La Fiscalía Anticorrupción investigará los contratos de la Comunidad de Madrid en la Cañada Real

El Ministerio Público abre diligencias tras la denuncia presentada por la diputada de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto, a la que se sumó Más Madrid. 

Una mujer camina cargada con bolsas en la Cañada Real, a 31 de diciembre de 2021, en Madrid, (España).

Una mujer camina cargada con bolsas en la Cañada Real, a 31 de diciembre de 2021, en Madrid, (España).  Ricardo Rubio / EUROPA PRESS

La Fiscalía Anticorrupción investigará las últimas actuaciones que el Gobierno regional del PP ha impulsado en la Cañada Real Galiana. El Ministerio Público abrirá diligencias a raíz de una denuncia presentada por la diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto, a la que se sumó Más Madrid, en la que se alerta de la posible comisión de varios delitos por parte de la Comunidad de Madrid en la zona.

En concreto, en la denuncia impulsada por Jacinto, advierte de la posible comisión de varios delitos contra el medio ambiente, sobre la ordenación del territorio y el urbanismo y prevaricación administrativa, cohecho y encubrimiento, así como por posibles coacciones inmobiliarias por parte del Comisionado de la Comunidad de Madrid para la Cañada Real Galiana, Markel Gorbea, y la empresa Amaexco (Asociación de Excavadores y Constructores de la Comunidad de Madrid).

La denuncia refleja, también con imágenes, la «acumulación de montañas de tierra en zonas colindantes a las viviendas habitadas», algo que «pone en riesgo la integridad física de los vecinos». El motivo es que esos amontonamientos «ni están apuntalados ni se encuentran dentro de ningún espacio habilitado al efecto que supusiera alguna garantía ante posibles desplazamientos», según indica el escrito.

Asimismo, el texto apunta a que dichos vertidos impiden actualmente el acceso de vehículos de emergencia y policiales y obstaculizan el desplazamiento de los vecinos en su vida cotidiana. Además, se atestiguó la presencia de residuos contaminantes perjudiciales para la salud tales como «uralita, materiales con amianto, chatarras, electrodomésticos, etcétera».

«Esos terrenos y sus zonas aledañas están siendo utilizados para depositar tierras que provienen de obras de toda la Comunidad de Madrid mediante los camiones que organiza Amaexco. A diario, más de 500 camiones entran en la zona para depositar tierras traídas de obras de la construcción de todo Madrid. Cada camión paga una tasa irregular a la asociación Amaexco por permitirle verter tierras en la zona sin control ambiental», refleja la denuncia.

Respecto a los posibles delitos de prevaricación administrativa, cohecho y encubrimiento, la Fiscalía Provincial de Madrid ha dictaminado que dará traslado de la denuncia a la Fiscalía Anticorrupción, dado que observa indicios de que Amaexco ha seguido vertiendo tierras sin que haya tenido prórroga su contrato, además de derribar viviendas sin que medie contrato público pese a que el Comisionado de la Cañada Real recurrió a Amaexco para «agilizar» el derribo de viviendas sin sujeción a contrato.

«Los vertidos de tierras no cesaron en 2018 como hubiera sido de esperar al concluir el convenio, sino que continuaron y ampliaron su volumen al margen de todo marco normativo habilitante y sin control ambiental alguno», resalta el escrito.

También se investigarán los derribos

Asimismo, en relación a los derribos de vivienda y acoso inmobiliario, la Fiscalía ha dictaminado, dado lo indicios de delito, que esta denuncia se acumule al procedimiento ya abierto que conocimos la semana pasada, un proceso por el que se imputó a Julio César Santos García, jefe de disciplina urbanística del equipo del alcalde del PP, José Luis Martínez-Almeida, a raíz de la demolición de la casa de un vecino mientras se encontraba fuera del país el pasado mes de julio.

