ERTE y despidos en el macroinvernadero de cannabis de Soria, el mayor de Europa

La compañía, propiedad de un fondo de EEUU, reduce a nueve una plantilla de más de 200 empleados a la espera de obtener licencia de la Agencia Española de Medicamentos para vender una cosecha autorizada que llegó a los mil kilos en el primer semestre de este año

Fotografía de archivo de una hoja de marihuana.
Fotografía de archivo de una hoja de marihuana.  Sáshenka Gutiérrez / EFE

La llegada de Full Moon Investments, grupo especializado en la inversión en el sector del CBD y el cannabis medicinal, con proyectos en varios estados de EEUU y en Colombia, fue acogida hace dos años con expectación en Soria para recuperar la actividad en unas instalaciones de 14 hectáreas que se habían quedado paradas tras irse al tacho Aleia Roses, empresa que había llegado a dar empleo a más de 250 personas en el cultivo de la variedad de rosa roja Red Naomi. Y 250 trabajadores en una provincia con poco más de 89.000 habitantes, epicentro de la llamada España vaciada cada vez más despoblada, son muchos trabajadores.

Las expectativas eran altas, pero el tiempo las ha ido rebajando paulatinamente. Dos ERTE y un ERE han dejado la plantilla de 230 empleados con la que Ondara inició su andadura en tan sólo nueve, mientras 42 aguardan inmersos en un expediente de regulación temporal prorrogado hasta diciembre. Primero, la nueva empresa cortó de cuajo la producción de rosas que se comprometió a compaginar con la de cannabis medicinal, según los sindicatos representados en la empresa, CCOO y UGT, y luego redujo de forma drástica el personal al verse sobrepasada por los tiempos y requisitos establecidos por la AEMPS para autorizar el cultivo y producción de marihuana con fines terapéuticos.

En diciembre de 2021, Ondara despidió a 151 trabajadores y continuó la actividad con cerca de 80, una vez que la Agencia de los Medicamentos le concedió la autorización para cultivar cannabis con el fin de obtener los lotes necesarios para la validación del proceso de fabricación. Con esa licencia, la empresa de capital estadounidense cultivó en el primer semestre de este año unas 9.000 plantas en una superficie de tres hectáreas de uno de los dos invernaderos de Garray, según ha explicado a Público uno de los empleados que trabajó en esa cosecha y que prefiere no revelar su identidad.

Este trabajador, que ahora se encuentra en ERTE, asegura que fruto de esa cosecha se obtuvieron unos mil kilos de cannabis, que permanecen almacenados al vacío para su conservación a la espera de que la empresa obtenga una nueva autorización de la AEMPS, en este caso para poder comercializar y distribuir la cosecha. La falta de esa licencia es, precisamente, la que motivó que Ondara aplicara en junio un primer expediente de regulación temporal de empleo a 42 trabajadores, expediente que ha sido prorrogado en septiembre por otros tres meses, con la esperanza de que antes de su finalización llegue la autorización de la agencia del Ministerio de Sanidad para dar salida a la producción del primer semestre y continuar con los cultivos.

Sobreviviendo con 600 euros al mes

«Estamos esperando, pero yo creo que todo esto ha sido una chapuza, que lo que ha pasado es que la empresa ha ido aprendiendo a base de cometer errores», dice el trabajador. Pero la espera se les está haciendo cada vez más larga. Al ser el segundo ERTE, ya sólo cobran 600 euros al mes –su sueldo en activo apenas rebasaba los 1.000 euros- y algunos ni eso porque han agotado la prestación de desempleo. «La situación es dificilísima con lo cara que está ahora la vida, con lo que cuesta el alquiler de un piso… La gente está pelada. Hay quienes se suben ya por las paredes. Es insostenible esto», afirma.

El secretario provincial de CCOO, Javier Moreno, tiene claro que la situación no está mejorando en Ondara. «Vamos de mal en peor», dice a este periódico. Las expectativas que se habían creado con la llegada del grupo inversor estadounidense para reflotar la actividad de los invernaderos de Aleia Roses se han ido diluyendo como un azucarillo. «Ha habido varios engaños por el camino», subraya el dirigente sindical.

El primero de esos «engaños» fue, según Moreno, que Ondara incumplió su compromiso de mantener toda la plantilla que había en la anterior empresa y compaginar el cultivo de las rosas con el de cannabis para garantizar la actividad de los invernaderos durante todo el año. «Arrancaron las rosas de buenas a primeras un día, sin avisar al comité de empresa ni a nadie –señala- y ahora de la plantilla sólo quedan nueve, todos del departamento de oficina, y 42 que están en ERTE. Y aquí estamos a la espera de que consigan la autorización de la Agencia de Medicamentos para que puedan seguir, pero no sabemos nada».

Las dudas sobre las intenciones de la empresa de capital estadounidense han dado paso a la desconfianza en Soria. Trabajadores y sindicatos ya no se fían de lo que puedan hacer los responsables de Ondara: si continuarán con la producción, si su único interés es conseguir la autorización de la AEMPS para producir cannabis medicinal en España con el fin de vender luego la compañía a otros inversores, o si tienen otros objetivos. «Nosotros como sindicato nunca nos habíamos visto en una así. Lo primero porque se trata de una producción especial. Pero lo que no se puede hacer es aventurarse a un proyecto sin conocer bien la legislación del país donde vas a cultivar», se lamenta Javier Moreno.

Esa desconfianza ha llevado a los sindicatos a no defender siquiera la concesión de ayudas económicas de las administraciones públicas para enderezar el rumbo de Ondara cuando se desconocen las verdaderas intenciones de la empresa con las instalaciones de Garray, un pueblo situado a nueve kilómetros de la ciudad de Soria, a orillas del río Duero. «No estamos por la labor de que reciban dinero público sin saber aún si es un proyecto viable, sin conocer el compromiso que tienen y sobre qué», explica el dirigente provincial de CCOO, quien apunta que la Junta de Castilla y León ya ha manifestado estar «cansada» de los continuos vaivenes de los invernaderos de la localidad soriana, antes con la producción de rosas y ahora con la de cannabis.

Los representantes de la empresa ni se desplazan a Soria

La interlocución con la empresa tampoco ayuda a mejorar esa confianza. La última reunión de los abogados de Ondara, que residen en Madrid, con el comité de empresa y los sindicatos para negociar el nuevo ERTE se tuvo que hacer por videoconferencia. «No se dignaron ni a venir a Soria», reprocha el responsable provincial de Comisiones.

Según uno de los empleados que trabajó en la primera cosecha de cannabis de Ondara, el responsable máximo de la empresa, el CEO de Full Moon Investments, tan sólo apareció una vez por el invernadero de Garray durante ese tiempo, y luego envió a dos estadounidenses que se encargaron de supervisar las labores de recolecta de las 9.000 plantas.

Este empleado, que había trabajado anteriormente en Aleia Roses, dice que la faena con las rosas resultaba más estresante, requería más dedicación diaria, mientras que el cannabis demanda un mayor esfuerzo durante un tiempo muy determinado, el de la cosecha, aunque las exigencias de seguridad son mucho mayores, tanto en el control de las plantas como en el de los trabajadores: más de cien cámaras de seguridad, cacheos a la salida y prohibición de entrar con teléfonos móviles, asegura.

