Biden presenta un ambicioso presupuesto con subidas de impuestos a los ricos para paliar la deuda federal

El mandatario propone aumentar el gasto en ayudas sociales y militar, con fuertes inversiones para combatir la influencia china. Quiere crear un impuesto del 25% a los multimillonarios (hogares que tengan más de 100 millones de dólares) y elevar el tipo del impuesto de sociedades del 21% al 28%, pero el rechazo de los republicanos dificulta el acuerdo para sacar adelante el presupuesto

Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presentado este jueves un ambicioso presupuesto en materia redistributiva, pero que tiene muy pocas probabilidades de ser aprobado por el legislativo, ahora que los republicanos dominan la Cámara de Representantes. La propuesta pretende aumentar el papel del estado en la economía, aumentando el gasto público de 6,3 a 6,9 billones de dólares anuales, mientras tata de aliviar la deuda federal, que está a punto de tocar techo. El plan para reducir esta deuda, que ya supera los 30 billones de dólares, pasa por fuertes incrementos de impuestos a los ricos y las grandes corporaciones, como ya anunció Biden durante el Discurso del Estado de la Unión del mes pasado.

Después de tres años de fuerte gasto por la pandemia, y de dos décadas arrastrando déficits presupuestarios, la disparada deuda (31,4 billones) ha puesto a EEUU al borde del precipicio de la suspensión de pagos. Un peligro que podría tener graves consecuencias si no se resuelve, llevando al país hacia una “devastadora” recesión, según alertó la secretaria del tesoro, Janet Yellen. Para aligerar esta carga, Biden necesita llegar a un acuerdo con los republicanos, que tienen la clave del desbloqueo desde su mayoría en la cámara baja. Pero ni están dispuestos a incrementar el techo de deuda ni a aprobar unos presupuestos que impliquen aumentar los impuestos, las dos propuestas fuerza del mandatario, que este jueves ha reiterado con su propuesta de presupuestos para el año fiscal 2024 (del 1 octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024).

El presidente se ha marcado el objetivo de reducir cerca de 3 billones de dólares de déficit en diez años, principalmente por medio de aumentos de impuestos a los ricos y las grandes empresas. Concretamente, su plan incluye un impuesto del 25% a los multimillonarios, es decir, a aquellos hogares que tengan más de 100 millones de dólares. Esto supone un plan más ambicioso del que propuso el año pasado, cuando pidió un impuesto del 20%.

Además, el mandatario pide a los legisladores que reviertan los recortes de impuestos a las grandes empresas que aprobó Donald Trump durante su presidencia. Concretamente, quiere elevar el tipo del impuesto de sociedades del 21% al 28%. Por otro lado, Biden quiere cuadruplicar el impuesto sobre la recompra de acciones (del 1%), una receta aprobada en 2022 como parte de la Ley de Reducción de la Inflación, que ve factible dado que, de momento, no ha asustado los inversores. Por último, el presidente plantea aumentar el impuesto sobre la renta de los norteamericanos que cobren más de 400.000 dólares hasta el 39,6%, tal como estaba antes de Trump.

Por otro lado, para reducir el déficit, los demócratas no solo quieren aumentar impuestos, también aligerar el gasto en múltiples partidas. Por ejemplo, el plan incluye ampliar la capacidad del Medicare (un seguro médico público para los mayores de 65 años) de negociar con las farmacéuticas los precios de las medicinas, algo que supondría un ahorro alrededor de los 160.000 millones de dólares en diez años. También propone poner fin a los subsidios de 31.000 millones para las compañías petroleras y de gas, eliminar el beneficio fiscal de 19.000 millones a los inversionistas en bienes raíces o retirar el subsidio fiscal de 24.000 millones a las transacciones con criptomonedas, entre otros.

Aumento del gasto social, militar e internacional

El dinero recaudado, según esta propuesta del presidente, serviría para pagar el aumento de gasto que suponen los presupuestos, que prevén un incremento gradual del gasto público hasta cerca de los 10 billones en 2023. De este modo, el presidente deja clara su intención de aumentar el papel del estado en la economía, incrementando la inversión en el Medicare y en otros programas sociales, en gasto militar y en ayuda a terceros países.

Este último punto también va en la línea de devolver a EEUU al papel de liderazgo global al que aspiró antes de la presidencia de Trump: prevé movilizar 6.000 millones de dólares más en ayuda en Ucrania, 7.000 millones en ayuda a los refugiados y 2.300 millones en el reforzamiento de las alianzas asiáticas, que garanticen “un Indopacífico abierto y seguro”, con el objetivo de contener a China. El gigante asiático se ha convertido en la principal preocupación geopolítica de la administración, y así lo subraya el documento de presupuestos: “China es el único competidor de Estados Unidos con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo”.