«Todos estos hechos, tanto el cierre del camino y el aislamiento de las viviendas mediante el vertido de tierras, como los derribos irregulares y las amenazas para que los habitantes abandonen sus viviendas, constituyen un clima coercitivo destinado a impedir el legítimo disfrute de sus viviendas de la población afectada, lo cual está específicamente perseguido y agravado por el artículo 172 CP en su párrafo tercero». «La jurisprudencia ha venido definiendo este mobbing inmobiliario» con conductas reiteradas y hostiles dirigidas a privar a población vulnerable del disfrute legítimo de su vivienda», finaliza la denuncia.

Tres años del confinamiento por covid: 34.571 mayores fallecidos en residencias y ni una condena

La Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias se concentra  este miércoles ante los juzgados de la Plaza de Castilla para recordar que «ni olvidamos, ni perdonamos el abandono que sufrieron nuestros mayores hasta morir».

Muertos mayores en residencias por covid

Varios operarios realizan el traslado de cadáveres de la residencia geriátrica «Los Peñascales», en Torrelodones (Madrid) a 14 de Abril de 2020.
Firma: Ángel Díaz Briñas / Europa Press

Varias familias declaran este miércoles en el Juzgado Nº 4 de la Plaza de Castilla en Madrid tras la querella presentada – y que no fue admitida a trámite- contra Ayuso por abandonar a su suerte a sus mayores en la primera fase de la pandemia de Covid-19 en aquel 2020. Saben que la Fiscalía les escucha ante su tragedia, pero también que hasta ahora no tienen constancia de que haya sido condenado ningún político en España, ni ningún gerente de estos centros de mayores, por haber negado el desplazamiento a los hospitales de los ancianos dependientes y de mayor edad cuando enfermaron de coronavirus.

«Las cifras son escalofriantes» recuerda Miguel Vázquez, portavoz de La Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (Pladigmare). Los datos oficiales del Imserso son contundentes. En estos tres años de pandemia, un total de 34.571 ancianos fallecieron en residencias. Hasta 20.000 de estas muertes se registraron solo en el 2020.  Desde entonces, cientos de querellas de familias y ni una condena.

La Fiscalía fue clara. Escucharía a las familias de las víctimas, pero sin compromiso alguno en el procedimiento judicial. El pasado mes de febrero, el Ministerio Fiscal reconocía 106 procesos judiciales activos por la gestión de la covid en las residencias. Sin embargo, y hasta ese momento, no registraba ninguna condena específica por covid.

Aislamiento de los mayores con covid en toda España

Madrid es una de las comunidades con mayor número de víctimas en residencias por covid en aquellos primeros meses de pandemia, según datos del Imserso. Fue en marzo de 2020, cuando la Dirección de Coordinación Sanitaria de la Comunidad de Madrid firmó un protocolo, aprobado por la Consejería de Sanidad, por el que se prohibía trasladar a los hospitales a residentes de centros de mayores con un determinado nivel de dependencia o deterioro cognitivo.

Pero la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no fue la única en firmar estos protocolos en los que se anulaba el derecho de los mayores vulnerables a una atención sanitaria hospitalaria ante los síntomas de covid o de cualquier otra enfermedad. Todas las comunidades, se recogiera o no por escrito, optaron por evitar el ingreso de estos mayores en los hospitales para no saturar aún más las plantas covid. Así, la población más vulnerable de la sociedad quedaba abandonada a su suerte, insiste Vázquez a Público.

Aunque, eso sí, la popular madrileña tuvo el peor de los balances ante su decisión: en los primeros veinte días el número de muertos en estas residencias en Madrid fue estremecedor. Según explica Miguel Vázquez, tal y como registró el Imserso, «cerca de 6.000 mayores fallecían solos y muchos de ellos sin ni siquiera poder comunicarse con sus familias para despedirse».

Fue el entonces Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, quien envió de forma urgente una serie de recomendaciones a todas las comunidades autónomas con respecto a las residencias de mayores. En la misiva, el Defensor pedía a todas las comunidades autónomas que mejoraran la atención sanitaria de los residentes en centros de mayores, la información que se proporciona a sus familias y la protección de sus derechos. Tenían que pasar aún varios meses hasta que se normalizara la situación en estos geriátricos.