La preocupante despoblación de Soria

La incertidumbre en torno al futuro de una empresa que partía con una plantilla de más de 230 trabajadores es mayor aún en una provincia donde preocupa tanto la despoblación. Soria es, junto a Laponia, la zona con menos habitantes por kilómetro cuadrado de toda la UE. Y el informe de la fundación Funcas titulado ‘La despoblación de la España interior’ refleja que Soria cumple rigurosamente con los criterios que determinan ese mal: una tasa negativa de crecimiento demográfico en los últimos 70 años y una densidad de población inferior a la media nacional.

La situación es tal que Soria ha perdido casi dos tercera partes de su población desde 1950, de forma que ahora tiene una densidad de 4,9 habitantes por kilómetro cuadrado. Valga como ejemplo ilustrativo de la realidad de este territorio este dato: los habitantes de toda la provincia no llenarían un estadio de fútbol como el del Camp Nou.

Y el secretario provincial de CCOO advierte de que situaciones como la de la empresa Ondara no ayudan en nada a resolver el grave problema de la despoblación de esta provincia castellana. «El mayor problema que tenemos aquí es la despoblación. Y uno de los factores fundamentales para combatirla es la generación de empleo de calidad. Si estamos hablando de que esta empresa cuando se instaló en Soria tenía más de 200 trabajadores, que eso generó una ilusión que ya no existe, porque ya sólo quedan nueve empleos, pues sólo podemos decir que perder todos esos empleos contribuye aún más a que nos sigamos desangrando. Necesitamos que vengan empresas, que generen empleo, estable, con buenas condiciones laborales, para que la gente se quede y atraiga a otras personas a venir aquí», concluye el dirigente sindical soriano.

En su página web, Ondara Directorship afirma: «trabajamos con honestidad, intentando hacer lo correcto el 100% de las veces, incluso cuando pueda perjudicar nuestros intereses. Actuamos con responsabilidad reconociendo los errores propios y asumiendo las consecuencias de los hechos para ponerles solución, promoviendo así el compañerismo (…) Perseguimos la excelencia en todo el proceso de producción de Principios Activos Farmacéuticos (API) para su venta a la Industria Farmacéutica para la fabricación de sus productos farmacéuticos».

Sin embargo, Ondara ya no figura entre las entidades que cuentan con autorización de la Agencia Española de Medicamentos para cultivar cannabis medicinal. La empresa del fondo de inversión estadounidense no dispone actualmente de la licencia que le concedieron para la plantación que cosechó en el primer semestre de este año y se mantiene a la espera de recibir la que ha solicitado al organismo del Ministerio de Sanidad para poder comercializar esa cosecha. Este periódico ha intentado, sin éxito, contactar con la dirección de Ondara para recabar su opinión.

PABLO IGLESIAS carga contra FELIPE GONZÁLEZ y el SILENCIO de MÁS PAÍS sobre los AUDIOS de FERRERAS

Estoy de acuerdo con lo de Pablo Iglesias. Yo sólo he votado na vez y fue por correo ya que vivía desde 1996 en otro País. Yo se que me representaba sólo escuchando su argumento lleno de verdades. En 2020 regrese a éste País mío y alucino ya no del linchamiento mediático a ésta persona, sino también el desprecio que tiene ésta sociedad mayoritaría de nuestro País en cuanto a su persona. Se ve que el establishment hace bien su trabajo, y el pp también.

La Unión Europea, por su dependencia de EEUU, se dirige al precipicio

Alastair Crooke
Gleichschaltung (control totalitario nazi) de la UE: «No nos importa lo que pienses: todo será regulado o limitado hasta la muerte»

Bueno, por si hay alguien, en algún lugar, que no se haya dado cuenta, Europa está en crisis. Hace seis meses, los líderes europeos estaban ansiosos de que sus planes de dejar de comprar gas y petróleo rusos, y sancionar absolutamente todo lo ruso, harían explotar la economía de Rusia y, además, «eliminarían» al presidente Putin al mismo tiempo.

El avance rápido hasta hoy provocó que ya son «seis de cada 10 empresas en Reino Unido que enfrentan el cierre debido al aumento de los costos de energía»; «se avecina un frío invierno para Europa»; «diez terribles inviernos por venir»; «inflación récord en la zona euro», y las opciones energéticas de Alemania disminuyen. Pero anímate: a los líderes europeos no les importa lo que pienses. ¡Agárralo! “Apoyaremos a Ucrania hasta el final”, advierten.

Es simplemente extraordinario: la UE sigue pegándose un tiro en el pie; y luego lo hace de nuevo. Primero imaginó el colapso financiero de Rusia; luego imaginó que la incompetencia militar de Rusia y su tambaleante desempeño permitirían a Zelensky humillar a Rusia en el campo de batalla. Y ahora, en lugar de dejar de cavar más profundo, la UE presenta su «plan B»: después de sancionarlo todo (con consecuencias predecibles), ahora planea «tocar el precio» de todo, con consecuencias adversas igualmente predecibles.

El viernes de la semana pasada los ministros de finanzas del G7 acordaron continuar con su plan para limitar el precio de las exportaciones de petróleo ruso. Esta iniciativa no reemplazará los embargos separados de los países del G7 sobre el petróleo ruso, pero se implementará en paralelo: el 5 de diciembre para el crudo y el 5 de febrero de 2023 para los productos refinados.

Este límite se activará a través de la «prohibición integral de servicios» que impiden el transporte marítimo de crudo y productos derivados del petróleo rusos. Esos servicios, que incluyen seguro de envío, solo se permitirán si los productos se compran a un precio igual o inferior al que establecerá una “amplia coalición de países”. Un esquema que es esencialmente creación de la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen.

En su visión, el precio se fijaría por encima del nivel de precios que Rusia requiere para equilibrar su presupuesto nacional (y, por lo tanto, incentivar a Rusia a seguir bombeando petróleo), pero por debajo del precio requerido para mantener la prosperidad de las economías occidentales, y lo suficientemente bajo como para recortar profundamente en los ingresos petroleros de Rusia, debilitando así (se espera) su economía y su esfuerzo bélico.

El límite teórico no está determinado, pero se estima en alrededor de $ 50 – $ 60 el barril. El presupuesto ruso se basa en el petróleo al equivalente de $44, durante 2022. La implementación de la UE requerirá que los estados miembros acepten por unanimidad enmendar el sexto paquete de sanciones que detalla el embargo del bloque sobre el crudo ruso, incluso ajustando su prohibición sobre los servicios de seguros.

Incluso este componente clave del seguro que sirve como el «mecanismo operativo» del tope es discutible: Lloyds’ of London es una de las principales aseguradoras marítimas. ¿Cómo, en la práctica, van a determinar las compañías de seguros qué cargas se transportan a qué precio inicial? ¿Van a reclutar un ejército de inspectores? ¿Por qué estos ministros del G7 asumen que solo se contratarán los servicios de seguros del G7? India ya está proporcionando seguros para los cargamentos rusos, al igual que Rusia y China. Lo más probable es que signifique un cambio de los servicios de seguros marítimos de Londres a Asia, otra pérdida de ventaja económica occidental heredada.

