Comisiones Obreras denuncia que los terapeutas ocupacionales se llevan patinetes y utensilios de su propiedad para trabajar con los enfermos porque no disponen de recursos.
Señalización del Hospital Público Enfermera Isabel Zendal, en Madrid. —Alejandro Martínez Vélez/EUROPA PRESS
Los trabajadores del Hospital Isabel Zendal alertan de que el centro no puede admitir más pacientes derivados de otros hospitales para rehabilitación por falta de recursos. La joya de la corona de Isabel Díaz Ayuso, a la que ha destinado una nueva partida de cerca de dos millones de euros para mantenimiento, aparte de tener inoperativos prácticamente dos tercios del edificio, no dispone de los materiales adecuados para trabajar en la recuperación de los pocos pacientes que acoge.
Tal y como han podido confirmar fuentes de Comisiones Obreras (CCOO), el Zendal ya no admite a pacientes con amputaciones. En la plantilla actual disponen de seis fisioterapeutas y dos terapeutas ocupacionales, una cifra que —aseguran— «no es suficiente para asumir la carga de trabajo existente». En este sentido, ponen de relieve la situación de crisis que se desencadena cuando alguno de ellos se da de baja o falta por otras razones: «no dan a basto».
«Los terapeutas ocupacionales se llevan utensilios de su propiedad para trabajar con los enfermos porque no tienen recursos materiales y tienen que recurrir a su imaginación para tratarlos», detalla Ismael de la Torre, delegado de CCOO en el Zendal. En concreto, los trabajadores se ven obligados a comprar con su dinero «patinetes, cubos o pelotas» para llevar a cabo los ejercicios de rehabilitación.
El Zendal, un hospital cuya construcción supuso un desembolso de más de 170 millones de euros y que tenía como objetivo descongestionar el resto de centros de la región, no dispone de medios para ello. De hecho, tanto los sindicatos como los propios empleados ponen en duda su viabilidad. Pues el centro ni siquiera dispone de equipo sanitario propio, sino que subsiste con médicos, enfermeros y auxiliares detraídos de otros hospitales.
De la Torre considera que no hubiera hecho falta este centro si se hubiera puesto en marcha la Torre 4 del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, rehabilitado el antiguo Hospital Puerta de Hierro y contratado personal para abrir las camas que se cerraron en los hospitales del SERMAS en la última década. Si bien, llama a que, una vez construido, se rentabilice la inversión.
ANTONIO LÓPEZ MARIÑO / LUZES-PÚBLICO / ILUSTRACIONES: ‘ISABEL ZENDAL, LA MADRE DE TODAS LAS VACUNAS’ (EDITORIAL TEÓFILO COMUNICACIÓN)
«Material pudriéndose en el subsótano»
Asimismo, un trabajador anónimo del propio Zendal se ha puesto en contacto con este medio para denunciar que, sin embargo, en los subsótanos del hospital «hay materiales, como colchones, jeringas y uniformes, que se están echando a perder por no darles uso». Critica que Pabellón 1, el único con pacientes, «no se ha llegado a llenar del todo nunca» y lamenta que el centro se haya convertido en «una especie de geriátrico, una residencia hecha hospital».
El facultativo explica que los palés almacenados «se están pudriendo debido a que el subsótano se inunda de agua». Asegura que «hay respiradores que se compraron para la covid, pero que están defectuosos y no se han usado ni se pueden usar para nada». Además, se suma a las denuncias sobre la escasez de bienes para la atención a los pacientes y señala que los enfermos «han usado pantalones de recambio de los sanitarios porque durante mucho tiempo no ha habido ropa de cambio, como camisones».
El fiscal, que será enjuiciado en unos meses y para el que la Fiscalía pide 121 años de prisión por presuntos delitos de revelación de secretos y detenciones ilegales, aporta un audio que incide en la campaña de descrédito que sufrió, propagando un bulo sobre un procedimiento por pederastia
De las ocho líneas de investigación que abrió el juez Escalonilla hace dos años y medio, sólo queda viva la relativa al contrato con la consultora Neurona, pero se resiste al archivo con el pretexto de un informe forense que ninguna empresa quiere realizar.