Con el objetivo de equiparar los recientes incrementos de China en materia de gasto militar, Biden propone que se inviertan 9.000 millones de dólares durante el próximo año en la “Iniciativa de Disuasión del Pacífico” del Pentágono, que incluye el desarrollo de nuevos sistemas armamentísticos para “proteger a los aliados” y “defender los intereses estadounidenses en la región”. Además, quiere destinar 400 millones a un fondo dedicado exclusivamente a contrarrestar la influencia del Partido Comunista Chino (PCC) en el extranjero. Entre otras medidas, este fondo serviría para denunciar las “campañas de desinformación” del PCC.

Oposición frontal de los republicanos

La propuesta de Biden es el disparo de salida de unas negociaciones con los republicanos que se auguran largas y tensas. Aunque todavía no han hecho su propuesta, los conservadores se oponen firmemente a las recetas del mandatario y buscan hacer permanentes los recortes de Trump. Además, piden reducir la inversión en los dos programas que generan más gasto anual: el fondo fiduciario medicare y la seguridad social, que están aumentando a medida que se jubila la generación del baby boom. Lejos de contentarlos, Biden ha propuesto este jueves nuevos incrementos en ambas partidas presupuestarias.

“Gracias a dios, la Cámara de Representantes es republicana”, dijo miércoles el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell. “Unos incrementos fiscales masivos y más gasto. Nada de esto verá la luz del día, y el pueblo americano puede dar las gracias a la cámara baja”. El líder de los demócratas en el senado, Chuck Schumer, respondió a su adversario político: “Biden está dispuesto a hacer aquello que los republicanos no hacen: reducir el déficit de manera realista y responsable sin recortar prestaciones de las que dependen decenas de millones de personas. A diferencia de los republicanos, el presidente está pidiendo a los más ricos entre los ricos que paguen algo más de impuestos”.

Ante las desavenencias, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha pedido altura de miras a los legisladores, asegurando que “aumentar el techo de deuda es la única alternativa real”. Una solución que Biden ha propuesto reiteradamente en las reuniones que ha mantenido este año con el presidente de la cámara baja, Kevin McCarthy, que tiene una capacidad de acción limitada porque lo sustentan al poder los votos del ala ultraderechista de su partido.

La deuda aumentó durante los mandatos de Trump y Biden

Los dos bandos del tablero político se culpan del problema de la deuda federal, que ha aumentado por las políticas expansivas de los años de covid, pero ya llevaba años aumentando, especialmente durante la presidencia de Trump (2016-2020). La Oficina Presupuestaria del Congreso calcula que los recortes de impuestos del expresidente costaron al gobierno federal cerca de dos billones de dólares. Además, la deuda siguió incrementándose después de su mandato, fruto del acuerdo bipartito con los demócratas para aumentar el gasto en ayudas sociales por la pandemia.

La misma oficina presupuestaria prevé que el déficit presupuestario, así como la deuda, siga aumentando durante la próxima década: si el último año fiscal se ha encontrado en 1,38 billones de dólares, se espera que a finales de este llegue a los 1,41 billones, y que continúe incrementándose hasta los 2 billones en 2032. Como consecuencia, las proyecciones en cuanto a la deuda indican un aumento de los 31,4 billones actuales a cerca de 52 billones en diez años.

Pentágono: Ucrania debe pagar el precio de las armas que ha recibido

La asesora del secretario del Departamento de Defensa de EE.UU. para Asuntos de Seguridad Internacional, Celeste Wallander.

Una alta funcionaria del Pentágono afirma que Ucrania debe empezar a pagar por su cuenta las armas que le ha suministrado Washington desde el inicio del conflicto.

“Ahora mismo no disponen [los ucranianos] de un presupuesto de esa magnitud (…), pero tenemos que conseguir que [los ucranianos] inicien su propia planificación del gasto de defensa”, afirmó el martes la asesora del secretario del Departamento de Defensa de EE.UU. para Asuntos de Seguridad Internacional, Celeste Wallander.

Hablando en una audiencia en el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes, Wallander señaló que Washington no entregó a Kiev todas las armas solicitadas, al tiempo que las autoridades ucranianas “no han hecho ninguna compra importante a empresas estadounidenses”.

En este sentido, el congresista republicano por el estado de California, Mike García, declaró que la idea de que Ucrania adquiera armas en lugar de pedirlas gratis caería bien entre los contribuyentes estadounidenses, aunque admitió que Kiev está enfrentando dificultades económicas.

Las declaraciones de Wallander se producen luego que el interés por la transparencia de los fondos estadounidenses gastados en Ucrania siguiera cobrando fuerza.