La oficina de Marugán reconocía entonces que había recibido un número considerable de quejas en las que los familiares de los residentes ponían de manifiesto carencias en su asistencia sanitaria y falta de información y transparencia por parte de los centros. Además, sobre todo, expresaban su desesperación por no poder despedirse en caso de fallecimiento y la inseguridad con respecto a sus derechos en estos momentos.

Sólo en Madrid, durante los veinte días posteriores a la aplicación del protocolo murieron en las residecias madrileños cerca de 6.000 mayores sin recibir atención hospitalaria. Ya en noviembre de 2020, el Imserso aporta sus primeros datos oficiales al respecto y lanza una cifra escalofriante: cerca de 20.000 residentes habían muerto con Covid confirmada o con síntomas compatibles con la infección durante el primer periodo de la pandemia.

Faltan datos de los fallecidos en hospitales

La Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias estará hoy frente a los juzgados de Plaza Castilla para apoyar a las familias que declaran ante la Fiscalía. Miguel Vázquez recuerda que «estaremos para solidarizarnos con ellos y pedir justicia, la misma que se les negó a sus mayores». Pero el portavoz de esta plataforma sabe que todo lo ocurrido no sólo no ha pasado factura judicial a los responsables «sino tampoco política, no hay más que ver las tendencias de voto en la Comunidad de Madrid», manifiesta.

«La responsabilidad política es evidente, otra cosa es que la sociedad no hay sido capaz de  actuar en consecuencia».

Sin embargo, los organizadores de la movilización ante los juzgados de la Plaza de Castilla están convencidos de que «en algún momento, algún juzgado considerará que hay consecuencias penales por lo que ha pasado con los ancianos más indefensos». Vázquez reconoce también que «la responsabilidad política es evidente, otra cosa es que la sociedad no hay sido capaz de exigirla y actuar en consecuencia».

También llama la atención el dato aportado por la Fiscalía de que tan sólo el 5% de las familias afectadas presentaron querella por la falta de auxilio a sus mayores. Eso sí, hasta el momento, sin ningún éxito.

Las medidas tomadas por las autoridades en aquellos difíciles momentos del Covid, que impidió que los ancianos fueran trasladados de las residencias a los hospitales, sólo afectó a aquellos mayores que no contaban con un seguro privado. Por ello, Vázquez acusa además de «políticas clasistas»

Entre estas familias que este miércoles estarán en los juzgados para declarar ante la Fiscalía se encuentra Ángela Arreba, que todavía recuerda, entre emocionada e indignada, cómo fueron los últimos días de su madre, que murió sola en una residencia de Madrid con 91 años.

Esta madrileña narra con precisión a Público que el 8 de marzo de 2020 «es la última vez que vemos a nuestra madre». La residencia Amavir les notifica por escrito que se suspenden las visitas al centro ante el avance de la pandemia. «Nos despedimos de nuestra madre convencidas de que era por un tiempo breve y por su bien. Pero no volvimos a verla«.

Jornadas de angustia sin saber nada de su madre

Así empieza unas jornadas de angustia ante la falta de comunicación con la residencia. «Era muy difícil hablar con los profesionales, porque se reduce el personal, los trabajadores caen enfermos de Covid, vienen otros que no conocen a mi madre ni al resto de residentes, y así pasan los días sin que sepamos muy bien qué pasa dentro», recuerda.

Ángela llegó, con la disculpa del permiso de pasear al perro, a acercarse a la puerta de la residencia de su madre. «Pero todos los que entraban o salían me respondían con mucho ocultismo». Según confirma, «no sólo no nos dejaban hablar por teléfono con ella, o comunicar por videoconferencia, es que no dejaron ni que se asomara a la venta para que me viera y verla yo a ella desde la calle».

La voz de esta mujer se va quebrando a medida que recuerda los últimos días de la vida de su madre. «De vez en cuando contestaban. No te informaban de la situación clínica, decían que nuestra madre estaba bien. Todo tranquilo. No os preocupéis. Mi madre llevaba allí ocho años. Así pasaban los días. Crecía la alarma social y confiamos en ellos, en su palabra», explica.