El juez Juan José Escalonilla, titular del Juzgado de Instrucción 42 de Madrid, lleva dos años y medio investigando a Podemos y a varios de sus miembros, en una causa que arrancó con los «rumores» del abogado despedido del partido, José Manuel Calvente, como él mismo llegó a decir al juez. El llamado caso Neuronaaglutinó ocho líneas de investigación, de las que solo una permanece viva y que mantiene imputado al partido a las puertas de la próxima convocatoria electoral de mayo.
Desde que el juez Escalonilla abrió la causa, en julio de 2020, han sido numerosísimas las diligencias que ha practicado bajo la petición de las acusaciones: José Manuel Calvente, la exsenadora de Podemos Celia Cánovas, la abogada destituida Mónica Carmona, Vox y la Asociación de Juristas Europeos Pro Lege.
La Fiscalía solicitó el sobreseimiento de todas las líneas de investigación y advirtió al juez de que «este procedimiento no podía convertirse en una constante auditoría de las cuentas de Podemos». Sin embargo, la causa Neurona se ha convertido exactamente en eso y no sólo sobre la contabilidad del partido, también en relación a asuntos insignificantes que acabaron imputando a una miembro del partido y a una extrabajadora por haber cogido en brazos en algún momento a los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias.
El partido pidió este jueves el archivo de la última pieza que queda viva del conglomerado Neurona: el contrato de Podemos con la consultora mexicanaNeurona para labores de marketing electoral en la campaña de las elecciones de abril de 2019. El juez cree que el contrato, de 363.000 euros, fue simulado, pero en el auto de cierre de la instrucción, en julio de 2022, declaró probados los trabajos del personal de Neurona. Sin embargo, ordenó una última diligencia: un informe pericial sobre el precio pagado por Podemos; quiere saber si se ajustó al precio de mercado o por el contrario se sobredimensionó el importe.
Pero ya son 11 las empresas y entidades que le dicen que no al juez, rechazando su ofrecimiento de encargarse de dicha pericial, bien porque no tienen los conocimientos necesarios, bien por la dificultad de concluir si el precio fue caro o barato. Al fin y al cabo, existe libertad de mercado y el marketing político y electoral se rige por condicionantes que no se pueden medir, como la confianza del partido en la consultora y las perspectivas de esta de volver a trabajar para la misma formación política.
Una a una, el juez Escalonilla ha ido tumbando todas las líneas de investigación que abrió hace dos años y medio, manteniendo en estos momentos por el contrato de Neurona la imputación por presunto delito electoral a Podemos, a su responsable de finanzas, Daniel de Frutos; a su director de Comunicación, Juan Manuel del Olmo; y al cofundador del partido Juan Carlos Monedero.
Una de las primeras investigaciones que recibió el carpetazo, el 26 de octubre de 2020, fue la relativa al contrato con la consultora portuguesa ABD Europa LDA. Calvente había señalado que los contratos con esta empresa para la campaña electoral de las elecciones generales de abril de 2019 fueron simulados y que hubo desvío de fondos hacia una especie de red política de corrupción internacional. Pese a no aportar pruebas al respecto, el juez Escalonilla abrió una investigación, pero al no detectar irregularidad alguna en unos contratos fiscalizados además por el Tribunal de Cuentas tuvo que decretar el archivo.
Sobre la ‘caja de solidaridad’ de Podemos y los 30.000 euros que el partido transfirió a la entidad #404 Comunicación Popular, el juez decretó su archivo dos veces: primero en julio de 2021 y, tras el recurso de Vox y de Cánovas, volvió a cerrarlo en enero de 2022, decretando que «no consta distracción de los fondos» y «no existe norma que prohíba las donaciones a la entidad 404».
