¿Hacia un movimiento de chalecos amarillos en España?

Los transportistas en España se mantienen firmes y seguirán las protestas contra la “gravísima” situación del sector y las condiciones laborales “inadmisibles”.

Los transportistas iniciaron el pasado lunes un paro convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías, en medio de una escalada continuada de los precios de los combustibles.

Desde entonces, cientos de conductores bloquean los accesos a las carreteras de diversas provincias, con sus camiones y furgonetas, en protesta contra la subida de los precios de la energía y el gasóleo a raíz de la operación militar rusa en Ucrania.

Estas movilizaciones están lastrando a sectores como la agricultura y la ganadería, que mantienen sus productos en las naves ante la imposibilidad de sacarlos a la carretera y que lleguen a los supermercados.

Ante tal coyuntura, a través de su cuenta en la red social Twitter, Anonyme Citoyen advirtió el sábado que el Gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, teme que el paro de transportistas se convierta en “descontento general”. “¿Hacia un movimiento de #ChalecosAmarillo en España?”, cuestionó en su tuit.

 

El llamado movimiento de chalecos amarillos, sin líderes ni estructura, surgió a finales de 2018 en Francia por el alza de los combustibles, pero se extendió con rapidez por todo el país galo y puso en jaque al Gobierno de Emmanuel Macron, revelando el profundo descontento popular por las desigualdades sociales.

El sábado, miles de manifestantes llenaron la plaza de Cibeles de Madrid (capital española) contra la subida de los precios de la energía, los suministros y productos básicos, al grito de ¡Gobierno dimisión!

De hecho, actualmente, los elevados costos energéticos avivan el malestar en diferentes partes de Europa. Los precios de la gasolina subieron cerca de un 20 %, tras el inicio del conflicto en Ucrania el pasado 24 de febrero y debido a las sanciones impuestas por el Occidente contra Rusia.