Bueno, la primera y más obvia laguna en este esquema es que depende de la disposición de los grandes importadores de petróleo ruso, incluidos India y China, para aceptar el esquema. Y ambos han dicho ‘no’. Rusia ha advertido que simplemente detendría las exportaciones a cualquier estado que participe en el esquema.

Luego, días después de que la UE amenazara a los comerciantes de productos básicos con una «intervención de emergencia» para aplastar los precios de la energía, Gazprom (¿pura casualidad?) anunció que «detendría por completo» todo el tránsito de gas por el Nord Stream 1 debido a una «fuga de gas».

La noticia provocó el desplome de los mercados bursátiles mundiales y amenazó con hacer que los precios europeos del gas y la energía vuelvan a subir a máximos históricos, además de obligar a Suecia a seguir a Austria y Alemania en el «rescate» de sus compañías energéticas por una suma de miles de millones de euros.

La UE (habiendo «trabajado sin parar durante el fin de semana»), a última hora del domingo, propuso «intervenciones históricas» en el mercado de la energía, incluido un impuesto sobre las ganancias excesivas (las que estén ¡por encima del 20% de ganacias extraordinarias!, https://lahaine.org/gB91) de las empresas de electricidad y energía. Y desde topes en el precio del gas a una suspensión del comercio de derivados de energía, «mientras el bloque se esfuerza por responder a los últimos acontecimientos en la profundización de la crisis».

O, en una palabra, ahora todos los demás mercados de productos básicos están a punto de ser regulados o limitados hasta la muerte.

El defecto clave de toda esta construcción es que Europa, los grandes consumidores, después de haber perdido el control de los precios de las materias primas frente a los productores de energía, ahora quiere, con la ayuda de EEUU, recuperarlo. Y nadie, fuera de Occidente, quiere eso. La OPEP+ ciertamente no quiere eso. De hecho, la OPEP+ está recortando la producción , lo que hará subir los precios. Los productores naturalmente quieren precios altos. No les interesa castigar a Rusia a expensas de sus ingresos.

Y la India y China están bastante contentas con comprar petróleo ruso con descuento (y gas licuado en el caso de China) y después de ‘transformarlo’, venderlo de alguna manera a los europeos con una buena ganancia. Ninguno de los estados tiene ningún interés en antagonizar a Moscú innecesariamente: no son fanáticos del intervencionismo occidental «basado en reglas».

La “intervención prevista de la UE debe diseñarse de manera que evite un aumento en el consumo de gas o ponga en peligro los esfuerzos para reducir la demanda de gas. Debería ser simple de implementar y coordinar en todo el bloque y «ser consistente con los objetivos climáticos del bloque”, dijo la Presidencia de la UE en el borrador del documento.

«¿Simple de implementar?» Aquí es donde estalla la risa: ¿Por qué? Porque, como incluso Goldman Sachs escribió el viernes, nada de lo que haga Europa conducirá a precios más bajos y, en todo caso, hará que los precios suban mucho más, lo que sugiere que los planes «históricos» de Europa funcionan en teoría y colapsan en la práctica.

Ucrania se desliza hacia una guerra real

Aunque las fuerzas rusas hayan estabilizado el frente y están ganando batallas en el Donbass, ahora, de facto, existe un estado de guerra entre Rusia y la OTAN

Una característica recurrente de la Guerra Fría fue que EEUU siempre le dio mucha importancia a la publicidad mientras que Moscú siempre optó por concentrarse en el resultado final.

La Crisis de los Misiles en Cuba es el ejemplo más conocido en el que el desenlace fue publicitado como un abandono del despliegue soviético de misiles en Cuba y un acuerdo para que EEUU no invadiera la isla. Lo que medios occidentales han ocultado, y lo que más le dolió al imperialismo, es que también se acordó el desmantelamiento de todos los misiles balísticos Júpiter que EEUU habían desplegado en Turquía, cerca de la frontera soviética.

El patrón de comportamiento sigue siendo el mismo en Ucrania. Según la narrativa occidental, Rusia está a punto de ser “derrotada” en la región de Járkov. Curiosamente, en los círculos oficiales de Washington, existe una abierta reticencia a tocar los tambores del triunfo, presumiblemente por que las fuerzas ucranianas solamente han vuelto a ocupar áreas que los rusos habían planeado evacuar de antemano.

Moscú vuelve a dejar la propaganda de guerra casi en su totalidad a manos de los periodistas occidentales, mientras el Kremlin se concentra en el resultado final, con tres dimensiones conocidas: una, completar la evacuación desde la dirección Balakleysko-Izyum sin pérdida de vidas; dos, atacar a las fuerzas ucranianas que abandonaron sus posiciones bien fortificadas para dedicarse a desplazamientos en campo abierto en la región de Járkov; y, tres concentrarse en la operación en Donetsk.

Este última aspecto se está volviendo muy sensible para Moscú, ya que una parte importante de los «corresponsales de guerra» rusos (que no se muevgen de Moscú) publicaron informes que parecen un apocalipsis. Incluso políticos como Gennady Zyuganov, secretario general del Partido Comunista –una voz poderosa en la Duma estatal- están preocupados.

Zyuganov declaró en la primera reunión plenaria de otoño de la Duma estatal que la «operación especial» se ha convertido en una guerra en toda regla y que la situación en el frente ha «cambiado drásticamente».

En un fragmento de su discurso, publicado en la web del Partido Comunista, Zyuganov explica: “toda guerra requiere una respuesta. En primer lugar, requiere la máxima movilización de fuerzas y recursos. Exige cohesión social y una priorización clara”.

Aunque pretende ser una crítica constructiva, la opinión de Zyuganov seguramente será pasada por alto por el Kremlin. El portavoz de la presidencia, Dmitri Peskov, se apresuró a responder: “En este momento, una movilización total o parcial no está en la agenda”.

La base de apoyo del presidente Putin sigue siendo sólida. Las recientes elecciones regionales y locales rusas se convirtieron en un “referéndum” sobre la situación de Ucrania. Y el hecho de que el partido gobernante obtuviera uno de los mejores resultados de su historia al ganar alrededor del 80 por ciento de los curules demuestra un voto de confianza al liderazgo de Putin.

Dicho esto, los “patriotas enojados” suponen un quebradero de cabeza para el Kremlin. Por eso la situación en torno a la región de Bakhmut en Donetsk adquiere una importancia particular. Bakhmut es el eje de toda la fortificación militar que Kiev erigió en Donbass en los últimos 8 años. Es un cruce de comunicación estratégica con carreteras en muchas direcciones (Lysychansk, Horlivka, Kostiantynivka y Kramatorsk) y el control de la ciudad es vital para establecer la supremacía total sobre la región de Donetsk.

Las tropas rusas y las milicias de Donetsk y Lugansk habían estado intentando desde el 3 de agosto penetrar las defensas ucranianas en dirección a Bakhmut-Soledar, con un éxito muy irregular. Ahora llegan informes de que los rusos han entrado en la ciudad de Bakhmut y han tomado el control de la zona industrial en la parte noreste. Algunos de estos informes dicen que las fuerzas rusas conocidas como el Grupo Wagner se han desplegado en Bakhmut. Se trata de ex militares altamente capacitados.

