.

El PP de Feijóo ve así como su bandazo en lo referente al impuesto a las eléctricas tiene contestación interna. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos ha planteado un tributo especial y temporal a los beneficios de las eléctricas y los bancos. Una idea que la derecha ha atacado desde el primer momento, hasta que la Comisión Europea que preside Ursula Von der Leyen (del PP Europeo) ha movido pieza y ha defendido un gravamen para las empresas energéticas.

El cambio de paso de Europa dejó á Feijóo fuera de juego y tuvo que girar. El líder del PP pasó en 24 horas de votar en contra si quiera de debatir el impuesto en el Congreso a defender la decisión de la Comisión Europea, que deberá ratificar los países de la UE en los próximas días.

Pero Ayuso va por libre y ha atacado duramente el impuesto. “Soy partidaria de no gravar nada y hay intervenciones en el libre mercado que luego tienen efectos más perjudiciales”, dice en la entrevista. Asume como mal menor la propuesta europea, técnicamente diferente de la española, pero deja clara su contrariedad. “No me gusta ninguna”, apunta. Y concluye: “Mi posición es que todo lo que no sea reducir gastos y reducir impuestos son sólo apaños, que benefician más al Gobierno que al ciudadano”.

Ayuso tampoco acepta ningún tipo de intervención en la cadena alimentaria y defiende a las grandes multinacionales de la distribución con la excusa de los pequeños agricultores. “Intervenir los precios sólo sirve para dispararlos y para llevarnos al modelo cubano”, apunta. El PP también se opuso al tope a los precios de las mascarillas durante la pandemia, aunque sus predicciones apocalípticas nunca se cumplieron.

La presidenta madrileña huye de defender una subida del SMI, pero tampoco se atreve a negarla, plantea endurecer la Ley del Menor y el Código Penal y dice que lo primero que tiene que hacer el PP al llegar a la Moncloa es legislar contra la ocupación.

En el plano interno, Ayuso defiende a Feijóo, a quien tilda de “buena persona”. Y apunta a que su paso por la Comunidad de Madrid tiene fecha de caducidad, sin significar que vaya a dejar pronto la política: “Soy consciente de que hay que saber estar el tiempo necesario porque esto es muy sacrificado”.

Rusia ataca base de empresa militar privada de EEUU en Ucrania

Sujoi Su-35S rusos en pleno vuelo durante el foro Army 2022, Moscú, 17 de agosto de 2022. (Foto: Getty Images)

La artillería y la fuerza aérea rusas atacan la base de una empresa militar privada de Estados Unidos y los centros de comando locales en dos regiones de Ucrania.

El Ministerio ruso de Defensa ha informado este domingo que las fuerzas terrestres y aéreas del país euroasiático lanzaron una serie de ataques contra los centros de comando y puntos de apoyo del Ejército ucraniano, así como una base de mercenarios extranjeros que apoyan a Kiev.

Las tropas rusas bombardearon una base de la empresa privada militar Academi (anteriormente conocida como Blackwater), situada cerca de la ciudad de Krasatorsk, en la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), en este de Ucrania.

En concreto, los ataques rusos alcanzaron el punto de apoyo del destacamento armado Kraken —calificado por Moscú como nacionalista— y los centros de coordinación de ataques con misiles, ubicados cerca de la ciudad de Shurino, en la región de Nikolaev.

Durante las operaciones de las últimas 24 horas también los rusos pusieron en su mira 47 posiciones de artillería y 127 posiciones de tropas y equipos militares.

 

Desde el inicio de la operación militar rusa en el territorio ucraniano el 24 de febrero, e incluso antes, los aliados occidentales de Ucrania, liderados por EE.UU., han intensificado su apoyo armamentista a Kiev para combatir a Rusia.

Moscú culpa al Occidente del actual conflicto en Ucrania por ignorar durante más de una década las preocupaciones rusas para establecer garantías de seguridad en la zona. El presidente ruso, Vladímir Putin, puso el viernes en entredicho que Ucrania lograse una victoria en el campo de la batalla.

Unas 1.500 personas se manifiestan en Madrid para pedir otro modelo de residencias

Los manifestantes han pedido elevar el ratio de personal por usuario y un incremento de las inspecciones. 

Imagen de la manifestación convocada por organizaciones de familiares y usuarios de residencias que ha recorrido la Gran Via de Madrid para exigir un cambio en el modelo de funcionamiento de las residencias de ancianos.
Imagen de la manifestación convocada por organizaciones de familiares y usuarios de residencias que ha recorrido la Gran Via de Madrid para exigir un cambio en el modelo de funcionamiento de las residencias de ancianos.  Javier López. / EFE

Los convocantes, además, han reclamado elevar el ratio de personal cuidador para garantizar que los mayores reciben una atención correcta. Para garantizar que las incidencias no se conviertan en norma, los ciudadanos que se han concentrado en el centro de la capital han exigido también más inspecciones y controles regulares.

La manifestación ocurre tan solo dos días después de que un usuario de una residencia de San Sebastián de los Reyes acudiera al Pleno del Ayuntamiento de dicha localidad para denunciar, con un emotivo discurso, las malas condiciones de vida, con temperaturas de hasta 40ºC y «comida deleznable».

El relato de este anciano, Mariano Turégano, los 140 pacientes de la residencia vivieron la ola de calor de este verano, una de las más largas e intensas, sin aire acondicionado, lo que derivó en ingresos hospitalarios por deshidratación. Unas condiciones, según puso de manifiesto este residente, que provocan además que nadie quiera trabajar en el mismo, que achacó a los «sueldos miserables» que se pagan.

A la manifestación ha acudido la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, que ha criticado al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso por «abandonar» a los mayores y «dejar las residencias en manos de negocio y de fondos buitre».

Las privatizaciones son parte de la culpa, según los manifestantes. Tanto es así que al menos hubo un 15% más de fallecidos en las residencias privadas durante la pandemia.

Las peticiones de los manifestantes, no en vano, están siendo escuchadas por el Gobierno. El Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra ya ha aprobado un primer plan para la transformación total del sector. Algunas de las medidas que ya han trascendido son el fomento de la teleasistencia, el incremento del ratio de personal –con un mínimo de 80% de contratos indefinidos– y un límite de 120 plazas por residencia para acabar con la masificación de los centros.