Desde la Cancillería rusa subrayaron que la Embajada y el Consulado General de Rusia en Ucrania funcionan con normalidad pese a los «ataques a las misiones rusas en el extranjero».
La vocera del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, ha desmentido este martes la publicación de The New York Times sobre una supuesta evacuación de la Embajada de Rusia en Ucrania y ha señalado que podría tratarse de otro intento de generar «sensacionalismo» en torno a la denominada «agresión rusa».
Este lunes, el diario estadounidense publicó un artículo en el que señalaba, citando fuentes ucranianas, que Rusia había empezado a desocupar su Embajada en Kiev.
No obstante, estas afirmaciones fueron desmentidas por la Cancillería rusa, que declaró que la misión diplomática funciona con normalidad, informa TASS. Por su parte, el Ministerio de Exteriores ucraniano también comunicó que no había recibido ninguna información sobre la evacuación de la embajada rusa, según medios locales.
En su cuenta de Telegram, la portavoz rusa también recalcó que la Embajada y el Consulado General de Rusia en Ucrania funcionan normalmente y lo hacen pese a los «ataques a las misiones rusas en el extranjero por parte de radicales ucranianos y las provocaciones de las fuerzas de seguridad locales». Zajárova señaló que los empleados de las misiones rusas en Ucrania y sus familiares reciben amenazas personales, un hecho que Moscú con frecuencia denuncia ante las autoridades del país vecino en forma de notas de protesta.
«Bomba informativa»
«Pero los medios estadounidenses no han escrito ni escribirán nada sobre esto», agregó. De acuerdo con la vocera rusa, los redactores del New York Times no contactaron con Moscú para verificar los hechos mientras preparaban su «bomba informativa».
«Si el diario estadounidense nos hubiera contactado para comentarios, lo habría descubierto [que la embajada funciona normalmente]. Pero entonces, al parecer, habría perdido el deseo de publicar todo el material, y, en consecuencia, habría perdido la oportunidad de lanzar otro ‘sensacionalismo’ en torno a la ‘agresión rusa'», escribió Zajárova.
«En este caso, habría tenido que escribir sobre los nacionalistas ucranianos y aquellos que los están encubriendo. Y esto significa llamadas a la Casa Blanca, solicitudes de datos a Jen Psaki… en fin, un trabajo infernal», agregó la vocera.
Las especulaciones sobre una posible invasión rusa en Ucrania se han intensificado en Occidente luego de que en noviembre varios medios publicaran supuestos planes del operativo.
Por su parte, Rusia repetidamente tachó de falsas e infundadas las acusaciones que le atribuyen la preparación de una supuesta provocación en Ucrania. A este respecto, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, declaró que estos señalamientos buscan retratar a Moscú como una parte que amenaza a la resolución del conflicto en la región ucraniana de Donbass y alertó de que podrían ser un «camuflaje» para potenciales planes agresivos de Kiev para solventar la situación por la fuerza.
Moscú a su vez denuncia que la OTAN intenta expandir zonas de influencia y solicita que la Alianza detenga su expansión hacia el este y que Ucrania no se adhiera a ella, un punto sobre el que las dos partes tienen opiniones opuestas. En este sentido, el geopolitólogo y doctor en relaciones internacionales Alberto Hutschenreuter señala que, centrándose en incluir a Ucrania en la OTAN, se agotan las posibilidades para Occidente de salir del conflicto con Rusia.