Las apuestas son extremadamente altas. Para Kiev, toda la logística de las operaciones en Donetsk puede desmoronarse si pierden el control de Bakhmut. En cuanto a los rusos, el avance en esa dirección despejará el principal obstáculo para una ofensiva decisiva hacia el eje Slavyansk-Kramatorsk al oeste, el último conglomerado de fuerzas ucranianas en Donetsk (Bakhmut está a solo 50 km de Slavyansk-Kramatorsk).

¿Que piensa el Pentágono?

Hablando sobre la “contraofensiva” ucraniana el pasado fin de semana, el general Mark Milley, presidente de los Jefes de Estado Mayor estadounidenses, expreso algunas opiniones muy sugestivas:

– Ucrania ha acumulado una gran cantidad de poder de combate. Cómo lo usen ahora será el factor determinante. Las cosas se aclararán “en los próximos días y semanas”.

– El ejército ucraniano hasta ahora ha luchado extraordinariamente bien en la línea de defensa.

– Ahora Ucrania se está moviendo hacia operaciones ofensivas donde es fundamental integrar el poder de fuego en las maniobras para lograr la superioridad.

– Por tanto, “está por ver” qué ocurre en las próximas semanas. “Es una tarea muy, muy difícil la que han emprendido los ucranianos”, al iniciar una ofensiva combinada con guerra de maniobras.

La ofensiva ucraniana en Kharkov fue planeada como un ataque para rodear y destruir las agrupaciones rusas en el área de Balakleya, Kupyansk e Izyum. Pero el comando ruso se anticipó a este intento, reduciendo su agrupación militar en esta línea del frente. Por eso el número de fuerzas ucranianas superó a las rusas casi 8 veces.

Tambien, en previsión de la ofensiva ucraniana, los civiles fueron evacuados en convoyes militares. Usando tácticas de defensa móvil al amparo de unidades especialmente organizadas, los rusos finalmente lograron replegar todas sus unidades militares.

En efecto, el plan de EEUU y la OTAN en la región de Kharkov de rodear a las tropas rusas se vio frustrado. Los rusos tuvieron pérdidas mínimas. Por su parte el alto mando ucraniano ha admitido que los rusos infligieron importantes pérdidas a sus tropas (una gran parte de estas son mercenarios pertenecientes a países de la OTAN).

Pero el ejército ruso también cometió errores. Inexplicablemente sus posiciones avanzadas no fueron defendidas con minas; la recopilación de inteligencia de primera línea fue deficiente; y las tropas rusas residuales (reducidas a un tercio de la fuerza total) no estaban equipadas con suficientes armas antitanque.

El resultado de los últimos acontecimientos es que el conflicto está asumiendo la naturaleza de una guerra en toda regla. Zyuganov no se equivocó cuando habló ante la Duma:

“La operación político-militar… se ha convertido en una guerra en toda regla. Ha sido declarada contra nosotros por los estadounidenses, la OTAN y la Unión Europea. Una guerra es fundamentalmente diferente de una operación especial. Una operación especial es algo que anuncias y algo que puedes elegir cuando ponerle fin. Una guerra es algo que no puedes detener aunque quieras. Tienes que luchar hasta el final. La guerra tiene dos resultados posibles: victoria o derrota”.

Llegó el momento que Putin debe tomar una decisión. Porque, aunque las fuerzas rusas hayan estabilizado el frente y se estén transfiriendo reservas al campo de batalla, ahora, de facto, existe un estado de guerra entre Rusia y la OTAN.

Las recientes llamadas telefónicas a Putin, en rápida sucesión, por parte del presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz , después de un intervalo de meses, indican que puede haber surgido una necesidad de volver a atraer al líder del Kremlin.

Unas 1.500 personas se manifiestan en Madrid para pedir otro modelo de residencias

Los manifestantes han pedido elevar el ratio de personal por usuario y un incremento de las inspecciones. 

Imagen de la manifestación convocada por organizaciones de familiares y usuarios de residencias que ha recorrido la Gran Via de Madrid para exigir un cambio en el modelo de funcionamiento de las residencias de ancianos.
Imagen de la manifestación convocada por organizaciones de familiares y usuarios de residencias que ha recorrido la Gran Via de Madrid para exigir un cambio en el modelo de funcionamiento de las residencias de ancianos.  Javier López. / EFE

Los convocantes, además, han reclamado elevar el ratio de personal cuidador para garantizar que los mayores reciben una atención correcta. Para garantizar que las incidencias no se conviertan en norma, los ciudadanos que se han concentrado en el centro de la capital han exigido también más inspecciones y controles regulares.

La manifestación ocurre tan solo dos días después de que un usuario de una residencia de San Sebastián de los Reyes acudiera al Pleno del Ayuntamiento de dicha localidad para denunciar, con un emotivo discurso, las malas condiciones de vida, con temperaturas de hasta 40ºC y «comida deleznable».

El relato de este anciano, Mariano Turégano, los 140 pacientes de la residencia vivieron la ola de calor de este verano, una de las más largas e intensas, sin aire acondicionado, lo que derivó en ingresos hospitalarios por deshidratación. Unas condiciones, según puso de manifiesto este residente, que provocan además que nadie quiera trabajar en el mismo, que achacó a los «sueldos miserables» que se pagan.

A la manifestación ha acudido la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, que ha criticado al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso por «abandonar» a los mayores y «dejar las residencias en manos de negocio y de fondos buitre».

Las privatizaciones son parte de la culpa, según los manifestantes. Tanto es así que al menos hubo un 15% más de fallecidos en las residencias privadas durante la pandemia.

Las peticiones de los manifestantes, no en vano, están siendo escuchadas por el Gobierno. El Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra ya ha aprobado un primer plan para la transformación total del sector. Algunas de las medidas que ya han trascendido son el fomento de la teleasistencia, el incremento del ratio de personal –con un mínimo de 80% de contratos indefinidos– y un límite de 120 plazas por residencia para acabar con la masificación de los centros.

Los avances de Colombia para alcanzar la paz total prometida por Gustavo Petro

La política integral propuesta por el presidente es un proceso participativo del que también forman parte las antiguas FARC, el ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

07/08/2022 Gustavo Petro, durante su toma de posesión como presidente de Colombia en la Plaza Bolívar, en Bogotá
Gustavo Petro, durante su toma de posesión como presidente de Colombia en la Plaza Bolívar, en Bogotá.  Luisa González / REUTERS

Dos empresas españolas se niegan a pedir perdón y a esclarecer su colaboración con el nazismo

Documentos desclasificados han probado los vínculos con el Tercer Reich de los bancos de Bilbao y Vizcaya (hoy BBVA) y de Minersa. Varias organizaciones judías y de víctimas del nazismo han solicitado sin éxito al banco que pida perdón y aclare sus crímenes.

Imagen de archivo del Banco de Vizcaya en 1950.
Imagen de archivo del Banco de Vizcaya en 1950.  PÚBLICO
Hace ahora justamente veinte años, el director general del emporio de comunicación alemán Berterlsmann, Günter Thielen, comparecía en Múnich para pedir perdón por el pasado nazi de la empresa y dar a conocer los resultados de la investigación llevada a cabo por una comisión independiente para esclarecer los vínculos de esa compañía con el Tercer Reich. El gigante internacional germano del periodismo pasaba, de ese modo, a engrosar la lista de empresas del país que no solo reconocían las mentiras diseminadas por la propia corporación durante décadas para ocultar su pasado criminal, sino que abrían al público los archivos completos de la compañía.