Respecto a la investigación abierta por las donaciones de los cargos del partido al denominado Proyecto Impulsa, Escalonilla la archivó en octubre de 2021, después de decretar que había quedado acreditado el destino de dichas donaciones a fines sociales.
En relación al cobro de complementos salariales y el abono de gastos de
desplazamiento de la gerente y del tesorero de la formación morada, tras la
denuncia de Calvente y Mónica Carmona, el juez destacó que la gerente
tenía facultades para incluir dichos complementos en las nóminas
de los trabajadores y que los órganos del partido aprobaron esas
cantidades, por lo que descartó cualquier delito.
Además de estas cuestiones, José Manuel Calvente había denunciado que las obras de la nueva sede de Podemos habían sufrido sobrecostes injustificados. Pero el juez no encontró irregularidades y archivó la investigación por presunta apropiación indebida. En la misma fecha, enero de 2021, el juez también sobreseyó la investigación relativa al presunto clonado del ordenador de una de las abogadas del partido, porque ni la presunta perjudicada ni los responsables del partido habían denunciado tal delito.
Una empleada despedida infló el ‘caso Niñera’
La última línea de investigación cerrada ha sido el llamado caso Niñera, un caso que nunca existió más allá de la presunta mala fe de los denunciantes, avivada por el testimonio de una empleada despedida.
Así, al juez Escalonilla no le quedó más remedio que afirmar en su auto de archivo, en julio de 2022, que «no sólo no consta acreditado que Teresa Arévalo o Gara Santana [asesora del Ministerio de Igualdad y extrabajadora de Prensa, respectivamente, que llegaron a estar imputadas] se encargasen del cuidado de los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias, sino que incluso no consta acreditado que persona alguna, ajena a los propios padres se haya encargado de su cuidado durante el tiempo que desempeñaban funciones remuneradas por el partido político Podemos o remuneradas por el erario público».
Ahora el juez Juan José Escalonilla tiene pendiente justificar cómo cierra el caso Neurona, tras el previsible archivo de la última investigación, sobre el contrato con la consultora mexicana, tal cual lo apoya la Fiscalía. La cuestión es cuándo lo hará y si mantendrá imputado al partido de cara a la campaña electoral de las autonómicas, en mayo, algo difícil de sostener, aseguran fuentes jurídicas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid viajó a Londres la semana pasada y trató de apropiarse de una inversión de la multinacional en la región que el Gobierno lleva meses trabajando
Microsoft abrirá en un breve periodo de tiempo tres centros de datos en la Comunidad de Madrid, una inversión en la región que se calcula creará más de 13.200 empleos, entre directos e indirectos. Un proyecto por el que el Gobierno de Pedro Sánchez lleva trabajando todo este último año con reuniones constantes con la multinacional tecnológica y en el que se han implicado varios ministerios y hasta el propio Sánchez. La última reunión para cerrar los últimos flecos del proyecto se producía este viernes en Madrid cuando el número dos de la compañía, Brad Smith, viajó a la capital para reunirse con la vicepresidenta económica Nada Calviño y el secretario general de Asuntos Económicos de Moncloa, Manuel de la Rocha.
En el marco de estas negociaciones, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, viajaba la semana pasada a Londres, una visita a la capital inglesa en la que trató de apropiarse de esta inversión de Microsoft agendando un encuentro con la vicepresidenta corporativa de Ventas de Microsoft, Cindy Rose.
La presidenta madrileña atendió a varios medios de comunicación españoles que la siguieron en el viaje y aseguró que la puesta en marcha de la Oficina de Impulso a los Centros de Procesamiento de Datos (OICPD) por la Consejería de Administración Local y Digitalización “está sirviendo a este proyecto para su desarrollo”. Una forma de tratar de apropiarse de una inversión que ha negociado en su totalidad el Gobierno central.