 

El 22 de febrero, el Comité de Control y de Rendición de Cuentas exigió al Pentágono, el Departamento de Estado y la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) que presentaran informes sobre los gastos de ayuda a Kiev, para asegurarse de que esos fondos están “protegidos del despilfarro, el fraude y el abuso”.

El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer había dicho anteriormente que los legisladores estadounidenses aprobaron 113 mil millones de dólares en ayuda militar, económica y humanitaria para Ucrania el año pasado.

Desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, los países occidentales, encabezados por EE.UU. han brindado abierto respaldo al gobierno de Volodimir Zelenski en el sector militar, lo que, según Moscú, agrava la situación entre las dos partes del conflicto y pone a Ucrania al borde de un colapso.

El discurso de Inna Afinogenova sobre Ucrania: «La guerra no es la respuesta»

«Defender un imperialismo regional un poquito más débil frente a otro imperialismo más fuerte, no sé a qué mundo nos va a llevar todo esto. A mí no me interesa que los dos se equilibren entre ellos»: el discurso de la periodista rusa Inna Afinogenova, durante el coloquio ‘¿Qué puede hacer Europa para la construcción de la paz en Ucrania?’, organizado por este medio. Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.

«La mejor manera de favorecer a la paz es un alto al fuego lo antes posible»

El día de hoy traemos una gran entrevista con Julio Rodríguez militar retirado y político español, con un gran conocimiento. Hoy nos explica como funciona el mundo actual durante la guerra y nos da su opinión sobre las decisiones que han tomado los líderes de la élite política y la UE.

Katarina Roth: «La UE no debería establecer una compra conjunta de armas, es contraria a sus tratados y valores»

La eurodiputada eslovaca Katarina Roth.
La eurodiputada eslovaca Katarina Roth.  Parlamento Europeo

Katarina Roth Nevedalová (Eslovaquia, 1982) es una eurodiputada de la familia socialdemócrata. Es un verso suelto que discrepa de la respuesta europea a la guerra de Ucrania. En entrevista con Público explica su postura tras un año de bombas cayendo a las puertas de la UE.

Roth un caso sui generis en la UE y en la familia socialdemócrata europea. La sensación y el discurso que impera en Bruselas es que no hay opción alternativa en armar a Ucrania hasta los dientes para su camino hacia la victoria definitiva. Roth se opone al envío de armamento al frente y afea que la UE está abandonando su esencia como proyecto pacifista hacia una organización militar que habla el lenguaje de la fuerza y ya no tanto el de la diplomacia.

Cumplido un año de guerra, la UE ha golpeado a Rusia con las sanciones más potentes de su historia. Está otorgado a Ucrania un apoyo sin precedentes en todos los campos: político, financiero y militar. ¿Cómo valora la respuesta europea a la guerra?

Creo que la UE es un proyecto de paz. La idea de exportar la paz es su principio básico. Para eso es para lo que hemos trabajado durante tantos años. Por ello, es impactante que haya tanta gente en la UE pidiendo armas. Ya tenemos a la OTAN, que tiene un papel militar.

Además, creo que las sanciones que estamos imponiendo a Rusia no están funcionando. Están afectando a las clases más pobres y vulnerables y están provocando no solo una crisis económica, sino energética. No creo que sean la mejor opción. Entiendo a todos los que quieren apoyar a Ucrania, yo también lo reivindico, pero creo que deberíamos apoyarles, no a través de las armas y de la pata militar, sino con ayuda humanitaria y con más llamadas a terminar el conflicto y a la paz. Deberíamos presionar para que ambas partes se sienten en una mesa para ver qué condiciones pueden acordar.

La mayoría de voces en la UE se centran en pedir más y más armas. Todo pasa por ensalzar la parte militar. Todos somos empáticos con los ucranianos que están muriendo allí, pero lo que creo que deberíamos hacer es pedir la paz. Y para que quede claro: no creo que Ucrania debe ceder parte de su territorio.

Creo que la guerra solo puede terminar en una mesa. No en el campo de batalla. La paz sólo llegará con la deposición de las armas y con el diálogo. Por eso, urgimos a la UE a que lidere conversaciones de paz. No somos una institución de guerra y por ello debemos alentar la diplomacia. La parte militar no es nuestro lugar, no es nuestro papel. Para eso ya tenemos a la OTAN y a los Estados miembros.

Con la guerra de Ucrania, ¿la UE ha desarrollado más su autonomía estratégica o ha aumentado su seguidismo de la línea e intereses de Estados Unidos?

Los Estados Unidos son parte de la OTAN y por ello todos tendríamos que tener una posición común. Pero vuelvo a enfatizar que la UE es un proyecto de paz. El envío de armas o el Ejército europeo no son su lugar. Ese es el lugar de la Alianza Atlántica. Debemos quedarnos donde pertenecemos: una asociación económica. Creo que Pedro Sánchez y el canciller Olaf Scholz son un buen ejemplo de líderes europeo que intentan buscar una solución al conflicto.

