Yolanda Díaz ya negocia con los partidos políticos de la izquierda con el objetivo de definir una coalición de cara a las elecciones generales que se celebrarán este año. Así lo ha avanzado la propia vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, en unas declaraciones que ha realizado este viernes durante un evento de moda en el recinto IFEMA de Madrid.
Preguntada sobre las peticiones de Podemos para que la titular de Trabajo avance su decisión sobre presentarse a las generales para empezar a negociar, Díaz ha desvelado que «Sumar se está reuniendo con todas las formaciones políticas, incluido Podemos». La vicepresidenta también ha pedido a los de Ione Belarra y al resto de partidos que «dejen trabajar a Sumar».
«Yo le pediría a todas las formaciones políticas que dejen trabajar a Sumar que, como saben, se está reuniendo con todas las formaciones políticas, incluido podemos. Como saben, para que las cosas vayan bien, necesitamos discreción; si queremos sumar, hagámoslo bien, con discreción y con cariño», ha dicho.
Según ha podido saber Público, Díaz estaría manteniendo conversaciones con Podemos, Izquierda Unida, Más País, Más Madrid, Compromís y otras formaciones, a la vez que se encuentra en la recta final de su proceso de escucha. En principio, el anuncio sobre su candidatura (previsto para febrero) no se dará hasta marzo, mes en el que también está previsto que culmine la redacción del proyecto de país que los grupos de trabajo sectoriales de Sumar están llevando a cabo.
Aunque la ministra de Trabajo no ha desvelado nada sobre el contenido de estas negociaciones que mantiene con los partidos (de hecho, ha pedido discreción a todas las partes), sobre la mesa estaría cuestiones como la definición de unas primarias que respalden y avalen las candidaturas que la izquierda presentará a las elecciones generales de este año.
Tanto Podemos como Izquierda Unida son partidarios de que cualquier decisión de calado en la definición de la candidatura electoral pase por primarias, una posición que también comparten en el equipo de Díaz. La clave reside en la forma y fondo que tomaría ese proceso de primarias y, sobre todo, en cuál sería el censo que participaría en las mismas.
Unas primarias para avalar candidaturas
Hace un mes, el coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, elevó una serie de propuestas de futuro a la ejecutiva de su partido, entre las que se encontraba la celebración de unas «primarias proporcionales, con censo específico y por circunscripciones para confeccionar las próximas candidaturas a las elecciones generales».
Sin embargo, esta fórmula deja abiertas varias opciones y no termina de aclarar qué considera IU unas primarias «proporcionales» ni de dónde se tomarían los datos para conformar ese «censo». El asunto de las circunscripciones podría tener que ver con la circunscripción electoral (en el caso de las generales, la provincia), pero tampoco esto ha sido aclarado, de momento.
Los mensajes que se trasladan desde Podemos cuando se habla de primarias apuntan a las militancias de los distintos partidos. En el primer proceso de confluencia entre la formación morada e IU (tras el pacto de los botellines de Garzón y de Pablo Iglesias), cada partido celebró sus propios procesos y los dirigentes de las organizaciones se repartieron las listas en un acuerdo político «de despacho».
Sin embargo, Izquierda Unida apostó en 2018, de cara a municipales y autonómicas, por un proceso de primarias conjuntas de «radicalidad democrática» cuyo censo estuviera compuesto por las militancias y las personas de todos los partidos, organizaciones y colectivos que conformaban entonces la denominada unidad popular. Cómo será el proceso en el que se consolide la unidad de Sumar y de los partidos políticos se resolverá en las reuniones que Díaz mantiene con las formaciones.