La versión «oficial» precedente era que Bertelsmann había sido clausurada por los nazis debido a sus tendencias antigubernamentales. Esta fantasía diseminada por los propios responsables de la empresa fue literalmente pulverizada por un informe de 794 páginas elaborado por una comisión independiente. El concienzudo trabajo de los investigadores, encabezados por el historiador de la Universidad de California Saul Friedlander, acreditó de forma irrefutable que, al contrario de como venían sosteniendo, el imperio comunicacional aceptó varios contratos de impresión otorgados por el gobierno nazi y, en tan solo unos años, creció hasta convertirse en el mayor productor de libros para el ejército alemán durante la guerra, publicando unos 19 millones de ediciones. La mayoría de las publicaciones eran folletos y panfletos destinados a fortalecer la moral y el coraje de los soldados en el frente, pero muchas de las obras también contenían textos extremadamente agresivos sobre extranjeros y judíos.

Las revelaciones provocaron un escándalo sin precedentes que, en última instancia, llevaron a Günter Thielen a decir que Bertelsmann AG aceptaba sin reservas el informe de la comisión histórica independiente como el registro oficial de la historia de la compañía durante el Tercer Reich, al tiempo que expresaba su «sincero pesar por las inexactitudes» que los expertos habían descubierto en su historia corporativa anterior. Para llevar a cabo su investigación, los cuatro académicos comisionados tuvieron pleno acceso a los archivos de la empresa Bertelsmann, así como contacto con testigos históricos como Reinhard Mohn, hijo de Heinrich Mohn, director de la empresa durante el Tercer Reich. En opinión de Thielen, «la experiencia les había reforzado porque la precisión histórica y la transparencia son una parte integral de los valores fundamentales de Berterlsmann, que espera servir de ejemplo a otras empresas».

Fue justamente a Berterlsmann a quien se refirió hace unas semanas como ejemplo digno de imitarse la vicepresidenta de la Amical de Mauthausen, Concha Díaz Berzosa, después de que El Nacional de Catalunya publicara una serie de cuatro reportajes de investigación acerca de la participación en los negocios nazis de la compañía vasca Minersa y de los bancos de Bilbao y de Vizcaya. En opinión de Díaz Berzosa, «lo mínimo que podrían hacer los responsables del BBVA si se demuestran sus vínculos con el Tercer Reich sería pedir perdón por colaborar con los nazis».

Los vínculos a los que se refería la vicepresidenta de la Amical de Mauthausen quedaron, de hecho, absolutamente acreditados este verano mediante testigos y documentos completamente irrefutables divulgados por la prensa. Y esta misma semana se ha sumado a la petición de transparencia y de perdón la sección catalana de la Liga contra el racismo y el antisemitismo, más conocida por sus siglas, Licra. Al decir de su presidente, Isaac Levy, el BBVA no solo debe pedir disculpas por sus negocios sucios con Hitler, sino que debería abrir los archivos, investigar su pasado y dar a conocer los resultados. «Si he de ser sincero, no me sorprendió que esos financieros de los bancos de Bilbao y Vizcaya se subieran al carro del dinero nazi. Lo que me dejó perplejo es que hayan tenido que pasar ochenta años para que sus actividades turbias hayan sido divulgadas», apunta Levy. Antes que él y que Díaz Berzosa, historiadores como Xabier Irujo y políticos como el exsenador del PNV Iñaki Anasagasti o el diputado de Bildu Jon Iñarritu se habían adherido ya a la petición de perdón y transparencia.

Hasta la fecha, tanto los responsables actuales de este banco como los directivos de la empresa Minersa no solo se han negado a realizar declaraciones al respecto, sino que, en el caso del BBVA, se han encastillado en su supuesta ignorancia acerca de unos episodios minuciosamente expuestos por la prensa catalana. «No sabemos nada porque sucedió hace mucho tiempo», han asegurado a Público a través de su departamento de comunicación.

Las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial nunca tuvieron dudas de las simpatías nazis de los principales accionistas de los bancos de Vizcaya y de Bilbao de manera que, en ausencia de documentos españoles que acrediten ese vínculo (escasos, destruidos, perdidos o deliberadamente ocultos debido a la manifiesta mala fe de las compañías implicadas), la única prueba documental con la que se cuenta son los papeles desclasificados hace algunos años por los norteamericanos. Estos corroboran inequívocamente la implicación de ambas entidades y de sus directivos en negocios que igualmente envolvían a empresas como la citada Minersa (fundada, entre otros, por Friedrich Lipperheide Henke, un nazi afincado en Euskadi y directamente vinculado al Banco de Vizcaya) o a IG Farben y Sofindus, un conglomerado de empresas que operó desde 1938 a 1945 y que fue puesto a andar por el empresario nazi Johannes Bernhardt. Claro que, a falta de una investigación académica más seria, la información disponible acerca de los vínculos de esas entidades bancarias con los chiringuitos hitlerianos es escasa, fragmentaria o nula y se restringe a las propias revelaciones llevadas a cabo por la prensa.

Estas investigaciones periodísticas prueban, entre otras cosas, la cercanía con el Tercer Reich de varios miembros del clan de Neguri, denominación coloquial con la que acostumbra a designarse a la oligarquía de industriales y financieros que alumbraron con el tiempo el BBV, resultado de la fusión del Bilbao y el Vizcaya en 1988. Los de Neguri debían su sobrenombre al hecho de que se concentraban en la margen derecha del barrio homónimo de la ciudad de Getxo. Parte del dinero con el que varios de ellos consolidaron o fundaron sus fortunas procedía de sus negocios con la Alemania nazi y, paralelamente, con las oportunidades que les brindaron sus amistades con el régimen franquista, que es la parte más conocida de la siniestra historia de colaboración con dictaduras sanguinarias de buena parte de la burguesía vizcaína. «El Banco de Vizcaya está vigilando la cuenta de crédito de los alemanes ya que los directivos de la entidad temen que se embarguen activos alemanes», se lee en uno de los documentos secretos de los aliados dados a conocer por El Nacional. El informe fue desclasificado en 1987 y originalmente datado a finales de 1945.

Documento desclasificado número 01

«Sin embargo, las cuentas estarán camufladas y los directores y responsables del banco sin duda ayudarán en este trabajo ya que todos son germanófilos y totalitarios». En otro de los papeles desclasificados por los estadounidenses en ese mismo año puede leerse: «Guillermo Ibáñez, director del Banco de Vizcaya, está ayudando a camuflar el capital alemán en España. Este capital se suele poner a nombre de cierta Mdme. Bergarche y enviado a su familia en Buenos Aires».