Entonces, ¿cree que la UE debería frenar el envío de armas llegados a este punto de la guerra? La Comisión trabaja en una iniciativa para promover una compra conjunta de material bélico -como hizo durante la pandemia con las vacunas-. ¿Cómo reconciliar esta iniciativa con los tratados europeos, que prohíben financiar con dinero comunitario el envío de armas a un país en guerra?

No creo que el envío de armas sea el camino a seguir. La compra conjunta de vacunas no terminó del todo bien. Y las armas son un asunto muy sensible. Entiendo que los Estados miembros lo quieran hacer y lo hagan de forma individual, pero la UE no debería establecer una compra conjunta de armas. Es contrario a sus tratados y a sus valores.

Enfatiza que la prioridad de la UE debe ser buscar y promover la paz. ¿Qué papel está jugando -o no está jugando- la UE en esta línea?

La Unión Europea es el mayor donante de ayuda humanitaria del mundo. Tenemos mucha experiencia y podemos apoyar mucho a la reconstrucción de Ucrania. Deberíamos utilizar nuestra experiencia diplomática para impulsar un alto al fuego ofreciendo una base sobre la que ambas partes puedan debatir. Algunos países como Turquía lo están haciendo.

¿No tiene derecho Ucrania a defenderse de un invasor? ¿No tiene Occidente el deber moral de ayudarle a ello?

Sí, tienen todo el derecho del mundo a defenderse de alguien que les ha invadido. Pero la pregunta es: ¿hasta dónde es suficiente? ¿Cuántas armas más son suficientes? Es cierto que existe una mayoría de líderes europeos que apoyan la línea de continuar el apoyo militar. Pero, por ejemplo, en mi país, si miras a la percepción general de la opinión pública, el 77% de la población se opone al envío de armas. Los eslovacos no tenemos muchas armas y corremos el riesgo de quedarnos desprotegidos.

El ex primer ministro Robert Rico, de su partido socialdemócrata, se ha mostrado contra el envío de armas. Incluso su nombre aparece en listas ucranianas acusado de propagar desinformación en favor de Rusia. Hay voces europeas preocupadas de que llegue al poder de nuevo en las elecciones de septiembre. ¿Cambiaría ello la política exterior de Eslovaquia? ¿Se alinearía más el país con los postulados de Hungría?

Lo que dice Rico es que la parte militar hay que consensuarla en la OTAN. Pero con mucho cuidado para que no se vea arrastrada al conflicto. Esto nadie lo quiere. Sería un choque entre potencias nucleares. Nosotros no difundimos propaganda; la propaganda y desinformación está, de hecho, por todos lados en el conflicto.

Nosotros no tenemos muchas armas que ofrecer. Lo que sí podemos ofrecer es ayuda humanitaria y a los refugiados. No quiero prejuzgar el futuro y cuál sería la postura y la respuesta de un . Pero lo que sí está claro es que nuestra urgencia es la paz y nuestra postura es que enviar armas no es el camino hacia ella. Además, tenemos que pensar en el día de después. Porque habrá un día de después de la guerra. Y ahí debemos ver cuál será nuestra relación y cooperación con Rusia.

¿Cómo anticipa ese día después de la guerra y la relación con Moscú? ¿La UE podrá construir algún tipo de relación con una Rusia gobernada por Vladimir Putin o todos los puentes estarán rotos?

Después de la guerra tendremos que convivir con Rusia. Es un socio estratégico y nuestro mayor vecino. Tenemos que establecer una cooperación. La habrá, seguro. Pero es prematuro anticipar qué forma tomará. Nadie sabe si será con o sin Putin. Es algo de lo que tenemos que hablar. De eso y de la reconstrucción de Ucrania. Hace un siglo nadie imaginaba algo parecido a la UE. Y aquí estamos. Nada es imposible.

Esta semana, Rusia ha anunciado su suspensión del acuerdo de control nuclear New Start dejando un mundo más peligroso e imprevisible. ¿Le preocupa que nos acerquemos a un choque entre potencias nucleares o cree que este es un escenario poco probable?

Creo y espero que no haya una guerra nuclear. Pero estamos entrando en una dinámica peligrosa en la que nadie sabe qué ocurrirá. No somos conscientes del peligro que existe cuando se acorrala a alguien demasiado. Una persona empujada en un rincón, sin opciones, es capaz de hacer lo que sea. Y puede ser muy peligrosa. Tendríamos que tener esto en cuenta cuando emitimos nuestros comunicados y declaraciones sobre la guerra. La UE debe ser muy, muy cuidadosa.