El día 30 la familia de esta anciana recibió la llamada del médico. «Nos informó que mi madre había sufrido una hipoglucemia, que ha perdido la conciencia, pero que ya se había recuperado». El facultativo confirma a Ángela y sus hermanos «que no tenía fiebre, que de oxigenación estaba normal. Respira bien, nos dicen».  Pero el día  4 de abril, a través de una llamada, ya se les comunica que la situación de la anciana es dramática. «Que tiene los pulmones encharcados, está sin conciencia y con fiebre alta», recuerda con desesperación. A pesar del cuadro clínico grave, Ángela asegura que «en la residencia nunca se plantearon llevarla al hospital».

El día 8,  a las 6.30 de la mañana, la familia recibe la noticia de la muerte de su madre. «Deducimos que murió sola y no sabemos si sufrió. Pasamos un mes entero preocupados, pero no pudimos comunicar con ella de ninguna manera».

Ángela y sus hermanos presentaron una querella  contra Ayuso por homicidio imprudente que fue desestimada. Hoy volverán a declarar ante la Fiscalía. Pese a todo, confían en que algún día «se haga justicia».

El vicepresidente de Ayuso se beneficia del bono social térmico para «consumidores vulnerables» de su propio Gobierno

Enrique Ossorio, el diputado más rico de la Comunidad de Madrid, recibe 195,82 euros para la calefacción y el agua caliente por disponer del certificado de familia numerosa, sin importar su patrimonio.

El vicepresidente, consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, en una rueda de prensa de Isabel Díaz Ayuso, en Madrid, a 6 de marzo de 2023.

El vicepresidente, consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, en una rueda de prensa de Isabel Díaz Ayuso, en Madrid, a 6 de marzo de 2023.  A. Pérez Meca / EUROPA PRESS

El vicepresidente y consejero de Educación y Universidades de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, se beneficia del bono social térmico que concede su Gobierno para «proteger los derechos de los más vulnerables», según la información publicada por InfoLibre.

El número dos de Isabel Díaz Ayuso es el diputado más rico de la Comunidad de Madrid con un sueldo de 107.912,76 euros anuales, una casa valorada en 417.000 euros y más de un millón de euros invertidos.

Sin embargo, recibe esta ayuda creada para «aliviar el coste de calentar la casa en los meses más fríos» por poseer el certificado de familia numerosa, sin importar su patrimonio.

Ossorio recibe 195,82 euros correspondiente a la «asignación vulnerable», inferior a la que reciben las personas en una situación «vulnerable severa», de 313,30 euros.

Según el portal de la Comunidad de Madrid, los beneficiarios que corresponden al grupo de «asignación vulnerable» deben cumplir con uno de los siguientes requisitos: tener una renta conjunta anual igual o inferior a dos veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), poseer el título de familia numerosa, percibir el ingreso mínimo vital o ser pensionista por jubilación o incapacidad permanente.

Ossorio es el mismo que respondió a un informe de Cáritas sobre la pobreza de esta forma: «A alguien le dicen que en Madrid hay tres millones de pobres, pues ¿dónde están?», negaba. También consideró cuando se produjo la polémica por las becas a rentas altas que una pareja con dos hijos que gana 143.652 euros al año «forma parte de una clase media que paga muchos impuestos, trabaja mucho y no recibe nada». Además, señaló que dichas familias podrían tener «problemas para llegar a fin de mes».

El vicepresidente madrileño también generó polémica al considerar que los familiares de las personas fallecidas en las residencias durante los momentos más duros de la pandemia de la covid «ya lo han superado».

Ossorio se benefició de esta ayuda durante el periodo de 2021. Un año antes, la Comunidad de Madrid dejó sin gastar 32,4 millones de euros destinados a ayudar a personas en riesgo de exclusión social, tal y como refleja el informe de fiscalización de la Cámara de Cuentas.