Documento desclasificado 01.
Documento desclasificado 01.  PÚBLICO

Documento desclasificado número 03

Una excepción entre los de Neguri fue la familia de Ramón de la Sota, cercana al PNV, y forzada a exiliarse. Ramón de la Sota y Llano falleció en Getxo el 17 de agosto de 1936, poco después del comienzo de la Guerra Civil española. Tres años después, el Tribunal de Responsabilidades Políticas condenaba a sus descendientes al abono de una sanción de cien millones de pesetas «por conspiración para la rebelión militar», de tal suerte que sus entonces cuantiosos bienes fueron embargados y, entre ellos, cuarenta buques de sus compañías que habían sido usados para evacuar Bilbao. Detrás de la operación, un auténtico atraco político, se hallaban los herederos de su primo y antiguo socio Eduardo Aznar y de la Sota, quienes terminaron apropiándose de todos sus activos con la ayuda de sus amigos franquistas. La Compañía Naviera Sota y Aznar pasó a llamarse tras la Guerra Civil Naviera Aznar y acabó convertida en la mayor flota mercante de España. La dirigía José Luis de Aznar y Zavala, nieto del fundador y una de las personalidades más ricas de la época.

La germanofilia e inclinaciones totalitarias de los Aznar está fuera de dudas, del mismo modo que existen pruebas irrefutables del modo en que se usó su naviera para llevar a América Latina a los nazis perseguidos tras el final de la Segunda Guerra Mundial. El propio José Luis de Aznar ayudó incluso a ocultarse en su finca manchega de Cabañeros al nazi Friedrich Lipperheide Henke, quien asentó e incrementó su fortuna mediante la venta a Hitler de fluorita o wolframio a través de sociedades como Somimet o la todavía viva Minersa, y mediante la comercialización y explotación en España de las patentes de IG Farben, el conglomerado nazi de compañías químicas que producía el Zyklon B. Al frente de la junta de accionistas de Minersa siguen hoy aún descendientes de esos criminales como Alejandro Aznar, presidente de Marqués de Riscal, entre otros muchos cargos corporativos.

Los Lipperheide y sus amigos de Neguri (el resto de accionistas de Minersa, la empresa que explotaba, entre otros yacimientos, las minas catalanas de Osor) contribuyeron a sostener el esfuerzo bélico del Führer de un modo determinante proveyendo al Tercer Reich de fluorita y de tungsteno. Ambos minerales eran indispensables para los planes militares de Hitler. El wolframio era utilizado para endurecer el acero y reforzar el blindaje de los tanques y aumentar la capacidad de penetración de sus proyectiles. Y lo mismo sucedía con la fluorita, usada, entre otras cosas, para la fabricación del aluminio y en ciertos procesos necesarios para blindar sus vehículos militares.

Documento desclasificado 03.
Documento desclasificado 03.  PÚBLICO

El grueso del espato de flúor español exportado a la Alemania nazi procedía de la cornisa cantábrica y fue comercializado a través de Sofindus. Sin embargo, se extrajeron y vendieron de forma clandestina varios miles más de toneladas de otras minas catalanas como El Papiol (Baix Llobregat) u Osor (la Selva). Lo de El Papiol pertenecía a Sofindus pero los fluoruros de Osor —en parte extraídos por los rojos durante la época de la Guerra Civil en la que la mina estaba colectivizada— fueron vendidos por Lipperheide y sus amigos banqueros. Otros informes de los aliados sugieren incluso que Pérez de Leza llegó a trabajar también para Somimet, sociedad predecesora de Minersa fundada por los directivos del Banco de Vizcaya.

El conglomerado nazi Sofindus llegó a acaparar cerca del 80% de los intercambios comerciales hispanoalemanes. Fue en el 20% restante donde los Lipperheide consolidaron sus activos. También Friedrich, como accionista, ocupó cargos de la máxima responsabilidad en el Banco de Vizcaya. Del mismo modo que sus secuaces de Getxo, murió como un empresario respetable. Su familia de origen alemán acabó convirtiéndose en un notorio ejemplo del modo en que cierta burguesía vizcaína se lucró haciendo negocios con el Führer y trapicheando a la sombra del caudillo. No obstante, la Historia les había absuelto hasta la fecha por desidia, desconocimiento, oscurantismo en la gestión de los archivos, o por la pura mala fe de los herederos de los delincuentes.

Al menos veinte documentos desclasificados dados a conocer este verano proporcionan pruebas e indicios adicionales de la colaboración con el Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial de los responsables del Banco de Vizcaya y de Bilbao. Hasta el día de hoy, ninguna empresa o banco ha aclarado públicamente, investigado o, menos aún, pedido perdón en el Estado español por su contribución a mantener en el poder al Führer.

Esta misma semana se presentó en Madrid un libro del periodista David de Jong que ahonda en esa idea. En la obra se denuncia la impunidad con la que actuaron las dinastías industriales más ricas de Alemania (Dinero y poder en el Tercer Reich). Según este investigador, las empresas más beneficiadas por las expropiaciones y los trabajadores forzados pagaron compensaciones económicas, «pero nunca asumieron una responsabilidad moral ni tuvieron que reconocer sus malas prácticas». Es justamente a ese ejemplo al que se aferran ahora Minersa y el BBVA.

Las corporaciones mencionadas por De Jong se apropiaron de negocios propiedad de judíos, utilizaron mano de obra esclava y fabricaron armas para el ejército de Hitler. En el caso de la oligarquía de Neguri, robaron compañías propiedad de sociedades leales a la República, traficaron con productos producidos por mano de obra esclava judía y proporcionaron minerales imprescindibles para la fabricación de armas y el esfuerzo bélico de Hitler.

Varios de los casos paradigmáticos citados por el escritor son los de la BMW, que se proveía de esclavos del campo de concentración de Dachau; la Daimler-Benz, que los obtenía de Buchemwald, y Dr. Oetker, Quandt y Volkswagen, que usaron los de Neuengamme.

En 1999, el gobierno y la industria alemanes se comprometieron en un acuerdo a destinar a partes iguales un total de 5.000 millones de dólares para indemnizar a los trabajadores forzados, en su mayoría procedentes del este de Europa. Ochenta empresas pagaron el 60% de esos 2.500 millones de dólares que les correspondían, según De Jong.

A su juicio, el problema es que «no tuvieron que asumir ninguna culpa, ninguna responsabilidad moral por lo que habían hecho ni tuvieron que reconocer malas prácticas». Y de esto es de lo que trata su libro, de las empresas que no han respondido todavía de su pasado.

En el caso del BBVA o Minersa, no solo no han mostrado la más mínima determinación de profundizar en las revelaciones llevadas a cabo por la prensa sino que le han vuelto la espalda a los descubrimientos realizados. En opinión de la vicepresidenta de la Amical de Mauthausen, lo que procedería es «seguir el ejemplo de Berterlsmann y contratar a una serie de investigadores para conocer en profundidad el lado oscuro de la historia de la empresa que han heredado, incluso si ello diera lugar a responsabilidades. Estamos hablando de crímenes de lesa humanidad que no han prescrito. Es obvio que los directivos actuales no tienen una responsabilidad directa, pero sí un compromiso moral con las víctimas y la historia. Que abran los archivos a investigadores externos es, sin duda, importante, pero ellos mismos tendrían que indagar en su pasado y pagar de su bolsillo la investigación».