Cientos de personas se manifiestan en Madrid para pedir una solución pacífica a la guerra en Ucrania

Desde la Asamblea popular contra la guerra, organización convocante de la marcha, se ha denunciado que escalar militarmente «solo contribuye a que la guerra se alargue».

25/02/2023 Manifestación Madrid guerra Ucrania

Manifestantes protestan contra la guerra en Ucrania cuando se cumple un año del estallido de la invasión rusa en Ucrania, en Madrid este sábado.  Sergio Pérez / EFE

Cientos de personas se han manifestado este sábado en Madrid a favor de la paz en Ucrania y contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y la OTAN, y han demandado el fin de la guerra a través de una vía «pacífica» que no contribuya a la «escalada guerrerista» que, según sostienen, promueven tanto Rusia como la Alianza Atlántica.

Convocados por la Asamblea popular contra la guerra, que integra a decenas de colectivos, organizaciones y sindicatos como CGT, CRT o Contracorriente, la manifestación ha convocado a alrededor de mil personas, según datos de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid.

Los manifestantes han marchado desde la plaza de Callao para recorrer el centro de la capital hasta llegar al ministerio de Asuntos Exteriores, en una reivindicación que se ubica en el primer aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, tras años de tensión militar.

Durante la protesta, encabezada por una pancarta con el mensaje «No a la guerra: tropas rusas fuera de Ucrania, no a la intervención de la OTAN», los asistentes han coreado cánticos como «Presupuestos militares para escuelas y hospitales», «Ni Putin ni OTAN; no a la guerra» o «No son progresistas, son militaristas», y han portado carteles con lemas como «Paz justa» o «Muerte a la guerra».

Lucía Nistal, portavoz de la Asamblea popular contra la guerra, ha subrayado en declaraciones a los periodistas que el motivo de la protesta es «decir muy claro que ni Putin ni tampoco OTAN, que no a la guerra y que estamos contra los presupuestos guerreristas«, mientras que ha censurado el envío de diez tanques Leopard a Ucrania que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su viaje este jueves a Kiev.

«Entendemos que escalar militarmente, escalar con sanciones, escalar enviando armas y también dinero solo contribuye a que la guerra se alargue y al final haya más muertos, desplazados y crisis que también pagamos en el Estado español», ha argumentado.

En su opinión, la solución del conflicto no puede darse «con una negociación entre los mismos actores que nos han llevado a este punto» sino a través de «la clase trabajadora de manera independiente», al tiempo que ha defendido una postura «internacionalista» para poner fin a la escalada bélica.

En la misma línea, la coportavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto, ha abogado por un alto el fuego «necesario» para acabar con lo que ha calificado como una «masacre» y también con el «dolor» que está suponiendo la «injusta guerra» para el pueblo ucraniano.

«Hoy, más que nunca, creo que tenemos que redoblar los esfuerzos para apostar por ese alto el fuego, para que se establezcan vías diplomáticas y para que pare el dolor y pare la sangría de personas que se están muriendo como consecuencia de esta guerra», ha dicho a los periodistas antes de afirmar que desde su formación política se seguirá apostando por «redoblar» los esfuerzos para lograr las «necesarias vías de diálogo» para poner fin a la guerra.

Gil de San Vicente: «La legitimidad del régimen ucro-nazi se está debilitando dentro mismo de Europa

CARLOS AZNÁREZ / IÑAKI GIL DE SAN VICENTE

El analista de política internacional y militante revolucionario vasco, Iñaki Gil de San Vicente analiza en esta entrevista lo que ha significado para Europa y el mundo la necesaria ofensiva de Rusia contra el régimen nazi ucraniano, y las consecuencias de diversas complicidades surgidas al calor de las presiones de la OTAN y en especial del gobierno estadounidense.

-Estamos a un año de la ofensiva rusa para desnazificar Ucrania y la región del Donbás, y sobre todo para desmilitarizar a los sectores que representan un problema para la seguridad territorial rusa. ¿Podrías hacer un pequeño balance sobre como lo estás viendo, a partir de la idea de que tanto algunos países de la OTAN como los medios de comunicación hegemónicos señalan que hay que acelerar el rearme de Ucrania porque de lo contrario la alianza Europa-EEUU puede perder la guerra. Incluso el mismo Borrell lo ha dejado traslucir en la última alocución.

-Esta noticia que ya venía gestándose con anterioridad tiene dos puntos de vista. Uno, es que nadie le presta atención, se está produciendo un cansancio en Europa, sobre todo en las clases trabajadoras, que va unido a toda la presión anterior que hubo, a todos los recortes y ajustes que siguen haciéndose. Y ahora, poco a poco, las tareas de información sobre la realidad del sistema ucro-nazi, sobre la realidad del comportamiento ruso, de la llamada multipolaridad, la comprobación de que Rusia no está tan aislada, que, por el contrario, tiene tanta capacidad de resistencia que está dejando sorprendidas a las instituciones imperialistas. Hay mucha preocupación por un factor que no hemos analizado con rigor, que es la situación interna dentro de Europa y de EEUU.

