Yossi Cohen dejó entrever el papel israelí en las explosiones ocurridas en la central de Natanz y en el asesinato de un destacado científico iraní, además de aportar detalles sobre el robo de archivos nucleares de Irán en 2018.
Yossi Cohen, quien se retiró la semana pasada de su cargo como jefe de la agencia de espionaje israelí, el Mossad, concedió una reveladora entrevista en el programa ‘Uvda’ de la cadena Channel 12, en la que proporcionó detalles sobre las operaciones de su país contra Irán.
Así, Cohen insinuó que su agencia estuvo detrás de la explosión de la instalación subterránea de centrifugado de Irán en Natanz; describió detalladamente la operación de 2018 en la que el Mossad robó archivos nucleares iraníes de cajas fuertes ubicadas en un almacén de Teherán, y confirmó que el principal científico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, asesinado en noviembre de 2020, había estado en la mira de la Inteligencia israelí durante años.
El robo del archivo nuclear
En la entrevista, Cohen dio pormenores de la planificación y ejecución del robo por parte del Mossad, en la noche del 31 de enero de 2018, de un vasto archivo de documentos nucleares iraníes de un almacén de Teherán, una operación por la que Israel se ha atribuido abiertamente el crédito.
El jefe saliente de la agencia detalló que se necesitaron dos años para planificar el robo, y que un total de 20 agentes —ninguno de ellos ciudadano israelí— estuvieron involucrados en el terreno, mientras que el propio Cohen dirigió la operación desde el centro de comando del Mossad en Tel Aviv.
El equipo neutralizó las alarmas, retiró las puertas e irrumpió en el almacén, donde abrieron 32 cajas fuertes. Cuando en el centro de comando de Tel Aviv se recibieron, en tiempo real, imágenes de los documentos en farsi y otros materiales y se dieron cuenta de que aquello era lo que buscaban, «hubo una emoción increíble para todos nosotros», recordó Cohen.
El exjefe de espías asegura que todos los agentes involucrados están vivos y bien, aunque algunos de ellos tuvieron que ser sacados de Irán, recoge The Times of Israel.
Sabotaje en Natanz
En julio de 2020, una misteriosa explosión, de la que Irán culpó luego a Israel, destrozó un conjunto de centrifugadoras avanzadas en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz. En abril de este año, otra explosión acabó con una de sus salas subterráneas.
Cohen dio a entender en la entrevista que está profundamente familiarizado con diversos sitios nucleares de Irán y señaló que si se le diera la oportunidad, llevaría a la entrevistadora al «sótano» de Natanz, donde -dijo- «solían girar las centrifugadoras». «Hoy en día, el sótano no se ve como antes«, subrayó.
Sin confirmar explícitamente la responsabilidad en el sabotaje, el jefe saliente del Mossad indicó de manera más general: «Le decimos muy claramente [a Irán]: No permitiremos que obtengan armas nucleares. ¿Qué es lo que no entienden?».
La muerte de Fakhrizadeh
Con respecto a Fakhrizadeh, identificado por Israel como el padre del programa de armas nucleares de Irán, Cohen no confirmó ni negó la participación del organismo a su cargo en esa muerte, pero sí apuntó que «fue un objetivo de la recopilación [de inteligencia] durante muchos años», ya que su conocimiento científico preocupaba al Mossad.
Al ser preguntado si cree que los asesinatos de poderosos enemigos de su país valen la pena, Cohen advirtió que «si un hombre tiene una capacidad que pone en peligro a los ciudadanos de Israel, debe dejar de existir«. Al mismo tiempo admitió que, en algunos casos, Israel transmite a un objetivo potencial el mensaje de que podría salvarse «si está preparado para cambiar de profesión y no dañarnos más».