Al igual que la asociación barcelonesa Amical de Mauthausen, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) también cree que el banco debe emitir una disculpa pública y aclarar su pasado. «Creemos que honraría al BBVA que pidiera perdón si tal y como indica la investigación llevada a cabo por El Nacional de Catalunya, accionistas de las entidades que se fusionaron para originar el banco actual efectuaron negocios con los nazis», indicó un portavoz de la Federación.

«De hecho, es que no sería la primera», prosigue. «BMW, Hugo Boss y otras 6.000 empresas alemanas lo han hecho. El propio gobierno de Alemania pidió perdón en 2000 y estableció un fondo de ayuda para las víctimas del nazismo. Está claro que los actuales directivos, y los anteriores, no tienen responsabilidad, pero si una empresa tiene un pasado oscuro, lo mejor es indagar en él. No hay que olvidar que las personas y empresas que colaboraron con el Tercer Reich contribuyeron a que su maquinaria de crimen y guerra se perpetuara».

Se da la circunstancia de que estas declaraciones de la FCJE han sido atribuidas por su gabinete de comunicación al número 2 de la Federación, Maxo Benalal, un diputado balear investigado por corrupción que, desde hace algunos meses, figura como afiliado de Vox, el partido político heredero de la ideología fascista que hizo posible la colaboración del BBVA y Minersa con los nazis y que convirtió la Península en un refugio privilegiado para los huidos del Tercer Reich tras la derrota de Hitler. Benalal fue incorporado al cargo por el presidente de la FCJE, Isaac Benzaquen, a sabiendas de su posicionamiento político y de las sospechas de corrupción que pesaban sobre él, lo que socaba gravemente la autoridad de la Federación para emitir juicios sobre conductas empresariales. Hasta la fecha, Benzaquen no ha querido realizar declaraciones sobre la participación de las empresas nazis en el exterminio de su pueblo.

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Varias personas guardan cola en el centro de atención primaria 'El Alamillo' de Sevilla.
Varias personas guardan cola en el centro de atención primaria ‘El Alamillo’ de Sevilla.  María José López / EUROPA PRESS

En Madrid hubo mercados de esclavos al aire libre hasta 1837 (y aún quedan)

Fragmento del cuadro ‘El ciego de la guitarra’, de Goya. Foto: Museo del Prado.

José Miguel López García, historiador y profesor de historia en la Universidad Autónoma de Madrid, ha investigado durante más de una década la esclavitud en España y ha publicado ‘La esclavitud a finales del antiguo Régimen. Madrid 1701-1837. De moros de prensa a negros de nación (Alianza Editorial)’. Textos que hace unos meses se emplearon en el Congreso de los Diputados para aprobar una iniciativa para censurar nuestro pasado esclavista, honrar a las víctimas del comercio de personas y que sea estudiado en las escuelas. Hemos hablado con él. En la última respuesta: la solución al paréntesis del titular.

Al leer tu libro, una sorpresa para el lector es descubrir que en Madrid también había muchos esclavos y que se vendían en mercados al aire libre.

En la mayoría de los casos se compraban y vendían en las casas, pero, efectivamente, había mercado al aire libre cerca del Palacio Real y de la Plaza Mayor. Las mujeres, por regla general, eran más caras que los hombres y, a veces, se anunciaba su venta en los diarios de avisos, los periódicos de la época; por ejemplo se hablaba de “un negro de bozal” junto a mulas y herramientas. Un ser humano era vendido junto a máquinas y animales sin que hubiera diferencia ni el menor escándalo. Y esa persona se subastaba no sólo según su sexo, también influía si tenía experiencia y habilidad en las tareas que se le iban a encomendar. Por ejemplo, si ellas eran buenas lavanderas y planchadoras o ellos habían estado al servicio de otro señor anteriormente.

¿Cómo llegaban estos esclavos hasta Madrid?

Según las épocas, el origen era diferente; por ejemplo, en el siglo XVIII muchos eran apresados en operaciones de rapiña en el África septentrional y en el Mediterráneo. La nobleza española salía a capturar hombres, para luego venderlos. He encontrado en 1725 al niño Amet Ermier, que fue capturado en el islote de Peregil y revendido después a un capitán al año siguiente. En Madrid, la mayoría de los esclavos provenían de la compra a otros particulares y a compañías comerciales que operaban en los mercados del Imperio español y su destino era el servicio doméstico. Mucho menos frecuente eran los nacidos de una mujer esclava, los llamados “esclavos de vientre”.

Según tus datos, la mayoría procedían del Magreb.

Sí, era así hasta el siglo XVIII. Después cambió su origen y fueron mayoritariamente los denominados “negros de nación”, que procedían de África Occidental e incluso de los territorios hispanoamericanos, como fue el caso de Cuba.

Otra pregunta obligada es sobre los propietarios madrileños de esclavos.

En primer lugar, hay que destacar que el mayor propietario era la Casa Real. Carlos III, que tiene una estatua en la Puerta del Sol, fue el mayor esclavista de su tiempo, con más de 20.000 esclavos, de los cuales, 18.000 estaban en Hispanoamérica y unos 2.000 radicados aquí, en España. En general, los propietarios de esclavos eran los aristócratas y la baja nobleza, pero incluso el clero era esclavista.

¿En qué se empleaba a toda esta mano de obra esclavizada?

En Madrid, en el servicio doméstico, aunque era una cuestión de estatus social más que de necesidad o porque hubiera escasez de mano de obra. Madrid, al ser la capital del Reino desde el siglo XVII, tenía un flujo constante de gente emigrada de otras regiones, campesinos que intentaban prosperar en la ciudad. Otra cuestión era los utilizados en remar en galeras o destinados a extraer mercurio en las minas de Almadén, donde el trabajo era atroz. Allí las condiciones eran tan espantosas que un hombre apenas vivía unos años. Para dar una idea de lo terrible de las condiciones, si un esclavo lograba sobrevivir 10 años, se le concedía la libertad. Ni qué decir tiene que prácticamente ninguno lo conseguía.

En su libro también se refiere a los cimarrones madrileños, aquellos esclavos que huían y lograban escapar.

La trata de esclavos desaparece por la quiebra del Estado absolutista y porque se crea un mercado asalariado. En resumen, porque la esclavitud ya no es suficientemente rentable. En 1837 se realiza la última escritura de compraventa o, al menos, la última que hemos encontrado. Hasta ese momento, no hay que menospreciar cómo los hombres y mujeres esclavizados contribuyeron a que esta institución inhumana acabara al igual que el firme rechazo de las clases populares madrileñas. Cuando un esclavo lograba escapar, intentaba en primer lugar mimetizarse si el color de su piel se lo permitía; si no era así, alcanzar algún lugar en el que pudiera vivir sin ser apresado. En cuanto al rechazo de los madrileños, tenemos constancia de que, cuando fueron testigos de malos tratos a un esclavo en la calle, se revolvieron contra el amo hasta el punto de que en una ocasión lincharon a un intendente cubano, Luis Vigury.  De ahí que se popularizó un verbo: vigurizar, arrastrar por las calles a un ajusticiado.

Finalizas tu libro con una advertencia: la esclavitud continúa bajo otras formas.