Por otra parte tienen que dar la sensación, que sí se puede ganar la guerra, porque hay que mantener a las clases trabajadoras engañadas. Decirles: «vamos a hacer un sacrificio ahora, porque podemos ganar la guerra, y después serán tan tremendas las ganancias, los beneficios que vamos a obtener por el saqueo a Rusia, que va a compensar el sacrificio que ahora estamos haciendo». Esa es una parte del argumento. La otra parte, es la situación en el mundo. Esta situación se les está yendo de las manos, como ya estamos viendo. Ahora hay cinco o seis modelos de monedas diferentes que van a negociarse para quitar el poder del petrodólar y para reducir el poder del dólar, del euro, de la libra esterlina, del yen, etc. La multipolaridad está creciendo día a día.

Vemos la situación en África, que está girando lenta pero imparablemente hacia la multipolaridad, se está protestando por las presiones, se está pidiendo ayuda, lo mismo vemos es Nuestramérica. Vemos la situación en China, en India, en Irán, que es tremendamente positiva, la situación en Turquía, etc. Entonces, la OTAN no puede permitir la sensación de fracaso, y mucho menos que este fracaso se concrete.

-En ese marco, llaman la atención la fuerza de ciertas manifestaciones de sectores populares en varios países de Europa, que demuestran ese hartazgo de soportar gobiernos adoradores del capitalismo.

-Yo haría sobre todo hincapié en que hay mucha preocupación sobre el proceso interno dentro de la lucha de clases en Europa. Tenemos que prestar atención, ya lo habíamos advertido con mucha antelación, pero ahora se empieza a producir. De hecho, se han dado esas manifestaciones en el interior del pueblo norteamericano en contra del imperialismo norteamericano. Esa es una alegre, buena y virtuosa noticia, que nos hace recordar, por ejemplo. las situaciones en la guerra de Vietnam.

-Podemos decir que, a un año de comenzada esta ofensiva, que se ha logrado desnazificar a Ucrania? Porque desmilitarizar, obviamente todavía no se pudo, ya que hay un flujo permanente de armamento que llega desde Europa y desde EEUU.

-Hay tres cuestiones que abordar. Primero, la desnazificación de las Repúblicas del Donbass estaba asegurada desde el principio. Sabemos que esas Repúblicas ya tenían toda la identidad revolucionaria. Otra cosa es la desnazificación en el interior de lo que se llama la Ucrania Media o Ucrania Occidental. Ucrania hay que dividirla entres partes. La Ucrania del este ya está liberada, la Ucrania Media es el campo de batalla en estos momentos, y la Ucrania Occidental es la más nazi. Pero todos los datos indican que dentro de la Ucrania Media e incluso en la Ucrania Occidental empieza a haber malestar social. De hecho, ya hemos visto en videos, que han conseguido superar la férrea censura nazi y de los medios de manipulación de masas occidentales, donde aparecen piquetes de mujeres que se están negando a las formas nazis de enrolamiento obligatorio.

Estamos viendo que ya empieza a haber protestas, que la gente no quiere ir al ejército, que hay muchas deserciones. Los datos que ha pasado muy recientemente el Mossad sobre el impresionante número de muertos que está teniendo el régimen ucro-nazi, está golpeando la moral de muchos. Los informes que emiten los observadores neutrales democráticos que van por parte del ejército ruso, que incluso sobreviven y se mantienen dentro de Ucrania, están dando fe de la desmoralización en este sentido. Esa desnazificación, parece que está encontrando condiciones objetivas.

Ese es el segundo aspecto, pero queda una tercera situación, y es que la legitimidad del régimen ucro-nazi se está debilitando dentro mismo de Europa, a pesar de los esfuerzos tenaces, mentirosos y de manipulación que está haciendo la prensa imperialista. Y parece ser que ese fenómeno empieza también a producirse dentro de EEUU. En el resto del mundo no hace falta, porque lo saben fehacientemente, se está extendiendo. Este tercer nivel es muy importante, que la población europea se dé cuenta que está apoyando a un nazi.