Los tres centros de datos se espera que aterricen en Madrid en apenas unos meses. Se ubicarán en los municipios de Algete, Meco y San Sebastián de los Reyes. El propio presidente del Gobierno ha estado implicado personalmente en este proyecto hasta el punto de que se ha reunido personalmente en dos ocasiones con los directivos de la compañía. La última vez el pasado mes de abril cuando Sánchez mantuvo un encuentro con el vicepresidente de Microsoft, Brad Smith, el director ejecutivo de la compañía, Satya Nadella, y el presidente de Microsoft España, Alberto Granados. En el encuentro, se abordaron los futuros planes de la compañía en nuestro país.
Varios años de lawfre y mediafare a costa del Caso Neurona. Algunas de las novedades de la única de las 7 causas con la que abrieron uno de los casos judiciales más surrealistas en el que llegaron a decir que la empresa de consultoría política no hizo ningún trabajo, pero que finalmente hay que valorar si el precio por sus servicios tiene valor de mercado. Un señor que trabajó en campañas sucias para el PP, se va a encargar del peritaje del caso… además del error de haber metido a Pablo Iglesias en la causa o la comprobación que la factura falsa con la que acusaban a Monedero resultar no ser falsa.
Tirando del hilo con el Team Jorge hemos descubierto una relación entre Villarejo, la DEA, la DAO y una red antidemocrática basada en desestabilizar gobiernos y como no, también en España contra Podemos.
«Defender un imperialismo regional un poquito más débil frente a otro imperialismo más fuerte, no sé a qué mundo nos va a llevar todo esto. A mí no me interesa que los dos se equilibren entre ellos»: el discurso de la periodista rusa Inna Afinogenova, durante el coloquio ‘¿Qué puede hacer Europa para la construcción de la paz en Ucrania?’, organizado por este medio. Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.
El día de hoy traemos una gran entrevista con Julio Rodríguez militar retirado y político español, con un gran conocimiento. Hoy nos explica como funciona el mundo actual durante la guerra y nos da su opinión sobre las decisiones que han tomado los líderes de la élite política y la UE.
Katarina Roth Nevedalová (Eslovaquia, 1982) es una eurodiputada de la familia socialdemócrata. Es un verso suelto que discrepa de la respuesta europea a la guerra de Ucrania. En entrevista con Público explica su postura tras un año de bombas cayendo a las puertas de la UE.
Roth un caso sui generis en la UE y en la familia socialdemócrata europea. La sensación y el discurso que impera en Bruselas es que no hay opción alternativa en armar a Ucrania hasta los dientes para su camino hacia la victoria definitiva. Roth se opone al envío de armamento al frente y afea que la UE está abandonando su esencia como proyecto pacifista hacia una organización militar que habla el lenguaje de la fuerza y ya no tanto el de la diplomacia.
Cumplido un año de guerra, la UE ha golpeado a Rusia con las sanciones más potentes de su historia. Está otorgado a Ucrania un apoyo sin precedentes en todos los campos: político, financiero y militar. ¿Cómo valora la respuesta europea a la guerra?
Creo que la UE es un proyecto de paz. La idea de exportar la paz es su principio básico. Para eso es para lo que hemos trabajado durante tantos años. Por ello, es impactante que haya tanta gente en la UE pidiendo armas. Ya tenemos a la OTAN, que tiene un papel militar.
Además, creo que las sanciones que estamos imponiendo a Rusia no están funcionando. Están afectando a las clases más pobres y vulnerables y están provocando no solo una crisis económica, sino energética. No creo que sean la mejor opción. Entiendo a todos los que quieren apoyar a Ucrania, yo también lo reivindico, pero creo que deberíamos apoyarles, no a través de las armas y de la pata militar, sino con ayuda humanitaria y con más llamadas a terminar el conflicto y a la paz. Deberíamos presionar para que ambas partes se sienten en una mesa para ver qué condiciones pueden acordar.
La mayoría de voces en la UE se centran en pedir más y más armas. Todo pasa por ensalzar la parte militar. Todos somos empáticos con los ucranianos que están muriendo allí, pero lo que creo que deberíamos hacer es pedir la paz. Y para que quede claro: no creo que Ucrania debe ceder parte de su territorio.