Así es, la esclavitud en Madrid no se ha acabado, está bajo otras formas: el trabajo precario, las horas extras no remuneradas, esos talleres clandestinos que la policía revienta o la esclavitud sexual que sufren numerosas mujeres, esos clubes de alterne que apenas disimulan lo que no es más que trata de blancas. Todo eso que el Defensor del Pueblo en 2011 denominó víctimas invisibles y que esperemos no dure otro milenio, como ya ocurrió en el Madrid de antaño.

Argentina anula los contratos de autopistas que firmó Macri con filiales de ACS

Los contratos favorecieron a las empresas Ausol S.A. y GCO S.A, que les permitía cobrar los peajes en dólares, en lugar de en pesos argentinos.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, en una imagen de Archivo.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, en una imagen de Archivo.  Diego Izquierdo / telam / dpa / EUROPA PRESS

El presidente argentino, Alberto Fernández, junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, anunciaron la nulidad de los contratos firmados por Mauricio Macri, Guillermo Dietrich y Javier Iguacel que favorecieron a las empresas Ausol S.A. y GCO S.A. en 2018, que permitían cobrar en dólares los peajes de los accesos Norte y Oeste de la ciudad de Buenos Aires, ya que «les permitía tener una rentabilidad extraordinaria». El Gobierno argentino presentará el caso ante la Justicia.

Las empresas Ausol (Autopistas del Sol) y GCO (Grupo Concesionario del Oeste) tienen como accionista mayoritario a la concesionaria española de autopistas Abertis. Esta empresa está participada al 50% por la constructora ACS de Florentino Pérez (un 20% a través de su filial alemana Hochtief) y su socia italiana Atlantia. Concretamente, Abertis posee el 31,59% de Ausol, junto a otros socios como la italiana Salini-Impregilo (19,82%) y la argentina Natal Inversiones (14,12%), mientras que el 34,47% restante cotiza en bolsa. Igualmente, la concesionaria española posee, a través de su filial Acesa, el 42,87% de GCO, junto con la malaya IJM Corporation (20,1%) y el Fideicomiso de Administración Supervene I (5,73%), mientras otro 31,3% cotiza en bolsa.

«Los contratos que se firmaron y homologaron a través de dos decretos en 2018, fueron claramente desventajosos para el Estado nacional, particularmente para los usuarios de las autopistas», sostuvo el presidente en el inicio de su discurso para explicar el por qué de esta decisión.

La medida ha sido oficializada este jueves mediante el decreto 633/2022 publicado en el Boletín Oficial, en el que se considera a los contratos de concesión como «lesivos al interés general» e instruye a la institución Vialidad Nacional a interponer la acción de lesividad.

El artículo 1 de la norma señala: «Decláranse lesivos al interés general, en virtud de la existencia de graves vicios que afectan a su legitimidad, los Decretos n. 607 y 608 del 2 de julio de 2018, respectivamente, aprobatorios de los Acuerdos Integrales de Renegociación Contractual de los Contratos de Concesión del Acceso Norte y del Acceso Oeste a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».

Durante el anuncio, Katopodis detalló que «durante 2018, el Gobierno de Mauricio Macri dictó dos decretos, 608 y 607, que renegociaron los contratos de concesión y adjudicación de dos corredores viales: Acceso Norte y Acceso Oeste. En un caso, Ausol S.A y en el otro GCO S.A».

«En ese marco, se establecieron un conjunto de decisiones, acciones y premisas que quedaron fijadas en ese contrato que, a nuestro entender —y después de un minucioso análisis jurídico y de las auditorias correspondiente—, determinan la nulidad absoluta de esa renegociación», añadió el ministro.

Un impacto económico de 2.000 millones de dólares

Las concesionarias firmaron con el Gobierno anterior acuerdos que «comprometían» al Estado, con un impacto económico total para los usuarios de casi 2.000 millones de dólares, informaron el presidente y el ministro.

Para cumplir la obligación de pago incluida en los acuerdos firmados, y según la solicitud de actualización tarifaria presentada por AUSOL y GCO en mayo de 2022, la tarifa debería aumentar, en promedio, 20 veces en el Acceso Norte y más de 10 en el Acceso Oeste.

Así, en las estaciones de peaje Debenedetti y Márquez, del Acceso Norte, actualmente un automóvil paga en hora pico y de modo manual 80 pesos argentinos, una tarifa que fue fijada por Vialidad Nacional en febrero de este año. Conforme a la solicitud presentada por AUSOL, esa tarifa debería ser de 1.830 pesos argentinos.

La dolarización de los contratos de las autopistas

«En primer lugar, se estableció sin ninguna justificación, sin ningún parámetro ni ninguna base objetiva, una deuda a favor de las empresas concesionarias. En el caso de Ausol en 540 millones de dólares, y en el caso de GCO S.A en un monto de 272 millones de dólares. Un total de 813.143 millones de dólares», precisaba Katopodis.

«La segunda cuestión es la dolarización (adoptar el dólar como moneda de curso legal) de ese contrato. Desde hace años, rige un marco legal y normativo en Argentina que establece que todos los contratos deben ser pesificados (en pesos argentinos), pero en esa renegociación el Gobierno del expresidente Macri les otorga una dolarización, sin ningún componente que lo justifique», sumó Katopodis.

Asimismo, explicó que un tercer elemento que da cuenta de las irregularidades de ese contrato es que «se determinó un ajuste del 8% anual. Lo que le permite a ambas empresas tener una rentabilidad extraordinaria».

Una deuda a pagar en diez años

Para completar ese marco de decisiones, sostuvo Katopodis, que «para nosotros conllevan a un verdadero negociado de los peajes, se estableció que esa deuda se iba a pagar a lo largo de diez años, tiempo por el se iba a prorrogar el contrato».

«Por ley estaba establecido que el contrato terminaba en 2020, pero de manera absolutamente arbitraria se determinó prorrogarlo hasta el 2030, por ende están vigentes», enfatizó el ministro.

En esa misma línea, explicó: «En ese plazo lo que se iba a privilegiar era el pago de la deuda. Se modificaba la ecuación económica financiera privilegiando el pago y la compensación de la deuda a las empresas y postergando las obras y las mejoras, que tienen que ver con el objeto central de un contrato de concesión». «En definitiva lo que se hizo fue transformar un contrato de concesión en un pagaré a sola firma», afirmó.

Luego de explicar las razones que dan cuenta del negocio de Mauricio Macri con las empresas concesionarias de los peajes, Katopodis señaló que, por pedido del presidente de la Nación, se iniciarán las acciones legales correspondientes, «para que sea la Justicia la que declare la lesividad y la nulidad absoluta de este contrato».

En la presentación, Fernández subrayó que el Gobierno nacional «lleva adelante una política tendiente a ordenar el sistema de las autovías concesionadas». «Hemos recuperado para el Estado siete mil kilómetros que estuvieron concesionados y hoy administra el Estado, con buenos resultados», manifestó.

Además, anticipó que la demanda que el Estado presentará en la Justicia por la concesión de las autopistas de los accesos Norte y Oeste «seguramente será acercada como prueba en la causa penal por los peajes», en la que se investiga la renegociación de contratos para la concesión de autovías durante el Gobierno de Cambiemos. «Vamos a reclamar que estas cosas dejen de suceder de una vez y para siempre en la Argentina», resaltó.