Mira, datos muy concretos: hace unos días ha habido un acto de los «ni-ni», aquí mismo en el Estado español «a favor de la paz», «ni con Rusia ni con la OTAN, donde ha participado un asesino, el denominado «carnicero de Libia», el ex jefe del Estado Mayor de Defensa, José Julio Rodríguez, ligado a Podemos, que dirigió las tropas españolas de la OTAN que arrasaron Libia y asesinaron a Gaddafi. Un personaje aterrizado con paracaídas desde la OTAN, en la dirección del poder. Sabemos todo lo que es este personaje. Ha hecho una intervención delante de todas las fuerzas reformistas, entre las cuales estaba Izquierda Unida y otros similares. Ese acto se ha realizado pocas horas antes de conocerse que el régimen ucro-nazi de Zelensky ha suprimido el 8 de marzo, Día Internacional de la mujer trabajadora, pocos días antes de que se suprima el 1º de mayo.

Todo esto está haciendo temblar las mentiras que se habían creado en Europa sobre el régimen ucraniano. Los sindicatos amarillos franceses, británicos y alemanes, no saben cómo explicar a sus clases trabajadoras que se ha suprimido el 1º de mayo. El movimiento feminista burgués pacifista les está diciendo «ni con Zelensky ni con Putin», «ni con la OTAN ni con Putin. No saben cómo explicar que se haya suprimido el 8 de marzo. El régimen ucro-nazi sigue para adelante como una máquina de terror. Entonces todas la mentira que se había creado en Europa están empezando a tambalearse.

Esto es parte de la desnazificación, muy inquietante para la burguesía europea porque ve que eso puede permitir una recomposición de la lucha de clases, y le temen, le tienen mucho miedo a la lucha de clases que hay en Gran Bretaña, en Francia, o la que está empezando en el Estado español, en Euskal Herria y en Catalunya. Esto es una parte del efecto positivo que está teniendo la guerra defensiva de Rusia a favor y dentro de las Repúblicas del Donbass contra el nazismo.

-Otra cosa que me parece importante recodar en este primer año del inicio de las hostilidades, es que se ha logrado una victoria indiscutible, y eso creo que es lo que más los pone nerviosos, a nivel de la unidadeconómica que se está gestando entre Rusia, China, Irán, India y algunos procesos revolucionarios nuestroamericanos. O sea, ese nuevo orden económico que entra en colisión con el orden capitalista que primaba impunemente hasta hace muy poco.

-Si, pero no solamente es un orden económico, como sabemos, es un orden militar defensivo también. Por una parte, tiene un altísimo componente contra una de las principales armas del imperialismo que es el terror. El terror en todas sus formas. El de Al Qaeda, o de cualquier organización terrorista de la OTAN, o también contra el terror del narcocapitalismo. Ahí está el ejemplo del golpe de estado en Perú y las organizaciones fascistas en Brasil; o las organizaciones terroristas colombianas que son parte de los ejércitos mercenarios internacionales.

Una alianza defensiva contra esa internacional del terror imperialista que hemos sufrido todos y que está tan estrechamente ligado a la OTAN. También es una alianza militar práctica. En los acuerdos, por ejemplo, de Venezuela recientemente, o los acuerdos de Nicaragua con Rusia; o la visita reciente de dirigentes rusos a Cuba. O esas 25.000 toneladas de trigo que Rusia ha regalado a Cuba. Eso es una capacidad de defensa material. O los acuerdos militares entre Sudáfrica, Rusia y China, con maniobras militares en la parte marítima controlada por Sudáfrica, que es una parte geoestratégica porque es el paso obligado a toda la zona Indo-Pacífica. Recordemos que ya en 1986 Obama, aquel asesino Premio Nobel de la Paz, había dicho que la escuadra y la flota aérea norteamericana tenían que estar centradas en un 60 % alrededor de China, esto fue en 2016.

-Estás hablando de una verdadera alianza de autodefensa de las naciones que no comulgan con el imperio.

-Esta alianza militar que no solamente es anti terrorista está avanzando en medio mundo. Entonces por ejemplo, los problemas de rearme que tiene ahora India, la pugna que hay entre los dos bloques burgueses en India, un bloque pro asiático y otro bloque pro occidental. El problema de Turquía, por ejemplo, que intentaron hacerle un golpe de estado y ahora están amenazando con lo mismo; las dos Turquías, la prooccidental y la pro asiática, o la «pro humana» por decirlo de nuestra forma. En fin, esta alianza defensiva va más allá de la alianza económica.

Pero no solamente eso, si nos fijamos en los acuerdos entre Irán y Rusia, hay una parte que es un acuerdo de acercamiento cultural, frente a la dictadura de la cultura anglosajona. Todos los pactos que está produciéndose en Oriente Medio, en Asia Central, insisten cada vez más en los acuerdos culturales. Eso ya se sabe en Nuestramérica, que es un eje central que viene desde la época de Bolívar y del pacto anfictiónico de Panamá. La unidad cultural de nuestra América también está avanzando. Sin dudas, todo esto significa un serio golpe contra la dictadura global del imperialismo occidental liderado por EEUU.