Y, ¿cuál es su pensamiento sobre el rol del Alto Representante Josep Borrell? Su tono estos doce meses ha sido duro, llegando a hablar de que la OTAN aniquilaría al Ejército ruso o de que la guerra terminará en el campo de batalla. Hay quienes piensan que no es un lenguaje muy diplomático.
Creo que la guerra solo puede terminar en una mesa. No en el campo de batalla. La paz sólo llegará con la deposición de las armas y con el diálogo. Por eso, urgimos a la UE a que lidere conversaciones de paz. No somos una institución de guerra y por ello debemos alentar la diplomacia. La parte militar no es nuestro lugar, no es nuestro papel. Para eso ya tenemos a la OTAN y a los Estados miembros.
Con la guerra de Ucrania, ¿la UE ha desarrollado más su autonomía estratégica o ha aumentado su seguidismo de la línea e intereses de Estados Unidos?
Los Estados Unidos son parte de la OTAN y por ello todos tendríamos que tener una posición común. Pero vuelvo a enfatizar que la UE es un proyecto de paz. El envío de armas o el Ejército europeo no son su lugar. Ese es el lugar de la Alianza Atlántica. Debemos quedarnos donde pertenecemos: una asociación económica. Creo que Pedro Sánchez y el canciller Olaf Scholz son un buen ejemplo de líderes europeo que intentan buscar una solución al conflicto.
Entonces, ¿cree que la UE debería frenar el envío de armas llegados a este punto de la guerra? La Comisión trabaja en una iniciativa para promover una compra conjunta de material bélico -como hizo durante la pandemia con las vacunas-. ¿Cómo reconciliar esta iniciativa con los tratados europeos, que prohíben financiar con dinero comunitario el envío de armas a un país en guerra?
No creo que el envío de armas sea el camino a seguir. La compra conjunta de vacunas no terminó del todo bien. Y las armas son un asunto muy sensible. Entiendo que los Estados miembros lo quieran hacer y lo hagan de forma individual, pero la UE no debería establecer una compra conjunta de armas. Es contrario a sus tratados y a sus valores.
Enfatiza que la prioridad de la UE debe ser buscar y promover la paz. ¿Qué papel está jugando -o no está jugando- la UE en esta línea?
La Unión Europea es el mayor donante de ayuda humanitaria del mundo. Tenemos mucha experiencia y podemos apoyar mucho a la reconstrucción de Ucrania. Deberíamos utilizar nuestra experiencia diplomática para impulsar un alto al fuego ofreciendo una base sobre la que ambas partes puedan debatir. Algunos países como Turquía lo están haciendo.
¿No tiene derecho Ucrania a defenderse de un invasor? ¿No tiene Occidente el deber moral de ayudarle a ello?
Sí, tienen todo el derecho del mundo a defenderse de alguien que les ha invadido. Pero la pregunta es: ¿hasta dónde es suficiente? ¿Cuántas armas más son suficientes? Es cierto que existe una mayoría de líderes europeos que apoyan la línea de continuar el apoyo militar. Pero, por ejemplo, en mi país, si miras a la percepción general de la opinión pública, el 77% de la población se opone al envío de armas. Los eslovacos no tenemos muchas armas y corremos el riesgo de quedarnos desprotegidos.
El ex primer ministro Robert Rico, de su partido socialdemócrata, se ha mostrado contra el envío de armas. Incluso su nombre aparece en listas ucranianas acusado de propagar desinformación en favor de Rusia. Hay voces europeas preocupadas de que llegue al poder de nuevo en las elecciones de septiembre. ¿Cambiaría ello la política exterior de Eslovaquia? ¿Se alinearía más el país con los postulados de Hungría?
Lo que dice Rico es que la parte militar hay que consensuarla en la OTAN. Pero con mucho cuidado para que no se vea arrastrada al conflicto. Esto nadie lo quiere. Sería un choque entre potencias nucleares. Nosotros no difundimos propaganda; la propaganda y desinformación está, de hecho, por todos lados en el conflicto.
