Pekín ordenó a Mongolia Interior, una de sus regiones, cerrar todas las operaciones de minería de criptomonedas y prohibirlas de cara al futuro. Intenta así luchar contra el consumo intensivo de energía y evitar la descentralización financiera.
Se sabe que la minería de bitcoines y de algunas otras criptomonedas requiere mucha electricidad. Por lo tanto, los centros de estas operaciones financieras tienden a concentrarse en regiones donde la energía es más barata.
Mongolia Interior es un importante centro de extracción física de carbón y minerales de tierras raras. Y la concentración de minas y de centrales eléctricas de carbón, a su vez, hace que la electricidad que se consume en la región autónoma sea barata. Se calcula que los mineros criptográficos pagan al Centro de Comercio de Energía Eléctrica de Mongolia Interior solo 2,60 céntimos por kWh, en otras palabras, cinco veces menos que lo que un residente paga de media por la electricidad en EEUU, es decir, 13,31 céntimos por kWh.
Así que la región china se convirtió en el líder mundial de la minería de criptomonedas. En ella se concentra el 8% de toda la minería de bitcoines del planeta, mientras que EEUU es responsable solo del 7,2%.
Medidas drásticas
El Gobierno de China descubrió, tras revisar su consumo de energía, que Mongolia Interior era la única de las 30 regiones continentales que no cumplía con los objetivos establecidos para el 2019, informa ZME Science.
Para enmendar la situación y frenar el consumo de energía, ahora las autoridades de Mongolia Interior han ideado toda una serie de medidas drásticas. Entre ellas figura el cierre de las plantas y fábricas que utilizan tecnología obsoleta e ineficiente para producir acero, ferroaleaciones, coque, electrodos de grafito y electricidad a base de carbón. También cerrarán todos los proyectos de minería de criptomonedas existentes y prohibirán que vean la luz nuevos.
Sin embargo, China no solo controlará a partir de ahora a esta región norteña para no gastar tanta energía, sino también para controlar férreamente y sofocar la actividad económica que no dependa de Pekín y evitar una descentralización financiera. El Gobierno de Xi Jinping ya había prohibido las ofertas iniciales criptodivisas y cerrado muchas empresas tomaban parte en operaciones de blockchain, incluidos los intercambios y sitios como YuanPay Group.
Son muchos los datos que demuestran que el impacto ambiental de las criptomonedas debido al consumo energético supone una fracción irrelevante en la industria digital y que su minería consume menos energía que el sistema bancario tradicional. Así, Chris Ahlers y otros investigadores conocidos calcularon en 2010 que para imprimir dólares EEUU se usan 1.400 millones de litros de agua al año, 3.540 toneladas de tinta y más de 7.100 toneladas de algodón.