-Para terminar, recién hablabas de un acto de los «Ni ni», en nombre de «la paz». Sin embargo, hay fuertes disidencias frente a ese modelo que casi puede definirse como colaboracionista. Por ejemplo, esta convocado allí el Euskal Herria para el 11 de marzo un acto con definiciones claras y en el que se plantea la idea de recuperar el espíritu antiimperialista de Euskal Herria. Supongo que estarás coincidiendo con ese llamamiento que hace la organización internacionalista Askapena.

-Si, de hecho estoy participando. Hay muchos actos en estos momentos en Euskal Herria sobre y contra la OTAN, contra el fascismo, contra el imperialismo. Ya el lema «Euskal Herria antiimperialista» se ha generalizado. Está todo este debate sobre la OTAN con la manifestación que va a haber en marzo y luego está otro debate a raíz del bombardeo asesino del ejercito internacional fascista, en el cual estaba el bando franquista y gran parte de la estructura franquista, en concreto la iglesia católica. Me refiero al bombardeo a Guernica, habrá un acto en abril sobre todo esto.

Hay mucha revulsión con respecto a eso, y va muy unido a los debates internos que se dan tanto dentro de Euskal Herria como dentro del Estado español y en gran parte de Europa, que define a la OTAN como medio de destrucción de naciones y de pueblos. O como el puño acorazado de la contrarrevolución imperialista en estos momentos. Tales aspectos se está debatiendo en Euskal Herria en un contexto con una tendencia muy clara de la lucha de clases.

También se da en un escenario donde se avecinan elecciones y donde hay un serio avance de la izquierda revolucionaria reorganizándose internamente. Todavía ese avance no se da tanto públicamente en el nivel de fuerzas en la calle, aunque ya comienza a visibilizarse.

—-

Texto completo en: https://www.lahaine.org/mundo.php/gil-de-san-vicente-la-2

“Conflicto de Ucrania inició por el expansionismo de la OTAN”

Un experto opina que el conflicto de Ucrania no inició en 2022, sino que ya había empezado hace décadas por los planes expansionistas de la OTAN para acabar con Rusia.

En una entrevista concedida este viernes a HispanTV, el analista político, Eduardo Luque, ha dicho que la propaganda occidental pretende manipular verdades del conflicto de Ucrania en contra de Rusia.

Al desarrollar su postura, el comunicador afirma que contrario a lo que se dice en los medios occidentales, el conflicto en el Este de Europa no empezó el año pasado. “El conflicto se surgió hace décadas cuando la OTAN decidió expandir su frontera a pesar de que en aquel momento había firmado un acuerdo con Rusia para que la Alianza Atlántica no expandiera su frontera”, pero “EE.UU. y los países occidentales ignoraron este tratado e iniciaron a expandir poco a poco sus fronteras”.

Este 24 de febrero se cumple el primer año de la operación militar especial de Rusia en el este de Ucrania. Moscú afirma que sus fuerzas continúan su avance a lo largo de la región de Donetsk.

 

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha declarado en reiteradas ocasiones que ordenó esta operación militar en respuesta a las provocaciones de la Organización del Tratado de la Alianza Norte (OTAN) y Kiev en sus fronteras, así como para desmilitarizar y desnazificar Ucrania.

Rusia saluda plan de paz chino para resolver conflicto ucraniano

La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova

En el primer aniversario de la operación militar rusa en el suelo ucraniano, Moscú ha valorado el plan de China para resolver el conflicto por “medios pacíficos”.

Este 24 de febrero se cumple el primer año de la operación militar especial de Rusia en el este de Ucrania. Moscú afirma que sus fuerzas continúan su avance a lo largo de la región de Donetsk.

Este aniversario coincide con la propuesta de China para poner fin al conflicto. Según el ofrecimiento de paz, es importante respetar la soberanía de los países, así como garantizar la fuerza de los Estados. Además, Pekín pidie a Occidente detener las sanciones antirrusas, que en vez de resolver problemas crean nuevos.

“Apreciamos el sincero deseo de nuestros amigos chinos de contribuir a resolver el conflicto en Ucrania por medios pacíficos”, ha dicho este viernes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.

 

De igual modo, ha subrayado que esto supone el fin de los suministros a Ucrania de armamento occidental y mercenarios, el fin de todas las acciones bélicas, el retorno de Ucrania al estatus de no alineado, así como “el reconocimiento de las nuevas realidades territoriales”.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha declarado en reiteradas ocasiones que ordenó la operación militar en respuesta a las provocaciones de la Organización del Tratado de la Alianza Norte (OTAN) y Kiev en sus fronteras, así como para desmilitarizar y desnazificar Ucrania.