Nosotros no tenemos muchas armas que ofrecer. Lo que sí podemos ofrecer es ayuda humanitaria y a los refugiados. No quiero prejuzgar el futuro y cuál sería la postura y la respuesta de un sí. Pero lo que sí está claro es que nuestra urgencia es la paz y nuestra postura es que enviar armas no es el camino hacia ella. Además, tenemos que pensar en el día de después. Porque habrá un día de después de la guerra. Y ahí debemos ver cuál será nuestra relación y cooperación con Rusia.
¿Cómo anticipa ese día después de la guerra y la relación con Moscú? ¿La UE podrá construir algún tipo de relación con una Rusia gobernada por Vladimir Putin o todos los puentes estarán rotos?
Después de la guerra tendremos que convivir con Rusia. Es un socio estratégico y nuestro mayor vecino. Tenemos que establecer una cooperación. La habrá, seguro. Pero es prematuro anticipar qué forma tomará. Nadie sabe si será con o sin Putin. Es algo de lo que tenemos que hablar. De eso y de la reconstrucción de Ucrania. Hace un siglo nadie imaginaba algo parecido a la UE. Y aquí estamos. Nada es imposible.
Esta semana, Rusia ha anunciado su suspensión del acuerdo de control nuclear New Start dejando un mundo más peligroso e imprevisible. ¿Le preocupa que nos acerquemos a un choque entre potencias nucleares o cree que este es un escenario poco probable?
Creo y espero que no haya una guerra nuclear. Pero estamos entrando en una dinámica peligrosa en la que nadie sabe qué ocurrirá. No somos conscientes del peligro que existe cuando se acorrala a alguien demasiado. Una persona empujada en un rincón, sin opciones, es capaz de hacer lo que sea. Y puede ser muy peligrosa. Tendríamos que tener esto en cuenta cuando emitimos nuestros comunicados y declaraciones sobre la guerra. La UE debe ser muy, muy cuidadosa.
Microsoft abrirá en un breve periodo de tiempo tres centros de datos en la Comunidad de Madrid, una inversión en la región que se calcula creará más de 13.200 empleos, entre directos e indirectos. Un proyecto por el que el Gobierno de Pedro Sánchez lleva trabajando todo este último año con reuniones constantes con la multinacional tecnológica y en el que se han implicado varios ministerios y hasta el propio Sánchez. La última reunión para cerrar los últimos flecos del proyecto se producía este viernes en Madrid cuando el número dos de la compañía, Brad Smith, viajó a la capital para reunirse con la vicepresidenta económica Nada Calviño y el secretario general de Asuntos Económicos de Moncloa, Manuel de la Rocha.
En el marco de estas negociaciones, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, viajaba la semana pasada a Londres, una visita a la capital inglesa en la que trató de apropiarse de esta inversión de Microsoft agendando un encuentro con la vicepresidenta corporativa de Ventas de Microsoft, Cindy Rose.
La presidenta madrileña atendió a varios medios de comunicación españoles que la siguieron en el viaje y aseguró que la puesta en marcha de la Oficina de Impulso a los Centros de Procesamiento de Datos (OICPD) por la Consejería de Administración Local y Digitalización “está sirviendo a este proyecto para su desarrollo”. Una forma de tratar de apropiarse de una inversión que ha negociado en su totalidad el Gobierno central.
Los tres centros de datos se espera que aterricen en Madrid en apenas unos meses. Se ubicarán en los municipios de Algete, Meco y San Sebastián de los Reyes. El propio presidente del Gobierno ha estado implicado personalmente en este proyecto hasta el punto de que se ha reunido personalmente en dos ocasiones con los directivos de la compañía. La última vez el pasado mes de abril cuando Sánchez mantuvo un encuentro con el vicepresidente de Microsoft, Brad Smith, el director ejecutivo de la compañía, Satya Nadella, y el presidente de Microsoft España, Alberto Granados. En el encuentro, se abordaron los futuros planes de la compañía en nuestro país.