Este jueves Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, ha contestado a preguntas de su letrado, lo que le ha permitido centrarse en lo que le interesa: negar la relación de amistad con Álvaro Pérez, el Bigotes, delegado de las empresas de Gürtel en el País Valencià.

La Fiscalía Anticorrupción pide dos años y medio de cárcel y diez de inhabilitación para Camps por el contrato irregular con Orange Market, una de las empresas de la trama, para Fitur en 2009.

Si ayer declaró que ‘el Bigotes’ era el «tramoyista», «el que ponía la luz, el escenario» en los eventos que organizaba Orange Market para el PP valenciano y para campañas de la Generalitat, como la Feria de Turismo, este jueves ha rematado diciendo que fue a la boda de ‘el Bigotes’ por ser un «compromiso del partido», ante la insistencia de Ricardo Costa, ex secretario general del PP de València.

«Comí con los de mi partido, no tiene más historia, no me introduje en el resto del banquete, no fui a la ceremonia», ha dicho y ha concluido: «Fui como presidente del PP y como tal me trataron».

Camps ha querido compararse con Mariano Rajoy en el sentido de desconocer a Orange Market y al resto de empresas del Grupo Correa. «Nadie pensó que estuviera haciendo algo raro [por Álvaro Pérez], ni el señor Rajoy ni yo…», ha dicho y a continuación ha leído un fragmento de la declaración de ‘el Bigotes’ en la comisión de investigación del Congreso sobre Gürtel:  «Yo me encargaba de la luz, de iluminar, de controlar que el escenario estuviera bien; era yo el que tenía mayor relación con Rajoy», pero tampoco como para tener un trato familiar con él, según se desprende de esa declaración.

«No tiene ningún sentido que yo le dijera a Álvaro Pérez que se viniera a València», ha dicho Camps en referencia a lo declarado por Pérez sobre que se fuera allí y que le «daría todo». Su letrado le ha recordado que Pérez declaró que llegó a València para «cambiar su imagen porque usted era tímido». » En 2003 yo ya llevaba muchas horas de vuelo político. Mi vida estaba ya plagada de mítines, conferencias, pero yo he sido vicepresidente del Congreso cuando Luisa Fernanda Rubi no estaba. Para presidir como yo lo hacía hay que tener los arrestos necesarios».